April 11, 2010

 

Welfare State: El Informe Beveridge de 1942


Beveridge, la persona más famosa del welfare británico, no era como la gente creía. Y su Informe tampoco. Nacido en 1879, Beveridge era hijo de un juez británico que trabajaba en la India. Era un victoriano de clase alta.

Estudió en Balliol College, Oxford. Allí fue influenciado por Edward Caird, que animaba a los estudiantes a descubrir por qué había tanta pobreza en Gran Bretaña y cómo podía ser eliminada. A los veinticuatro años entró a Toynbee Hall, la fundación universitaria para los pobres en el East End de Londres. En 1907 visitó Alemania para estudiar su sistema de seguridad social.

Beveridge fue parte del equipo de Lloyd George y Churchill que puso en marcha el moderno welfare state. Pero sus ideas y ambiciones estaban muy lejos del estado actual del welfare. Él quería que la gente fuera autosuficiente. Admiraba las sociedades de ayuda mutua y no quería debilitarlas o eliminarlas.

Pensaba que los beneficios no debían ser tan altos que promovieran el rechazo de empleos con bajo salario. Conocía los riegos de los beneficios, pero pensaba que la pobreza desaparecería si todo el mundo era obligado a asegurarse contra los riesgos de la vida.

Después de trabajar para Churchill, fue director de la London School of Economics. Se relacionaba con Churchill, los Web y Keynes, entre otros. Ernest Bevin, para quien Beveridge trabajaba entonces, para quitárselo de encima, le encargó un Informe que incluyera una evaluación de todos los programas de seguridad social existentes y las recomendaciones correspondientes.

El Informe se publicó en diciembre de 1942, y en el primer mes se vendieron cien mil ejemplares. Según una encuesta, el 95% de la población había oído sobre el mismo y casi todos estaban a favor.

¿Qué proponía el Informe? Algo muy simple. Todo el mundo haría contribuciones de tasa fija a un esquema nacional de seguridad. Quienes se enfermasen, quedasen desempleados, o llegasen a la edad de jubilación, recibirían un pago de tasa fija.

Debajo de esta apariencia populista había detalles que no se percibieron entonces ni ahora. Según Beveridge, los beneficios deberían fijarse a nivel de subsistencia, ya que de lo contrario se desincentivarían el ahorro y los seguros voluntarios. Beveridge admiraba grandemente las organizaciones voluntarias de ayuda. Él quería interferir lo menos posible en la vida de la gente y fomentar el máximo de responsabilidad y libertad.

Beveridge recomendó que el beneficio de desempleo fuera temporal y de plazo breve, y que los desempleados participaran en actividades de entrenamiento. Además, rechazó un beneficio de vivienda basado en el costo del alquiler y recomendó una tarifa fija.

Quienes leyeron el Informe a fondo se dieron cuenta de que Beveridge no proponía grandes beneficios. Keynes consideró que el costo sería más bien bajo. Además, Beveridge proponía condiciones más duras y más difíciles de manipular para poder recibir beneficios.

Actualmente, varias de las propuestas de Beveridge han sido abandonadas:

1. Los beneficios aumentaron por encima del nivel de subsistencia.

2. Se introdujo un beneficio de vivienda específico.

3. Las contribuciones pasaron de tasa fija a variable.

4. Los beneficios cambiaron en la misma forma.

5. Las condiciones para recibir beneficios se relajaron.

( James Bartholomew, The welfare state we’re in, 2004, Pag. 54-59 )


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