April 25, 2010

 

Welfare State: Antes del NHS


Hasta el siglo XVIII sólo había dos hospitales en Londres. Entre 1720 y 1750 se crearon cinco nuevos. En el siglo XIX hubo una explosión en todo el país. De los 550 hospitales que había en provincias en 1906, más de 400 se crearon a partir de 1850. Fueron fundados por subscripción pública, por grupos y por individuos. Estos eran los hospitales de caridad, que coexistían con los creados por las Poor Laws. En 1936 los primeros atendían el 60% de los pacientes.

Algunos pacientes pagaban en efectivo. Otros compraban seguros. La mayoría hacía pagos periódicos al hospital para ser atendidos cuando lo necesitasen. Para 1943 había 20 millones de personas en este sistema.

La proporción del ingreso de los hospitales que provenía del pago de los pacientes subió del 9% en 1891 al 52% en 1938.

La inmensa mayoría de los médicos especialistas trabajaban en los hospitales sin cobrar nada; obtenían sus ingresos de su práctica privada. Los médicos generales ajustaban sus honorarios según la capacidad de pago de los pacientes.

En cuanto a las consultas médicas extrahospitalarias, había diferentes métodos de pago. Unos pagaban la consulta directamente. La mayoría lo hacía a través de las sociedades de ayuda mutua. Algunas sociedades tenían sus propios consultorios. También había médicos que recibían pagos periódicos y funcionaban como pequeñas aseguradoras. Los pobres tenían acceso gratuito o con descuento.

En 1911, de los doce millones de personas que fueron incluidas en el nuevo National Health Insurance, nueve estaban cubiertos por sistemas privados. En 1939, diecinueve millones estaban en el NHI, pero 27.5 millones todavía estaban en sistemas privados.

Así que, antes del NHS, casi todo el mundo tenía buenos servicios médicos. Además, Inglaterra recibía estudiantes de todo el mundo. Y por sí fuera poco, médicos británicos jugaron un papel relevante en varios descubrimientos médicos relacionados con el cólera, las vacunas, la anestesia, los antisépticos y los antibióticos.

No era un sistema perfecto. Pero la mayoría de la gente, incluidos los pobres, tenían acceso a los mejores especialistas de la época. El Partido Laborista pensaba que había que mejorar el sistema. Pero no tenía quejas sobre listas de espera, mala higiene, o que la medicina británica fuera inferior a la de otros países. Tampoco se quejaba de que los pobres estuvieran desatendidos. Su queja era que la gente resolvía sus necesidades sin un “control central”.

El panfleto del Partido Laborista de 1943 sólo contenía dos críticas sobre los servicios médicos vigentes. La primera era que no estaban planificados como un todo. Y la segunda, que había que tener servicios preventivos y no sólo curativos.

Lo interesante es que los cambios que se querían hacer no tenían que ver con deficiencias del sistema vigente, sino que se derivaban de una ideología política colectivista. Los laboristas creían que un sistema centralizado sería más eficiente e igualitario. También pensaban que la responsabilidad democrática del ministerio de salud aseguraba que todo funcionara bien.

Los médicos no estaban convencidos. Muchos se opusieron férreamente, a pesar de que con el NHS tendrían un pagador rico en vez de muchos individuos, algunos de ellos pobres. Estaban convencidos de que se reduciría su independencia y la calidad de los servicios médicos.

( James Bartholomew, The welfare state we’re in, 2004, Pag. 87-105 )

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