September 25, 2008

 

Essential Rothbard: Política teórica y práctica


Rothbard pensaba que la guerra era la salud del Estado; por eso se opuso a la política exterior agresiva. Sugirió un retorno a la antigua política norteamericana de aislamiento y neutralidad; en relación con la URSS propugnó por un programa de desarme mutuo hasta el punto en que el aislacionismo se convirtiera de nuevo en militarmente práctico.

Casi todo el mundo asume que la igualdad económica es algo bueno; incluso partidarios del libre mercado como Milton Friedman lo aceptan. Rothbard rechaza la premisa. ¿Por qué asumir que la igualdad es deseable? Para él, la justificación ética exige poner atención a las exigencias de la naturaleza humana; si juzgamos con esta medida, el igualitarismo no se sostiene; los intentos de hacer a todos iguales conducen inevitablemente a la tiranía.

No sólo la biología y la historia diferencian a los seres humanos; la división del trabajo se deriva de la desigualdad de habilidades. Marx y sus seguidores aborrecieron la división del trabajo, que según ellos sería abolida en el socialismo; según ellos alguien podría ser un día agricultor, al siguiente escritor, al siguiente albañil, y así sucesivamente.

Rothbard consideraba esto como una tontería; la división del trabajo es una condición indispensable para el avance de la civilización; ciertos intelectuales defienden que la división del trabajo deshumaniza al hombre porque viven cautivos del mito romántico del hombre primitivo que vivía en armonía con la naturaleza.

Según Rothbard, el que puede bloquear el progreso de los seres humanos es el Estado; el Estado no descansa en la cooperación voluntaria sino en la coerción; no crea riqueza, sólo puede tomar de unos para dar a otros; el contraste entre la acción política y económica no puede ser mayor.

Una de las actividades del Estado más contrarias a la libertad es la guerra ofensiva; por ello Rothbard defendió una política exterior estrictamente defensiva.

Con respecto a los principios socialdemócratas, Rothbard escribió : “En todos los asuntos importantes, los socialdemócratas están contra la libertad y a favor del estatismo. A largo plazo son más peligrosos que los comunistas porque su retórica es más insidiosa ya que dicen que combinan el socialismo con la democracia y la libertad”.

Para Rothbard, el Estado es el enemigo principal y hay que luchar contra él en todos los frentes; criticó a los libertarios de izquierda porque querían utilizar el Estado para lograr objetivos que ellos consideraban deseables.

Rothbard discutió sobre el ataque contra la libertad dirigido por los “líderes de opinión” y los profesores universitarios; según él, la base del problema estaba en que dichos líderes no creían en la moralidad objetiva y recurrían al Estado para imponer sus ideas.

Rothbard trabajó muchos años como uno de los miembros principales del Partido Libertario, del que salió a finales de la década de los años 80.

( David Gordon, The Essential Rothbard, Pag. 94-109 )

Comments:
Rothbard en política exterior fue ingenuo. Es como pensar que en el mundo no existen matones. En ese sentido, Rand era más lúcida.
 
Muchos libertarios,sobre todo en Estados Unidos,tienden a pensar que si alguien hace algo contra EU es porque está respondiendo a un error previo de ellos.Esta tesis está cercana al síndrome de Oslo.Si la tesis fuera válida,tendría que ser aplicada también al revés.O sea,cuando los EU hacen algo contra otro país es porque está respondiendo a un error previo del otro país.
Es algo parecido a los que atribuyen la delincuencia a fallos de la sociedad.Entonces¿a quién atribuimos los fallos de la sociedad?
 
Esa ingenuidad de Rothbard ha sido continuada por muchos discípulos. Incluso Ron Paul, el más diáfano de los políticos, en cuanto a economía y sistema monetario se refiere, cae en esa ingenuidad.

Lamentablemente, en el mundo hay realmente gente mala. Y como acertó Martin Luther King, lo único que se necesita para que los malos triunfen es que los buenos no hagan nada.
 
Los libertarios son kantianos, esto es, les gustaría presentar a los hombres como deberían ser y no como son, siguiendo a Hobbes y al autor del 'Federalista'. Y al ser kantianos esconden la cabeza a los malos, ya sea del vecindario, la ciudad y entre las naciones. Hasta se olvidan de Lord Acton, quien escribió:"lo único que se necesita para que los malos triunfen es que los buenos no hagan nada". Hasta los liberales clásicos sabían que el hombre no es bueno, ni el más ilustrado.
 
Aunque parezca ingenua la postura en política exterior de Rothbard, no le falta razón al asegurar que la guerra es la salud del Estado. Los Estados Nacionales han utilizado los conflictos con otros Estados para afianzar su autoridad y control sobre recursos, sobre las sociedades que gobiernan. En este sentido Rothbard nunca cayó en la "ingenuidad" de considerar que Estado y Sociedad son sólo facetas distintas de la misma cosa.
No sólo son liberarios los que ven en la guerra y en políticas armamentistas "defensivas" un mecanismo de crecimiento del Estado, les remito por ejemplo a un sociólogo de nombre Charles Tilly que ha dedicado mucho tiempo en explicar la vinculación entre guerra y Estado.
También vale la pena recordar que el modelo del Estado de Bienestar fue la Economía de Guerra.
Dejen que las personas comercien entre ellas, sin consideraciones sobre Estados de origen, ni balanzas de pago, y veamos cuántas guerras surgen entonces.
 
La guerra tiende a dar poder al Estado, es cierto. Y muchísimas guerras han sido provocadas y peleadas simplemente por ansias de poder. Las Malvinas es un caso que me viene a la mente.

El problema con la posición de Rothbard y sus seguidores (Hans Herman Hoppe, entre ellos) es que cometen un non sequitur cuando asumen que TODA guerra cumple con ese patrón. ¿Debió acaso Inglaterra rehusarse a confrontar a Hitler?

La libertad es algo que no nos cae del cielo jamás. La frase de Jefferson enunciada en la Declaración de Independencia, en sentido que todo hombre nace libre, es una linda e inspiradora, pero literalmente falsa declaración. Nadie nace libre. La libertad es un bien a ser ganado, y siempre se gana con sangre. Y siempre hay que estar dispuesto a defenderla, con sangre.

Por otro lado, los anarcocapitalistas en la corriente de Rothbard, sostienen que si no hubiera estados y se respetase los derechos de los individuos a comerciar libremente y a vivir según sus propias decisiones, no habría guerras. Y es cierto, pero sólo tan cierto como cualquier tautología puede serlo. Si el Hombre fuese ovíparo en vez de vivíparo, nacería de huevos en vez del útero de su madre. Por definición tiene que ser así.

El problema es que eso no va a ocurrir jamás. La posición anarcocapitalista de Rothbard comete la ingenuidad de asumir que el Estado es el pecado original de la maldad del Hombre. Si tan sólo se elimina el Estado, se reforma la naturaleza humana y de repente todos seremos iluminados y respetaremos los derechos de los demás. Esta es una posición irremediablemente ingenua que niega la naturaleza humana, que es esencialmente prona a la violencia y a la predación sobre los demás seres. Es una posición que se alimenta del mito del noble salvaje.

La naturaleza humana es bestial. Es el proceso civilizatorio, gradual y nunca perfecto, lo que nos permite controlar nuestros impulsos y llevar convivencia relativamente pacífica con nuestros conciudadanos. No es algo innato al Hombre. Lo innato es la bestialidad. Y esto es algo que jamás cambiará, y siempre habrá ovejas negras, y por tanto siempre habrá la necesidad de proteger mediante la fuerza los propios derechos, tanto a nivel individual como colectivo. De allí que las guerras son algo que jamás se eliminará de la realidad humana, con Estado o sin él.

Adicionalmente, la posición anarcocapitalista asume una hiperracionalidad en los humanos, que es contraria a nuestra realidad. Todo lo que sabemos desde tiempos inmemoriales sobre naturaleza humana, reflejado en la sabiduría de todas las religiones, y corroborado por la psicología moderna, es que la faceta racional del Hombre constituye una muy pequeña porción de su comportamiento. Según la posición rothbardiana, no debería haber asaltantes de caminos, pues todo asaltante debería razonar estratégicamente y llegar a la conclusión que si en vez de robar se dedicase a brindar servicios a los mercaderes viajantes, a largo plazo todos estarían en mejores condiciones. El hecho que existen los asaltantes de caminos refuta la posición rothbardiana. Me parece curioso cómo los rothbardianos incurren en eso que Lenin llamaba: "si los hechos contrastan con la ideología, tanto peor para los hechos."

El punto es que siempre habrá gente que no es tan racional como los demás quisiéramos, y que cederán a la tentación de depredar a sus conciudadanos. Ante esto, los conciudadanos tienen que defenderse. Ante lo cual, a su vez, los depredadores se asociarán en pandillas de asaltantes. Ante lo cual, si los ciudadanos productivos se niegan a asociarse y tener una defensa común, quedarán esclavizados.
 
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