August 24, 2009
Libro del mes: Una crisis y cinco errores
Autor : Carlos Rodríguez Braun y Juan Ramón Rallo, Editorial Lid, 2009, 125 Páginas
Comentario : Manuel Llamas
Desde hace dos años, la economía mundial vive una crisis económica y financiera de grandes dimensiones, y que se achaca al libre mercado y a la desregulación. Lo que se pide es más Estado y menos mercado.
El libro se propone desmontar las supuestas causas y las falsas soluciones. Permite comprender cómo hemos llegado hasta aquí, así como los perniciosos efectos de las medidas aplicadas por los gobiernos.
¿Es culpable el liberalismo? El peso del Estado no ha hecho más que crecer en las últimas décadas. La presión fiscal como porcentaje del PIB ha aumentado. Y las regulaciones públicas siguen creciendo.
¿Habrá sido la codicia de especuladores, ejecutivos y banqueros? Para que exista una burbuja es imprescindible que gran número de personas se endeuden en exceso. Y esto no hubiera sido posible sin unos tipos de interés excesivamente bajos, cortesía de las entidades públicas monopólicas llamadas bancos centrales.
Entonces la culpa debe ser del libre mercado. Pues tampoco. La banca y las finanzas son el sector económico más intervenido. El sistema financiero se mueve permanentemente al borde de la insolvencia. Los bancos se endeudan a corto plazo y prestan a largo plazo. Y la banca central presta el dinero necesario para mantener el negocio.
La abundancia de dinero fácil permite emprender proyectos que luego se demuestra que son inviables. La morosidad se dispara y los bancos se quedan con bienes y activos cuyos precios estaban hinchados.
Tras el colapso, el Estado acude al rescate. Pero la solución sería que los depositantes se convirtieran en accionistas. Si el banco sobrevive, podrían recuperar la inversión y obtener ganancias.
Los autores desmontan el mito del gasto público para estimular la economía y generar empleo. Tales medidas disparan el déficit y la deuda. El Estado merma un ahorro privado que es esencial para la recuperación económica.
La liquidación de las malas inversiones, así como el ajuste de los precios relativos y la estructura productiva son clave para volver a crecer sobre bases sólidas. El proceso inevitable y doloroso será más corto si el gobierno no interviene.