November 22, 2009
Episodios económicos de EU: Revolución capitalista
La revolución de 1776 fue dirigida contra la tiranía de Jorge III y los temas económicos tuvieron un papel importante. Los norteamericanos se rebelaron contra el mercantilismo británico y los impuestos arbitrarios.
Una de las primeras leyes mercantilistas fue la Molasses Act de 1733, que impuso aranceles altos a la importación de melaza de las Indias Occidentales Francesas. Luego vinieron las Navigation Acts. Estas prohibían a cualquier barco construido fuera del imperio británico participar en el comercio con las colonias. Además, incluían una lista cambiante de bienes producidos en las colonias americanas que sólo podían venderse en Inglaterra. En adición había productos que sólo podían importarse de Inglaterra. Finalmente, tenían regulaciones que impedían el comercio entre las colonias americanas.
En 1764 el gobierno británico impuso la Sugar Act, que ponía altos aranceles a la importación de azúcar. Los aranceles promovieron el contrabando y los británicos respondieron enviando más burócratas para hacer cumplir la ley.
Todavía más problemática resulto la Stamp Act de 1765, que afectaba a los americanos en diferentes momentos de la vida. La ley exigía un impuesto para asuntos como licencias de matrimonio, títulos de propiedad, y muchos otros. Este impuesto era altamente visible y muchos lo consideraban como un robo legalizado. El parlamento británico tuvo que eliminarlo en 1766.
Las Townshend Acts de 1767 impusieron una serie de nuevos aranceles a los bienes importados de Inglaterra. Los comerciantes lideraron las protestas para boicotear las importaciones británicas y las leyes tuvieron que ser derogadas.
En 1773 se impuso la Tea Act, que imponía mayores aranceles a la importación de té. Los comerciantes creían que esta ley los arruinaría. El 16 de diciembre de 1773 un grupo organizó el famoso Boston Tea Party y lanzaron toneladas de té al puerto de Boston.
La generación de la Revolución adoptó la libertad económica. Se protegió la libertad de contratar y los derechos de propiedad. Se prohibieron los aranceles proteccionistas entre los estados y los impuestos a las exportaciones. Los impuestos sólo podían establecerse para el bienestar general, y no el de grupos específicos.
Los fundadores asignaron muy pocas funciones al gobierno federal. Pero un grupo de políticos, entre ellos Alexander Hamilton, preferían un gobierno más poderoso.
La Décima Enmienda incluyó lo que se entiende como soberanía dual. El gobierno central tenía ciertos poderes para frenar las proclividades tiránicas de los estados y los estados tenían iguales poderes para frenar la opresión del gobierno central.
Aplicando este principio, Jefferson creó los principios de interposición y nulificación. Los estados y la gente se reservaban el derecho de juzgar por sí mismos si ciertos actos del gobierno central eran constitucionales o no. En el futuro, ambos principios, e incluso la amenaza de secesión se utilizaron para impedir la introducción del mercantilismo.
Estos principios se utilizaron en numerosas ocasiones para proteger la libertad económica antes de 1865. Por ejemplo, en la eliminación del Bank of the United States y la nulificación de la llamada Tariff of Abomination en South Carolina.
Aunque la Revolución Americana fue en gran parte una revuelta contra las políticas mercantilistas del gobierno británico, y aunque los fundadores pretendieron garantizar las libertades económicas de los ciudadanos, a partir de 1865 ya no hubo efectiva oposición política al mercantilismo.
En el segundo año de Lincoln, el arancel promedio se triplico a más de 47% y se mantuvo alto durante la mayor parte de los cincuenta años siguientes.
Durante la guerra civil, las National Curreney Acts pusieron los fundamentos del banco central, y el gobierno central comenzó una política de subsidios a ferrocarriles y otras industrias. La revuelta contra el mercantilismo terminó.
( Thomas DiLorenzo, How capitalism saved America, 2004, Pag. 63-78 )