April 06, 2007
Comentario : ¿Culpable? El neoliberalismo, por supuesto
Leo un artículo de Marco A. Gandásegui, doctor en Sociología y profesor universitario. Parece ser que su objetivo es repetir ad nauseam que el problema de salud en Panamá se debe a las políticas neoliberales, sea lo que sea lo que esto signifique. Ni datos, ni argumentaciones. Voy a copiar algunos párrafos y hacer algunos comentarios:
1. “La gran mayoría de la población panameña no recibe atención de salud. Un 25% recibe una atención aceptable a través de las instituciones del Estado o de la seguridad social. Una minoría, quizás el 5%, recibe una atención de excelencia porque tiene ingresos relativamente altos”.
2. “El acceso a servicios de salud se hace cada vez más difícil para la gran mayoría de los panameños. Esto es el resultado de políticas neoliberales del gobierno que traspasan recursos de los sectores más pobres hacia los más ricos”.
3. “Los centros de salud del sector público y de la seguridad social se encuentran saturados de demandas, carecen de medicamentos, y prestan servicios que no satisfacen a los panameños. Los fondos para solucionar el problema existen. Sin embargo, los recursos son destinados hacia el sector privado donde se trabaja con una filosofía de “clientela”.
4. “Cuba ha levantado el sistema de salud más exitoso del mundo”
Ahora mis comentarios :
1. Las cifras de Gandásegui están totalmente equivocadas. Todos los panameños reciben atención de salud. Entre un 60% y un 65% de la seguridad social, y el resto del Ministerio de Salud. Al menos un 10% se atiende en centros privados, sea porque su ingreso les permite comprar seguros privados, o porque trabajan en empresas, principalmente multinacionales, que subsidian estos seguros.
2. Yo no veo por ningún lado que el acceso a la salud sea más difícil, ni que haya ningún traspaso de recursos. Debo suponer que si Gandásegui no ha puesto ningún ejemplo es porque no lo tiene. Como decía alguien, el silencio, o la falta de argumentos, es muy difícil de refutar. Así que yo me acojo al viejo adagio latino que dice”affirmantis est probare”, o sea, el que afirma es el que debe probar.
3. Lo que dice Gandásegui es cierto, excepto por la frase final. No hay tal desvío al sector privado. Lo que sucede es exactamente lo contrario. Quienes tienen seguros privados pagan impuestos y cuotas de seguro social pero no le generan gastos ni al Ministerio de Salud ni a la seguridad social.
El gran problema es que los fondos de salud no son administrados correctamente, lo que no debe ser ninguna sorpresa. Esto pasa en todos los sistemas públicos de salud del mundo. Le recomiendo a Gandásegui que investigue en Internet. Por ejemplo, encontrará que en España le sale al gobierno más barato pagar seguros privados a sus funcionarios que atenderlos en las instituciones públicas.
Por cierto, resulta curioso que esa filosofía de “clientela” del sector privado, que parece ser tan mala, no le impide ofrecer una atención de excelencia, cosa que reconoce el propio Gandásegui.
4. Esta pretensión es risible. Podía colar hace treinta años, pero no con lo que sabemos ahora. Me contentaré con remitir a este escrito de la doctora Hilda Molina, que algo sabe al respecto.
Leo un artículo de Marco A. Gandásegui, doctor en Sociología y profesor universitario. Parece ser que su objetivo es repetir ad nauseam que el problema de salud en Panamá se debe a las políticas neoliberales, sea lo que sea lo que esto signifique. Ni datos, ni argumentaciones. Voy a copiar algunos párrafos y hacer algunos comentarios:
1. “La gran mayoría de la población panameña no recibe atención de salud. Un 25% recibe una atención aceptable a través de las instituciones del Estado o de la seguridad social. Una minoría, quizás el 5%, recibe una atención de excelencia porque tiene ingresos relativamente altos”.
2. “El acceso a servicios de salud se hace cada vez más difícil para la gran mayoría de los panameños. Esto es el resultado de políticas neoliberales del gobierno que traspasan recursos de los sectores más pobres hacia los más ricos”.
3. “Los centros de salud del sector público y de la seguridad social se encuentran saturados de demandas, carecen de medicamentos, y prestan servicios que no satisfacen a los panameños. Los fondos para solucionar el problema existen. Sin embargo, los recursos son destinados hacia el sector privado donde se trabaja con una filosofía de “clientela”.
4. “Cuba ha levantado el sistema de salud más exitoso del mundo”
Ahora mis comentarios :
1. Las cifras de Gandásegui están totalmente equivocadas. Todos los panameños reciben atención de salud. Entre un 60% y un 65% de la seguridad social, y el resto del Ministerio de Salud. Al menos un 10% se atiende en centros privados, sea porque su ingreso les permite comprar seguros privados, o porque trabajan en empresas, principalmente multinacionales, que subsidian estos seguros.
2. Yo no veo por ningún lado que el acceso a la salud sea más difícil, ni que haya ningún traspaso de recursos. Debo suponer que si Gandásegui no ha puesto ningún ejemplo es porque no lo tiene. Como decía alguien, el silencio, o la falta de argumentos, es muy difícil de refutar. Así que yo me acojo al viejo adagio latino que dice”affirmantis est probare”, o sea, el que afirma es el que debe probar.
3. Lo que dice Gandásegui es cierto, excepto por la frase final. No hay tal desvío al sector privado. Lo que sucede es exactamente lo contrario. Quienes tienen seguros privados pagan impuestos y cuotas de seguro social pero no le generan gastos ni al Ministerio de Salud ni a la seguridad social.
El gran problema es que los fondos de salud no son administrados correctamente, lo que no debe ser ninguna sorpresa. Esto pasa en todos los sistemas públicos de salud del mundo. Le recomiendo a Gandásegui que investigue en Internet. Por ejemplo, encontrará que en España le sale al gobierno más barato pagar seguros privados a sus funcionarios que atenderlos en las instituciones públicas.
Por cierto, resulta curioso que esa filosofía de “clientela” del sector privado, que parece ser tan mala, no le impide ofrecer una atención de excelencia, cosa que reconoce el propio Gandásegui.
4. Esta pretensión es risible. Podía colar hace treinta años, pero no con lo que sabemos ahora. Me contentaré con remitir a este escrito de la doctora Hilda Molina, que algo sabe al respecto.