September 09, 2008

 

Elecciones USA 2008: McCain vencerá a Obama

A inicios de este año, era impensable para muchos que el Partido Republicano tuviese alguna posibilidad de ganar las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre. Ocho años de desgaste del gobierno de George W. Bush, la recesión económica, y ciertos otros problemas, fueron leídos por muchos como vaticinio seguro de victoria Demócrata. Pero los Demócratas se dejaron llevar por la autocomplacencia y cometieron un error garrafal (más bien, muchos errores encadenados uno tras otro), que los ha encaminado a lo que en este momento es una derrota segura en noviembre.

Giro a la izquierda extrema

En las últimas 7 elecciones presidenciales, los Demócratas sólo han ganado 2, y ambas fueron con un candidato que se movió hacia el centro (Bill Clinton). La población norteamericana no es tan radical como los ideólogos Demócratas se han creído. (Una forma de constatar esto es el cine. Mientras que las películas abiertamente izquierdistas de Hollywood, como "Lions for Lambs", "Syriana" y similares resultan ser fracasos de taquilla, películas como "Batman: The Dark Knight", en que se proyectan valores bien delimitados con los que los conservadores pueden identificarse muy bien porque proyectan la lucha entre el Bien y el Mal y afirman la existencia de tal dicotomía, resultan éxitos taquilleros).

Ello resulta en que cuando le presentan un candidato tan izquierdista y radical como Walter Mondale (1984), Michael Dukakis (1988), o George McGovern (1972), los electores norteamericanos prefieren irse con el candidato Republicano. Uno pensaría que luego de las recientes derrotas en 2000 y 2004, especialmente esta última, los Demócratas habrían aprendido que iéndose muy a la izquierda no pueden ganar. Si hubieran aprendido, hubieran elegido a Hillary Clinton.

Pero los Demócratas prefirieron elegir a Barack Obama, una persona cuyos logros se resumen a ser un agitador callejero organizador comunitario. Bueno, también fue elegido Senador estatal en Illinois (1998-2004) y Senador federal (2004-presente). Pero al menos en el Senado federal, sólo estuvo presente 143 días.


La autocomplacencia conduce a la derrota

Esta campaña presidencial me recuerda el Super-Bowl XLII, el jugado este año entre los Patriots de New England y los Giants de New York. Los Pats eran ultrafavoritos, entre otras cosas porque terminaron la temporada invictos con un récord de 16-0, y luego ganaron los 2 partidos de post-temporada que necesitaban ganar para llegar al Super-Bowl. Sólo faltaba ganar ese último partido. Eran súperfavoritos en todas las apuestas, y era casi impensable que perdiesen. ¿Y qué ocurrió? Perdieron, en el que para mí es el mejor Super-Bowl que se ha jugado.

Obama, una vez alcanzó la ventaja que le aseguraba la nominación por su partido, se creyó las predicciones de sus copartidarios y de los periodistas y expertos de los medios de comunicación convencionales (el mainstream media). Obama presentaba como el tipo joven, carismático (en repetidas ocasiones, mujeres se desmayaban por la emoción en eventos de campaña de Obama), el candidato que representaba el cambio, etc. Llegó a ser casi endiosado, al punto que se decía que Obama traería una nueva forma de hacer política. El propio Obama se creyó rápidamente estas alabanzas, y cayó en la autocomplacencia.

Una decisión de Obama que tenía el potencial de casi asegurar su victoria en noviembre, era la de su vicepresidente. Si hubiera designado a Hillary Clinton, sus probabilidades de ganar en noviembre hubiesen sido muy buenas. Con Clinton en la nómina, hubiese señalado un movimiento más al centro de lo que hasta ahora se le ha percibido. En su lugar, designó al Senador Joe Biden, alguien que carece de una exitosa proyección nacional, y que además parece ser una designación hecha más con la intención de no representar una amenaza al liderazgo de Obama, que a aportar algo por su propia cuenta a la nómina. En otras palabras, Obama jugó a no perder, con la designación de Biden.


Sarah Palin: la jugada maestra de McCain

McCain, cuando le llegó su turno, eligió a Sarah Palin, alguien que también era relativamente desconocida en el ámbito nacional, pero que ya en pocos días se ha ganado un protagonismo que desafía no ya a su contraparte Biden, sino al propio Obama. Pero Sarah Palin era precisamente la persona que McCain necesitaba sumar a su nómina para asegurar el voto de las bases republicanas. McCain es visto por las bases de su partido como no precisamente un conservador, sino como un moderado. Eso es una debilidad que amenazaba con impedir que los republicanos acudiesen en masa a votar en noviembre, algo que garantizaría una victoria Demócrata. McCain arriesgó mucho con su designación, es cierto. Pero al hacerlo, jugó a ganar.

Palin es una conservadora al mejor estilo de Ronald Reagan, y que además proyecta como una persona común, de carne y hueso, con la que cualquier conservador se identifica inmediatamente. Casada con su novio de secundaria, tiene 5 hijos, no oculta que considera que para ella primero está la familia antes que su carrera, y en su último embarazo optó por tener al bebé, aún sabiendo que éste nacería con Síndrome de Down. Es cazadora y firme creyente en el derecho a tener y portar armas, convencida pro-vida, y decidida de que los Estados Unidos de América representa la mejor y última esperanza del Hombre en la Tierra. De allí que la gente ya la identifica con Reagan.

El día que McCain anunció la designación de Palin como Vicepresidenta en su nómina, comenzaron a llover las donaciones a su campaña. Ese día recaudó US$4 millones, en tanto que hasta ese momento el día que más había recaudado había recibido US$1 Millón.

Palin fue atacada los días subsiguientes por todos los frentes, en los medios convencionales, incluso con rumores absurdos como que su quinto hijo nacido en abril de este año era realmente hijo de Bristol, la hija de 17 años de Palin, y que ésta había simulado el embarazo para proteger la imagen de Bristol y evitar un escándalo por un supuesto embarazo premarital de ésta. Ni la propia Palin ni la campaña de McCain se molestaron en responder los ataques. Así, generaron una anticipación enorme para la Convención del Partido Republicano de la semana siguiente. Y cuando llegó el día en que hablaba Palin, la atención nacional estuvo al máximo. 38 millones de personas vieron su discurso por televisión, sólo un millón menos que los que vieron el discurso de Obama aceptando la nominación Demócrata la semana anterior. Y en ese discurso Palin estuvo fenomenal y vino con todo. No sólo demostró tener un excelente manejo del podio y del público, sino que demostró que no tiene miedo a enfrentarse a sus críticos. Palin resultó enormemente fortalecida en la percepción pública, y por tanto McCain también.

Ya esta semana ha iniciado con las encuestas mostrando a McCain arriba, algunas incluso por 10 puntos de ventaja sobre Obama. Sé que faltan 2 meses para las elecciones, pero hasta ahora McCain ha sido en todo más ágil y ha mostrado tener una mente estratégica más fina que la de Obama. Con la designación de Palin como VP, McCain asegura que la base republicana irá a votar en masa en noviembre, cosa que prácticamente garantiza en este momento su victoria.

Y aquí viene mi pronóstico: Obama y los Demócratas pasarán los próximos 4 años preguntándose cómo es que entregaron en bandeja de plata una elección que, según todos los pronósticos hasta hace unas cuantas semanas, deberían ganar cómodamente. ¿Aprenderán la lección esta vez?

Comments:
JR:A menos que pase una catástrofe,creo que Obama está perdido.Va a tener razón Keith Burgess-Jackson,quien hace varios meses predijo una contundente victoria de McCain.Por cierto,se habla y escribe más sobre Palin que sobre cualquiera de los otros tres.Yo pienso que cuanto más la ataquen mejor para ella.Y no hay que olvidar que un tercio de los votantes de Hillary no van a votar a Obama y posiblemente no irán a votar
 
Palin además ha energizado la base conservadora y religiosa, que no estaba demasiado entusiasmada de votar por McCain. Esto es lo que tiene a la izquierda y la élite mediática desesperada por atacar a Palin y encontrarle algo que pueda mancharla, porque no son tontos y ya se dieron cuenta de que McCain, al designarla VP, ha dado el tiro de gracia a Obama.
 
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