April 26, 2009
Easterly: El futuro de la ayuda externa
El gran problema con la ayuda externa ha sido su aspiración a un esquema utópico para resolver los complejos problemas mundiales.
A continuación señalo alguna de las cosas que yo creo. Hay que descartar la pretensión de que sabemos cómo resolver los problemas de otros mejor que ellos mismos. No hay que tratar de arreglar gobiernos o sociedades. Hay que dejar de gastar recursos en cumbres y esquemas. La ayuda no puede acabar con la pobreza. Sólo el desarrollo autogenerado basado en el dinamismo de individuos y empresas puede hacerlo. Hay que hacer llegar a los pobres cosas como vacunas, antibióticos, suplementos alimenticios, semillas mejoradas, fertilizantes, caminos, tuberías de agua, libros de texto.
No digo que esto es fácil de realizar, ni que estas soluciones funcionarán, ni que son obviamente correctas. Los individuos deben ser responsables de tareas específicas. Las agencias de ayuda deben especializarse en sectores y países, y deben ser responsables por los resultados mediante una evaluación independiente.
Los agentes de la ayuda pueden experimentar con diferentes mecanismos de ejecución de proyectos, como ONGs, firmas privadas, emprendedores sociales, y quizás hasta gobiernos locales.
El profesor del MIT Abhijit Banerjee presenta ejemplos de ayuda externa que han sido efectivos, como medicinas contra parásitos, suplementos como hierro y vitamina A, educación en el uso de condones, fumigaciones internas para controlar la malaria, subsidios para fertilizantes, vacunas y provisión de agua. Estas no son acciones claves para el desarrollo según un esquema utópico; son intervenciones modestas que mejoran la vida de la gente.
Las agencias de ayuda deben dejar a su personal ganar experiencia en lugares y problemas particulares; de esta forma estarán en capacidad de decidir sobre el terreno qué funciona y qué no; actualmente, las agencias están llenas de generalistas sin conocimientos especializados.
Dennis Wittle y Mari Kuraishi proponen que la ayude funcione en una forma lo más parecida a un mercado libre. Ellos distinguen tres tipos de actores : 1) Emprendedores sociales cercanos a los pobres que proponen proyectos; 2) Individuos e instituciones con conocimiento técnico y práctico; 3) Donantes de fondos.
Ellos visualizan un mercado descentralizado en el que cada categoría tiene varios jugadores que buscan otros jugadores en las otras categorías para acciones específicas.
Una propuesta que merece probarse es la emisión de cheques de desarrollo a comunidades pobres que estas pueden redimir por cualquier cosa que necesiten, sean medicinas, fertilizantes, textos escolares, o lo que sea. Los pobres elegirían tanto el bien como la agencia. Las agencias tendrían que convertirse en una especie de empresarios sociales.
Los Planificadores llevan sesenta años a cargo de la ayuda, con muy pocos resultados. Creo que ya es tiempo de dar oportunidad a los Buscadores.
( William Easterly, The White Man’s Burden, 2006, Pag. 367-384 )
Comments:
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Interesante.
¿Dónde deja la institucionalidad, que permita al individuo desarrollarse, esto es, un constitución de libertad, que garanitice la vida y la propiedad?
Supe por vía intermedia, gracias a un oficial de marino que lo enviaron en el Cuerpo de Paz de la ONU a Haití, que el dinero no le llega a los pobres y que los burócrates se quedan con todo, y luego la cambian por joyas.
El punto está en que las naciones que se metieron en Haití, no se han esmerado por cambiar la institucionalidad, para que las personas puedan crear riqueza.¿De qué les sirve -como lo hace el gobierno chileno- que quiere que Haití imita el sistema de salud o educación chileno, si no producen riqueza? Entonces, caemos en la ayuda externa
¿Dónde deja la institucionalidad, que permita al individuo desarrollarse, esto es, un constitución de libertad, que garanitice la vida y la propiedad?
Supe por vía intermedia, gracias a un oficial de marino que lo enviaron en el Cuerpo de Paz de la ONU a Haití, que el dinero no le llega a los pobres y que los burócrates se quedan con todo, y luego la cambian por joyas.
El punto está en que las naciones que se metieron en Haití, no se han esmerado por cambiar la institucionalidad, para que las personas puedan crear riqueza.¿De qué les sirve -como lo hace el gobierno chileno- que quiere que Haití imita el sistema de salud o educación chileno, si no producen riqueza? Entonces, caemos en la ayuda externa
Hay una gran arrogancia en creer que se puede llegar a un país y cambiarlo.Cualquier sociedad es un sistema complejo que resulta muy difícil de entender para la gente de fuera.Yo estoy totalmente de acuerdo con Easterly cuando dice que el desarrollo sólo puede ser conseguido por la actividad interna y no por la ayuda externa.
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