July 05, 2009

 

John Stossel: ¿Y los pobres?


En 1964, el año en que el presidente Johnson proclamó la guerra contra la pobreza, EU tenía 19% de pobres. En 2002 eran 11.3%. Sin embargo, entre 1959 y 1964 la pobreza bajó de 22.4% a 19%, sin ninguna guerra. En el fondo, la guerra contra la pobreza la perpetuó. ¿Por qué? Porque los programas del gobierno enseñan a la gente a ser dependientes.

La visión izquierdista de un país que explota a los pobres es una mentira promovida por políticos que triunfan diciendo a la gente que son víctimas. En realidad, las oportunidades abundan para quienes están dispuestos a trabajar. El éxito de los inmigrantes lo comprueba.

En una ocasión, estábamos buscando material para un programa y vimos en Denver varios individuos con pancartas que decían : “Trabajaremos por comida”. Me acerqué a uno de ellos y entablamos la siguiente conversación:

Jeff Hubert : Yo puedo trabajar en cualquier cosa.
Stossel : ¿Prepararía hamburguesas en Burger King?
Jeff Hubert : No. Es un trabajo monótono.
Stossel : ¿Quizás en la construcción?
Jeff Hubert : Imposible. Problemas de espalda.
Stossel : ¿Trabajaría cinco días a la semana?
Jeff Hubert : No puedo.
Stossel : ¿Por qué?
Jeff Hubert : ¿Por qué uno debe trabajar todos los días si no quiere?

Bob Cote, quien dirige un centro de rehabilitación en Denver, me dice que los burócratas se sienten cómodos manteniendo a los pobres como víctimas.

Además, dice que el welfare ha creado una industria de la pobreza, cuyos miembros necesitan mantenerse en el negocio. Al principio esto me pareció increíble, pero le experiencia me ha enseñado que es cierto. Hace algún tiempo visitamos Shannon County, donde viven los Lakota Sioux. Cada mes reciben un cheque del gobierno federal. Casi nadie quiere trabajar. El desempleo en esta tribu es de 80%. El Bureau of Indian Affairs (BIA), que debía mejorar su vida, la empeoró.

En 1944 el BIA puso a los Choctaw en una reserva en Mississippi. Por dos décadas vivieron en la pobreza. Entonces solicitaron exención de las normas del BIA. En 1969 crearon una compañía de construcción. Luego crearon fábricas que generan cientos de millones en ventas. Han construido sus propias escuelas y hospitales. Ahora son ricos y prósperos porque se independizaron del welfare.

Para ofrecer a los pobres un mejor lugar para vivir, el Department of Housing gastó billones en viviendas públicas. El resultado general no ha sido bueno. En todos los proyectos, a lo largo y ancho de EU, los ascensores no funcionan, no se efectúan las reparaciones necesarias, y el crimen campa a sus anchas.

Yo solía creer que la caridad privada no podría lograr resultados positivos frente a la pobreza. Ahora me doy cuenta de que podría hacer mucho más si el gobierno no hubiera ocupado este campo. En los años 1920s, el 30% de los estadounidenses pertenecían a sociedades de ayuda mutua. Estas pagaban a los médicos, construían orfanatos, daban de comer a los pobres. Ayudaban a los necesitados, pero enseñaban la autosuficiencia.

En una ocasión conocí Delancey Street, una sociedad de ayuda mutua en San Francisco, formada por exconvictos. Actualmente manejan varias empresas con gran éxito. La fundadora, Mimi Silbert, me dijo que estuvieron a punto de fracasar por culpa de la burocracia gubernamental. Afortunadamente logró quitársela de encima.

( John Stossel, Give me a break, 2004, Pag. 217-238 )

Comments: Post a Comment

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?