May 19, 2009
Panamá: ¿Paraíso fiscal?
(Artículo que me publicó la Revista Agenda, mayo de 2009)
Nuestro país vuelve a enfrentarse a la amenaza de entrar en listas negras que gobiernos extranjeros confeccionan, tildándonos de paraíso fiscal. ¿Qué significa esto para Panamá, qué opciones tenemos ante esta recurrente amenaza, y cómo debemos proceder?
El problema
Los gobiernos de países con altos impuestos, a través de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), tienen más de una década acusando a países como Panamá, de erosionar injustamente la base impositiva de aquéllos. Llaman a dichos países en forma peyorativa, ‘paraísos fiscales’, y alegan que éstos incurren en prácticas de competencia fiscal desleal que facilitan el que personas que son sujetos de impuestos en los países de alta tributación, evadan ilícitamente impuestos en esos países.
La presión se había abatido desde inicios de este siglo. Durante la administración del presidente George W. Bush, la posición del gobierno de los Estados Unidos fue no continuar apoyando la iniciativa de la OCDE. El entonces Secretario del Tesoro Paul O’Neill manifestó que “Los Estados Unidos no apoya esfuerzos para dictar a país alguno lo que sus propias tasas impositivas o su sistema fiscal debería ser, y no participará en iniciativa alguna para uniformar los sistemas fiscales mundiales. Los Estados Unidos simplemente no tiene interés en obstaculizar la competencia que fuerza a los gobiernos, como los negocios, a crear eficiencias.”
Así las cosas, la OCDE reorientó su esfuerzo hacia el objetivo de que los paraísos fiscales estableciesen mecanismos para el intercambio de información con otros países, con el fin de combatir la evasión fiscal. Antes del gobierno de Bush, la iniciativa de la OCDE era mucho más ambiciosa y pretendía no sólo el intercambio de información, sino también forzar a los Estados a elevar sus tasas impositivas.
Doble estándar
Esta presión obligó a las autoridades de nuestro país a tomar acciones para evitar la adopción de medidas discriminatorias contra Panamá. Nuestro país firmó una carta compromiso en 2002, mediante la cual el país se obligaba a establecer mecanismos necesarios para garantizar el efectivo intercambio de información a autoridades tributarias de otros países, cumpliendo ciertas condiciones, la más importante de ellas siendo que Panamá sólo cumpliría con este compromiso en la medida que esta obligación fuese aplicada a todos los demás países de forma equitativa y no discriminatoria, incluyendo a los países miembros de la OCDE.
Esto es importante porque existen países miembros de la OCDE que no cumplen esta exigencia de intercambio efectivo de información fiscal, y que sin embargo no eran sujeto de ninguna lista negra ni de sanciones de ningún tipo. Lo que la carta compromiso que firmó Panamá en 2002 decía de modo muy diplomático era en esencia el equivalente a ‘nosotros lo haremos cuando lo hagan los demás’.
Llega la crisis
Las circunstancias han cambiado con la crisis financiera global. Ante una contracción económica las recaudaciones de impuestos se reducen. Y como los gobiernos no son particularmente buenos en adaptarse a nuevas circunstancias, durante tiempos de vacas flacas, en vez de efectuar recortes del gasto público, que es lo que deberían hacer, lo que hacen casi siempre es meter más la mano al bolsillo de los contribuyentes, aumentando los impuestos y eliminando lagunas legales que permiten a los contribuyentes reducir su carga fiscal.
Era de esperarse entonces que los gobiernos comenzasen a apretar la correa a los contribuyentes y reavivasen la iniciativa de la OCDE contra los llamados paraísos fiscales.
¿Qué debemos hacer?
¿Debe Panamá plegarse a las presiones de la OCDE y establecer mecanismos efectivos de intercambio de información tributaria? Es importante señalar que Panamá no recibiría beneficio directo de ningún acuerdo de intercambio de información en materia tributaria. Panamá tiene un sistema impositivo territorial, es decir, sólo grava con impuesto sobre la renta, los ingresos obtenidos de actividades que surten sus efectos en Panamá. Cualesquiera ingresos por actividades que surtan sus efectos fuera de Panamá, no son gravables aquí.
Pero sería irresponsable no tomar en serio esta nueva amenaza. Nuestra economía está basada en el sector servicios, y dependemos del comercio y la globalización. Cualquier medida discriminatoria contra Panamá, que hagan más onerosa para los capitales externos la inversión en nuestra economía, tendría efectos nocivos que serían sentidos por todos los panameños, directa o indirectamente. Este pequeño país no puede permitirse improvisaciones en un tema de tal trascendencia.
Nuestro país vuelve a enfrentarse a la amenaza de entrar en listas negras que gobiernos extranjeros confeccionan, tildándonos de paraíso fiscal. ¿Qué significa esto para Panamá, qué opciones tenemos ante esta recurrente amenaza, y cómo debemos proceder?
El problema
Los gobiernos de países con altos impuestos, a través de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), tienen más de una década acusando a países como Panamá, de erosionar injustamente la base impositiva de aquéllos. Llaman a dichos países en forma peyorativa, ‘paraísos fiscales’, y alegan que éstos incurren en prácticas de competencia fiscal desleal que facilitan el que personas que son sujetos de impuestos en los países de alta tributación, evadan ilícitamente impuestos en esos países.
La presión se había abatido desde inicios de este siglo. Durante la administración del presidente George W. Bush, la posición del gobierno de los Estados Unidos fue no continuar apoyando la iniciativa de la OCDE. El entonces Secretario del Tesoro Paul O’Neill manifestó que “Los Estados Unidos no apoya esfuerzos para dictar a país alguno lo que sus propias tasas impositivas o su sistema fiscal debería ser, y no participará en iniciativa alguna para uniformar los sistemas fiscales mundiales. Los Estados Unidos simplemente no tiene interés en obstaculizar la competencia que fuerza a los gobiernos, como los negocios, a crear eficiencias.”
Así las cosas, la OCDE reorientó su esfuerzo hacia el objetivo de que los paraísos fiscales estableciesen mecanismos para el intercambio de información con otros países, con el fin de combatir la evasión fiscal. Antes del gobierno de Bush, la iniciativa de la OCDE era mucho más ambiciosa y pretendía no sólo el intercambio de información, sino también forzar a los Estados a elevar sus tasas impositivas.
Doble estándar
Esta presión obligó a las autoridades de nuestro país a tomar acciones para evitar la adopción de medidas discriminatorias contra Panamá. Nuestro país firmó una carta compromiso en 2002, mediante la cual el país se obligaba a establecer mecanismos necesarios para garantizar el efectivo intercambio de información a autoridades tributarias de otros países, cumpliendo ciertas condiciones, la más importante de ellas siendo que Panamá sólo cumpliría con este compromiso en la medida que esta obligación fuese aplicada a todos los demás países de forma equitativa y no discriminatoria, incluyendo a los países miembros de la OCDE.
Esto es importante porque existen países miembros de la OCDE que no cumplen esta exigencia de intercambio efectivo de información fiscal, y que sin embargo no eran sujeto de ninguna lista negra ni de sanciones de ningún tipo. Lo que la carta compromiso que firmó Panamá en 2002 decía de modo muy diplomático era en esencia el equivalente a ‘nosotros lo haremos cuando lo hagan los demás’.
Llega la crisis
Las circunstancias han cambiado con la crisis financiera global. Ante una contracción económica las recaudaciones de impuestos se reducen. Y como los gobiernos no son particularmente buenos en adaptarse a nuevas circunstancias, durante tiempos de vacas flacas, en vez de efectuar recortes del gasto público, que es lo que deberían hacer, lo que hacen casi siempre es meter más la mano al bolsillo de los contribuyentes, aumentando los impuestos y eliminando lagunas legales que permiten a los contribuyentes reducir su carga fiscal.
Era de esperarse entonces que los gobiernos comenzasen a apretar la correa a los contribuyentes y reavivasen la iniciativa de la OCDE contra los llamados paraísos fiscales.
¿Qué debemos hacer?
¿Debe Panamá plegarse a las presiones de la OCDE y establecer mecanismos efectivos de intercambio de información tributaria? Es importante señalar que Panamá no recibiría beneficio directo de ningún acuerdo de intercambio de información en materia tributaria. Panamá tiene un sistema impositivo territorial, es decir, sólo grava con impuesto sobre la renta, los ingresos obtenidos de actividades que surten sus efectos en Panamá. Cualesquiera ingresos por actividades que surtan sus efectos fuera de Panamá, no son gravables aquí.
Pero sería irresponsable no tomar en serio esta nueva amenaza. Nuestra economía está basada en el sector servicios, y dependemos del comercio y la globalización. Cualquier medida discriminatoria contra Panamá, que hagan más onerosa para los capitales externos la inversión en nuestra economía, tendría efectos nocivos que serían sentidos por todos los panameños, directa o indirectamente. Este pequeño país no puede permitirse improvisaciones en un tema de tal trascendencia.
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¿Hasta que punto es permitido mantener el secreto bancario de las entidades financieras en un momento dado, poniendo como ejemplo el reciente que caso de las cuentas de la compañía DMG en Panamá, donde una entidad bancaria, se percató de antemano, de las irregularidades en las cuentas de DMG, y decidió cerras las mimas, sin embargo no realizó ninguna notificación a las autorides competentes, ya sea la Superintendencia de Bancos u otra entidad?, y de qué forma se benficiaría Panamá aceptando las exigencias de la OCDE, fuera del hecho de retirar a Panamá de la lista gris?.
Willmar Carmona,
Estudiate
Finanzas y Banca
Universidad de Panamá
Willmar Carmona,
Estudiate
Finanzas y Banca
Universidad de Panamá
Según entiendo, el secreto bancario se mantiene a excepción de una solicitud judicial, así que si el ministerio público, durante su investigación solicitace información a un banco, el banco tendría que darla.
No sé a qué banco te refieres que cerró cuentas y no realizó ninguna notificación...Pero si las cerro y la cuenta realizaba transacciones raras, seguramente la UAF (Unidad de Análisis Financiero), una entidad adjuta al Ejecutivo, recibió información. En este caso, no sería la primera vez que a la UAF se le envía información y no actúan con antelación...
Me corregirán los autores si me equicovo. En todo caso, los bancos le tienen que enviar a la UAF, por ejemplo, informes sobre cualquier depósito mayor a 10 mil dólares (en efectivo), y hay otros casos de transacciones que también son reportados....
En mi opinión, Panamá no se vería "beneficiado" al aceptar las exigencias de la OCDE, simplemente reduciría el riesgo de que el gobierno de otro país (con compañías o personas que invierten o quieren invertir en Panamá) sean de alguna manera castigados. Este es el argumento de Jaime Raúl Molina...
Pero Panamá debiera de luchar hasta el último instante para combatir estas exigencias...lo que ellos quieren es disminuir la competencia con sus sistemas impositivos, utilizando como amenaza el peso que puedan tener sus empresarios en nuestro país
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No sé a qué banco te refieres que cerró cuentas y no realizó ninguna notificación...Pero si las cerro y la cuenta realizaba transacciones raras, seguramente la UAF (Unidad de Análisis Financiero), una entidad adjuta al Ejecutivo, recibió información. En este caso, no sería la primera vez que a la UAF se le envía información y no actúan con antelación...
Me corregirán los autores si me equicovo. En todo caso, los bancos le tienen que enviar a la UAF, por ejemplo, informes sobre cualquier depósito mayor a 10 mil dólares (en efectivo), y hay otros casos de transacciones que también son reportados....
En mi opinión, Panamá no se vería "beneficiado" al aceptar las exigencias de la OCDE, simplemente reduciría el riesgo de que el gobierno de otro país (con compañías o personas que invierten o quieren invertir en Panamá) sean de alguna manera castigados. Este es el argumento de Jaime Raúl Molina...
Pero Panamá debiera de luchar hasta el último instante para combatir estas exigencias...lo que ellos quieren es disminuir la competencia con sus sistemas impositivos, utilizando como amenaza el peso que puedan tener sus empresarios en nuestro país
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