December 05, 2008
Lenta agonía de las pensiones de reparto
Leo una noticia sobre el sistema de pensiones en España. Como la mayoría de los países europeos, España tiene un sistema de reparto puro, también conocido como pay-as-you-go. En este sistema, las pensiones de cada año se pagan con las cotizaciones de los trabajadores activos en ese mismo año.
Los elementos más relevantes de la noticia son los siguientes:
1. El ministro de trabajo anuncia que el sistema de pensiones es insostenible y que los menores de 50 años no tienen garantizadas sus pensiones.
2. El monto de las pensiones se va a reducir un 5% porque el periodo de salarios para computarlo va a subir de 15 a 20. En 1997 ya hubo una reducción del 5%.
3. Los dos principales partidos, PSOE y PP, parecen estar de acuerdo en ampliar el periodo de cálculo a toda la vida laboral, lo que reduciría el monto de las pensiones en 30%.
4. La portavoz socialista de la comisión parlamentaria del tema, también denominada como comisión del Pacto de Toledo, aseguró que cualquier decisión debe tomarse por consenso, es decir, deben estar de acuerdo el gobierno, la oposición, los sindicatos y los empresarios.
Los sistemas de reparto tienen dos debilidades básicas:
1. Están expuestos al efecto combinado de dos tendencias demográficas, que son el incremento de la esperanza de vida y la reducción de la tasa de natalidad. La primera aumenta los gastos, porque los jubilados viven más años y cobran más. La segunda reduce los ingresos, ya que cada vez hay menos trabajadores activos y, por tanto, menos cotizaciones. La primera puede paliarse con un aumento en la edad de jubilación, aunque esto es más fácil decirlo que hacerlo. La segunda, a través de la inmigración, lo que daría origen a otros tipos de problemas.
2. Rompen el nexo entre la contribución que cada quien hace al sistema y los beneficios que recibe del mismo. Esto genera incentivos perversos. Uno de ellos es tratar de sacar el máximo beneficio ya que los costos los pagarán quienes vengan detrás. Otro es que las pensiones se convierten en campo del juego político. En España se ha evitado parcialmente el problema político mediante el Pacto de Toledo.
Ya en 1996 José Piñera preparó un estudio en el que advirtió que el sistema español no era sostenible y propuso un paso ordenado y gradual hacia un sistema de capitalización individual. No tengo que decir que nadie le hizo caso. Nuestros políticos nos quieren tanto que harían cualquier sacrificio para no dejarnos solos e indefensos en la jungla salvaje de las cuentas individuales.