February 24, 2010
Herejes del clima: Steve Milloy
En los círculos verdes Milloy es un paria. Pero para muchos científicos preocupados por la corrupción de la ciencia a causa de las agendas políticas, es un héroe. Durante años, Milloy ha predicado su mensaje en su página web.
Hubo una época en que Milloy era uno de los muy pocos que discutía los dogmas. Como él dice, ahora mucha gente discute si hay o no verdadera ciencia detrás del calentamiento global, pero hacia el año 2000 estaba casi solo.
Como invitado regular en Fox News y autor de varios libros populares sobre el ambiente y la ciencia, Milloy es una de las figuras más prominentes entre los disidentes. Su ultimo libro es “Green Hell : How Environmentalists Plan to Control Your Life and What Can You Do to Stop Them.”
Aunque es más conocido por sus trabajos sobre el clima, Milloy incursiona en otras áreas donde la histeria popular no se asienta en principios científicos sólidos, como los productos de consumo peligrosos o la fiebre porcina.
Milloy explica pacientemente los principios científicos para mostrar que ciertos riesgos son exagerados por los medios de comunicación y los políticos. Tomemos el caso de las dioxinas. Milloy cree que los estándares de la EPA son ridículamente restrictivos. En una ocasión hizo analizar uno de los helados de Ben & Jerry y encontró que tenía 2,000 veces el nivel de dioxinas que la EPA consideraba como “seguro”.
La OMS revocó su prohibición sobre el DDT en el 2006, lo que salvará a millones de africanos de una muerte segura por malaria. Milloy jugó un papel importante en recopilar información que demostraba que el DDT no era peligroso para la salud humana o el ambiente.
El escepticismo de Milloy acerca del movimiento ambientalista ha sido confirmado por el reciente y conocido Climategate. Sin embargo, Milloy cree que el punto de inflexión se alcanzó algunos años atrás, cuando más y más personas comenzaron a darse cuenta de lo que pasaba. Cuando se examina el tema del calentamiento global, Milloy cree que incluso el observador casual se da cuenta de que el asunto no es la ciencia sino el control. Según Milloy, los izquierdistas que tratan el tema lo ven como una forma de imponer su agenda política.