August 25, 2008

 
Crónicas del victímismo: Increíble, o casi

En 1992 leí un libro que me impresionó. Se trataba de “A nation of victims : the decay of the american character”, de Charles J. Sykes. En ese momento no guardé ningún resumen, aunque conservé el libro convenientemente subrayado.

Por alguna razón que desconozco, se me ha ocurrido releerlo después de tantos años. En este post presentaré algunos casos de falsas víctimas que resultan difíciles de creer. Bienvenidos, pues, al mundo del victímismo. Disfruten, o súbanse por las paredes, con los casos siguientes :

· Un agente del FBI se lleva 2,000 dólares de fondos públicos y los pierde en una tarde de juego en Atlantic City. Lo despiden pero logra ser reintegrado después que el tribunal dictamina que su afición al juego con dinero ajeno es un “handicap” protegido por la ley federal.

· Despedido por llegar constantemente tarde al trabajo, un empleado de un distrito escolar demanda a su empleador, arguyendo que es una víctima de lo que su abogado denomina “síndrome de tardanza crónica”.

· En Framingham, Massachussets, un joven roba un carro del parking y muere mientras lo conduce. Su familia demanda al propietario del parking por no tomar las medidas para impedir el robo.

· Un tipo que admite haberse expuesto desnudo entre diez y veinte mil veces, y que ha sido condenado en más de treinta ocasiones, es rechazado para ocupar el puesto de atención de visitantes en un parque de Wisconsin. El individuo presenta una demanda sobre la base de que nunca se ha desnudado en un parque, sino sólo en bibliotecas y lavamáticos. Los tribunales de Wisconsin determinan en primera instancia que el caballerete es víctima de una discriminación ilegal en el empleo.

· Una organización feminista de Boston exige que las personas normales, que no tienen ningún tipo de incapacidad, sean denominadas como “temporarily abled”.

· En Chicago, un hombre pone una queja ante la Minority Rights División de U.S. Attorney’s Office porque McDonald’s está violando las leyes federales de protección igual porque sus restaurantes no tienen asientos suficientemente grandes para su voluminoso trasero.

Como ven, el que no se ríe es porque no quiere.

Comments:
Jaja... me gustó lo de la organización feminista.

Es muy similar a toda esa gente que vive luchando por "protección a los trabajadores", y que alegan que toda persona es discapacitada hasta que se pruebe lo contrario.

Vaya usté a ver... : )

Saludos Francisco.
 
Yo me he reído bastante al vover a leer estos casos.Me acordaba de algunos pero no de todos.El que tú citas es para enmarcarlo.Lo malo es que tarde o temprano esto va a llegar a nuestros países.De esto no me cabe duda.Saludos.
 
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