February 06, 2009

 

El discreto encanto del cambio


Parece que ya hay cierta cantidad de votantes de Obama que están insatisfechos por decir lo menos. Vean esta carta dirigida al New York Times:

“La razón por la cual la mayoría de los norteamericanos apoyaron a un desconocido, no probado, y escasamente experimentado Barack Obama como presidente fue que estaban desesperados por un cambio. En vez de eso, vemos cómo escoge personas de la maquinaria política de Clinton, creando una virtual tercera presidencia de Clinton, lo que muchos de nosotros trabajamos duro para impedir.

En vez de tomar el legado de Franklin D. Roosevelt, ha tomado el de Bill Clinton. Esto es más que decepcionante, es deshonesto.”

La carta me interesa porque es un compendio de tópicos políticos que son frecuentes no sólo en Estados Unidos sino en todas partes. Veamos:

1. El autor cree saber por qué la gente votó a un candidato. Lo cierto es que cada votante lo hace por razones que sólo él conoce. Estas razones son más amplias de lo que creen los analistas y otros votantes.

2. El remitente demuestra que compró un slogan que lo interpretó a su manera. Pero de hecho no sabe qué quería decir exactamente su candidato con la palabra “cambio”. Su posición no parece demasiado razonable si se toma en cuenta que una parte no despreciable de votantes en las primarias estuvo a favor de Hillary Clinton.

3. Rara vez un presidente elegido tiene un mandato inequívoco. Los candidatos dicen a cada grupo lo que cada uno quiere oír.

4. El autor no debería sentirse tan decepcionado. Al menos su candidato está siguiendo los pasos de Roosevelt en lo que se refiere a las medidas, vanas, para salir de la crisis.

Yo no espero nada de ningún gobierno, así que nunca quedo decepcionado.

Comments:
Escuché por la TV, que le subió el impuesto a los cigarrillos para con ese dinero financiar una campaña social, que benefiará a no sé cuantos millones de niños.
No son medidas que tiendan a la productividad.

Por el sistema político que tiene los americanos, ellos no deberían esperar nada del gobierno, si son fieles a los Padres Fundadores. Al contrario, de lo que ocurre en AL.
 
Concuerdo con usted en que uno no debe esperar nada de ningún gobierno, y yo añadiría más: uno no debe esperar nada de nadie.

En relación a la crisis de EE.UU., parece ser que la mejor manera de enfrentar la crisis es esperar que siga su "evolución natural" o "autoregulación", en vez de aplicar medidas paliativas y cosméticas que sólo logran prolongar y agudizarla más, al igual que crean faltas espectativas de resolución.
 
Concuerdo con usted en que uno no debe arriesgarse a sufrir decepciones de los gobiernos.

En relación a la crisis de EE.UU., parece ser que lo más indicado es esperar a que la crisis se "autorregule", y no aplicar medidas cosméticas y temporales que sólo prolongan la crisis y crean faltas espectativas de resolución.
 
Javier:Muy buena tu observación.Hubo una época en que los estadounidenses eran trabajadores,confiaban en su capacidad y creían que debían ganarse todo con su propio esfuerzo.Ese esquema mental comenzó a resquebrajarse en los años 30.De ahí en adelante,el estatismo ha ido ganando terreno y queda cada vez menos gente con las ideas y valores que hicieron el milagro de EU.

Robert:Lo que más me llama la atención de la crisis es que los gobernantes no parecen haber aprendido nada de la crisis japonesa de los 90.Parece que nadie escarmienta en cabeza ajena.
 
Post a Comment

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?