January 28, 2010

 

Estatismo en la antigua Roma


Dedico este artículo a quienes me dicen que las ideas liberales son anticuadas porque nacieron en el siglo XIX. Quizás descubran en el escrito algunas cosas interesantes y sorprendentes.

En los primeros tiempos, la sociedad romana se basaba en la agricultura, con pequeños agricultores y ganaderos. Hacia el siglo segundo AC se produjo un proceso de urbanización y aparecieron grandes negocios. La inmigración aumento por las grandes oportunidades que ofrecía la economía. Existía libertad de empresa, libre comercio, gobierno limitado y bajos impuestos.

En esa época, cada romano se consideraba responsable de obtener su propio ingreso. Posteriormente, muchos ciudadanos fueron cambiando sus ideas sobre la responsabilidad personal y pensaron que podían vivir del Estado. Uno de los primeros hitos del proceso se dió cuando Claudio concurrió a las elecciones para tribuno con la promesa de “trigo gratis para las masas” y ganó.

Cuando Julio César llegó al poder en el año 48 AC, encontró que había 320,000 personas en el programa gubernamental de trigo gratuito. El ordenó que los beneficiarios se redujeran a 200,000. Pero unos cincuenta años después, la cifra volvió a los 320,000.

Un acontecimiento clave se dio en el año 274 DC, cuando el emperador Aureliano convirtió el derecho a la ayuda en hereditario. Además, comenzó a distribuir pan en vez de trigo, y añadió sal, carne de cerdo y aceite de oliva.

El gobierno se responsabilizó también por ofrecer entretenimiento a la gente. Para ello se diseñaron circos muy elaborados y duelos de gladiadores. Se estima que el gasto era de unos 100 millones de dólares anuales sólo en la ciudad de Roma.

Ya para el siglo segundo DC, muchas ciudades estaban endeudadas hasta el cuello. Comenzando con el emperador Adriano, las ciudades que tenían serias dificultades financieras perdieron su autonomía y el gobierno central las sometió al control de delegados imperiales. La autoridad local fue reemplazada progresivamente por el gobierno central.

Estallaron guerras civiles y conflictos de todo tipo en la medida en que cada facción quería controlar el enorme aparato del gobierno para obtener beneficios. De los veintisiete emperadores que hubo entre los años 180 y 285 DC, veinticinco fueron asesinados.

Los altos impuestos y las regulaciones más minuciosas fueron elementos dominantes en esa época. Los negocios tenían que mantener un creciente cuerpo de parásitos públicos. Y se perdió el respeto por la propiedad privada.

Para la época del emperador Antonino Pío, entre 138 y 161 DC, la burocracia estatal ya resultaba asfixiante. Según el historiador Trever, los agentes imperiales de impuestos aparecían por todos los rincones para espiar el mínimo intento de evasión. Y Hardy dice que el costo del ejército, la burocracia y los programas públicos exigían tal nivel de impuestos que la otrora floreciente clase media prácticamente desapareció.

El Estado se convirtió en la principal fuente de ingresos para más y más romanos. Los impuestos hicieron quebrar a muchos negocios, que fueron nacionalizados. Sectores enteros pasaron a manos del Estado. El primero fue el del transporte, sobre todo el de barcos. Por otro lado, el gobierno intervino de lleno en la agricultura. Por ejemplo, el emperador Domiciano, para reducir la producción y aumentar el precio del vino, ordenó destruir la mitad de los viñedos.

A medida que el gobierno se convirtió en el proveedor universal, se desarrolló el culto a los emperadores. Por ejemplo, nadie podía acercarse a Diocleciano sin arrodillarse. Los libres y orgullosos ciudadanos de los primeros tiempos jamás hubieran aceptado ese servilismo ante sus gobernantes.

Roma sufrió también a causa de la inflación. El denario, que originalmente era casi totalmente plata, fue envilecido por los sucesivos emperadores hasta que en el año 268 DC sólo contenía 0.02% de plata. La política de envilecimiento produjo crisis periódicas. Los precios se disparaban y los gobernantes culpaban a los comerciantes. La gente comenzó a utilizar el oro pero el gobierno lo prohibió bajo penas severas.

La población exigió una solución para los problemas económicos y el emperador Diocleciano respondió con su famoso Edicto del año 301 DC. El mismo estableció un detallado sistema de control de precios y salarios, impuestos bajo la pena de muerte. A pesar de que corrió mucha sangre, el Edicto fracasó. Los productores no estaban dispuestos a ofrecer productos por los que no podían obtener un precio razonable.

Diocleciano ordenó también que los oficios y profesiones fueran hereditarios. Durante su mandato, el 50% de los hombres del imperio estaban en la planilla del gobierno.

En el año 476 DC el bárbaro Odoacro depuso al último emperador, Rómulo Augústulo. Así terminó el imperio, que ya estaba carcomido por dentro. Los antiguos decían que la historia es maestra de la vida. La cuestión es si los alumnos somos buenos o malos.

(Artículo del autor, publicado en el diario La Prensa)

Comments:
que buen artículo. felicitaciones. es uno de esos artículos que se ven poco en internet aunque lo que dice debería ser pegado en cada puerta de cada casa y enseñado en las escuelas.

deberías ir pensando en publicar un libro.

de los romanos, efectivamente la mal práxis económica es lo que bota los imperios.

si ha habido una razón por la cual los imperios caen es por los malos manejos económicos provocados por la corrupción del poder.

aunque no conozco a fondo los detalles, aparentemente a los egipcios les pasó parecido. esas pirámides se hicieron con dinero público, pagando trabajadores experimentados para que las construyeran. los increíbles costos de construir las pirámides salían de los altos impuestos y el control del mercado. la corrupción pública, por ejemplo, hacía que los alcaldes se vieran implicados en casos de robo y trasciego ilegal de los tesoros de tumbas más viejas.

la monarquía francesa también se fue al diablo por las estupideces económicas de luis 15 y luis 16.

en el caso de los romanos llegaron a un punto en que no tenían los recursos para amntener un ejercito que les protegiera las fronteras problemáticas, por lo que se vieron obligados a contratar ejércitos extranjeros para esa función a cambio de tierras. pero entre más tierras entregaban, menos dinero recibía el imperio. menos dinero, menos ejercito y a entregar más tierras y así seguía la espiral decadente hasta que como decís llegó al punto de caer en manos de los bárbaros en momentos en que tenían a un niño como emperador.

lo que pasa es que hoy, con la tecnología actual esos procesos decadentes pueden acontecer mucho más rápido.

quién quita y este sea el momento histórico de la caída de un imperio? seríamos testigos de uno de las reacciones más poderosas del mercado, estaríamos en primera fila.

en fin, no te quito más tiempo. quedé muy contento con la entrada. te quedó muy bien. saludos.
 
Gracias,Rigo,por tus más que amables palabras.La historia de Roma me interesó desde niño.Cada vez me convenzo más de que,en esencia,tanto en política como en economía,lo que pasa hoy ya pasó allí.Por cierto,tengo dos o tres libros de historía económica romana pendientes de leer.En cuanto al artículo en sí,mi objetivo era mostrarles a los antiliberales locales que sus ideas estatistas son más antiguas que las liberales,sin decirlo expresamente.Parece que captaron la idea,ya que ninguno trató de refutarme.Saludos,Rigo,y suerte con
Otto.
 
me pregunto si los obamas o sarkosys o browns o putins o el chino considerarán la historia para diseñar sus políticas.

será que ellos mismso no creen en la historia? qué les hace pensar que obtendrán resultados diferentes repitiendo los mismos errores?
 
Puede que no conozcan mucho la historia,o que crean que ellos son más inteligentes y astutos.Ya conoces el refrán de que nadie escarmienta en cabeza ajena.
 
Post a Comment

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?