October 25, 2009

 

Las Memorias de Revel: Las mesas cojas


1. Resumen del capítulo

Sobre mayo del 68, Revel cree que los participantes pasaron de las antiguallas de Marx a las de Mao. No fueron conscientes de que, en esencia, se trataba de un movimiento individualista y liberal. Lamentablemente sus esquemas mentales no les permitieron comprender algo como esto.

Revel habla con gusto sobre sus años de profesor. Cuenta que siempre se preocupó por entender a cada alumno y evaluar su disposición, carácter y voluntad de estudiar. Muy pronto se dio cuenta de que muchos alumnos no conseguían seguir la clase porque estaban demasiado ocupados tomando apuntes. Revel entonces encontró una solución ingeniosa, que consistía en dividir la clase en dos partes. En la primera, exponía el tema en detalle y no permitía tomar apuntes. En la segunda, presentaba un resumen que los alumnos podían recoger en sus cuadernos. Finalmente, había un periodo de preguntas y respuestas.

Pasando a sus años como director de L’Express, cuenta los dos artículos que escribió con Branko Lazitch sobre el secretario general del PC francés Georges Marchais. Marchais fue voluntariamente a Alemania a trabajar en la empresa aeronáutica Messerschmitt en 1942. Entre 1943 y 1947 había extrañas lagunas en su biografía, que nunca se pudieron dilucidar. Los dos artículos causaron un escándalo de colosales dimensiones.

Revel cuanta sus correrías por América Latina, especialmente con Carlos Rangel, autor del libro “Del buen salvaje al buen revolucionario”. Curiosamente, se publicó antes en francés que en español. Respecto a AL, presenta una escena surrealista. En 1994 se ofreció una cena a Octavio Paz, patrocinada por Alain Juppé, ministro francés de asuntos exteriores. En total había unos quince comensales, entre profesores, diplomáticos, escritores, periodistas y académicos. Enseguida comenzó una discusión sobre AL. Todo el mundo gritaba de lo lindo. Pero a nadie se le ocurrió consultar la opinión de Octavio Paz, quien no abrió la boca.


2. Textos escogidos

·Los sesentayochistas equivocaron su auténtica vocación, que era de esencia liberal e individualista, y se endosaron las consignas más polvorientas de la biblia socialista en lugar de percibirse a sí mismos como lo que eran: los frutos delicados del invernadero capitalista liberal y democrático. Es cierto, habían dado una patada al último de los “crápulas estalinistas”, como decían. ¿Para qué? ¿Para acabar adulando con estúpida ceguera a los crápulas maoístas?

·El esfuerzo intelectual ya no se considera indispensable para ser un buen estudiante. Deplorar esta omisión se ha convertido en “reaccionario”. La “sociedad” sería la única responsable del resultado de los estudios. De hecho, ya no se dice que un alumno es vago, se dice que sufre fracaso escolar, plaga anónima que se precipita sobre el desafortunado como la lluvia o el sarampión.

·Georges Marchais, secretario general del PC francés, era arrogante, tiránico, vanidoso, mentiroso. Hería, humillaba, insultaba a los periodistas con toda la grosería del pope y la suficiencia del mediocre. La prensa francesa, incluso enemiga, en lugar de mandarle a paseo para convencerle de la inutilidad de su arrogancia, se inclinaba ante sus ofensas, llegando a elogiarlo y ensalzarlo como un formidable “animal televisivo”, según la expresión típica.

·Las dos fuentes de inspiración de Carlos Rangel son los errores de América Latina sobre sí misma y los errores de los europeos sobre América Latina. Las aberraciones e ilusiones de los latinoamericanos siempre han sido alentadas por las proyecciones narcisistas de los europeos. Para ellos AL es como el espejo de sus propias obsesiones. Después de la descomposición de la revolución imaginaria de 1968, los europeos trataron de hacer sus sueños realidad con los guerrilleros tupamaros, montoneros y demás.

( Jean-Francois Revel, Memorias, Pag. 407-451 )

Comments:
excelentes resumenes no me los pierdo!!
 
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