February 29, 2008
Dos historias y muchas preguntas
( Artículo del autor, publicado recientemente en el diario La Prensa)
Primera historia : He estado ojeando un documento del gobierno venezolano titulado “Líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la nación 2007-2013”, fechado en septiembre de 2007. El documento, de 27 páginas, trata un montón de temas, entre ellos uno que denomina “nueva geopolítica internacional”.
En esta sección se afirma que Venezuela ha tenido un importante crecimiento en su posicionamiento en la escena internacional. Que ha roto la tradicional subordinación a los interese geopolíticos del imperialismo norteamericano. Y que debe avanzar hacia una nueva etapa fundamentada en una estrategia para lograr un mayor liderazgo mundial.
Según el documento, el objetivo fundamental es la construcción de un mundo multipolar para quebrar la hegemonía del imperialismo norteamericano. Algunas de las estrategias que se mencionan son : a) Identificación y definición de una política de construcción y articulación de los nuevos polos de poder geopolítico en el mundo; b) Establecer el desarrollo energético como puntal para la conformación de un nuevo mapa geopolítico; c) Profundización del intercambio cultural, educativo, científico y comunicacional; d) Desarrollo de una estrategia mundial de formación política sobre el contenido, objetivos y logros de la “Revolución Bolivariana”, dirigida a aquellos aliados políticos que puedan colaborar con la creación de círculos formativos alrededor de las embajadas, creando las estrategias necesarias para la movilización de masas en apoyo al proceso revolucionario.
Supongo que no tengo que decir a mis lectores, porque ya lo habrán descubierto, lo que hay detrás de este lenguaje aparentemente neutro y burocrático.
Pero lo mejor es una sección sobre objetivos específicos para distintas zonas geográficas, entre las que citan América Latina y el Caribe, Irán, Siria, Bielorrusia y Rusia, China, Vietnam, Europa, África, países de la OPEP y América del Norte.
En esta sección está la perla siguiente: “Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial”.
Segunda historia: En la página web del Hispanic American Center for Economic Research el periodista Casto Ocando informa que el presupuesto del gobierno venezolano para 2008 incluye al menos 250 millones de dólares para financiar grupos pro-Chávez y movimientos “antiimperialistas” en Estados Unidos, América Central, México y Sudamérica.
Ocando informa también que en los últimos tres años México expulsó a dos embajadores venezolanos por promover candidatos pro-Chávez y organizar grupos de apoyo en alianza con izquierdistas mexicanos.
Mis preguntas: ¿Tendrá Chávez algunos billones de libre disposición para este asunto? ¿Estará Panamá incluido dentro de Centroamérica? Suponiendo que sí, ¿Cuál será el presupuesto para Panamá? ¿Cuáles serán los movimientos “alternativos” locales? ¿En qué consistirá el fortalecimiento? ¿Será sólo teórico o también práctico? ¿En qué consistirá el elemento práctico?
¿Conocerá el gobierno panameño el documento de marras? ¿Qué piensa sobre el mismo? ¿Le parece aceptable? En caso contrario, ¿ha hecho algo al respecto? ¿Piensa decirle algo a la ciudadanía?
Yo tengo sospechas, pero no respuestas. Lo único que puedo recomendar es mantener los ojos bien abiertos.
( Artículo del autor, publicado recientemente en el diario La Prensa)
Primera historia : He estado ojeando un documento del gobierno venezolano titulado “Líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la nación 2007-2013”, fechado en septiembre de 2007. El documento, de 27 páginas, trata un montón de temas, entre ellos uno que denomina “nueva geopolítica internacional”.
En esta sección se afirma que Venezuela ha tenido un importante crecimiento en su posicionamiento en la escena internacional. Que ha roto la tradicional subordinación a los interese geopolíticos del imperialismo norteamericano. Y que debe avanzar hacia una nueva etapa fundamentada en una estrategia para lograr un mayor liderazgo mundial.
Según el documento, el objetivo fundamental es la construcción de un mundo multipolar para quebrar la hegemonía del imperialismo norteamericano. Algunas de las estrategias que se mencionan son : a) Identificación y definición de una política de construcción y articulación de los nuevos polos de poder geopolítico en el mundo; b) Establecer el desarrollo energético como puntal para la conformación de un nuevo mapa geopolítico; c) Profundización del intercambio cultural, educativo, científico y comunicacional; d) Desarrollo de una estrategia mundial de formación política sobre el contenido, objetivos y logros de la “Revolución Bolivariana”, dirigida a aquellos aliados políticos que puedan colaborar con la creación de círculos formativos alrededor de las embajadas, creando las estrategias necesarias para la movilización de masas en apoyo al proceso revolucionario.
Supongo que no tengo que decir a mis lectores, porque ya lo habrán descubierto, lo que hay detrás de este lenguaje aparentemente neutro y burocrático.
Pero lo mejor es una sección sobre objetivos específicos para distintas zonas geográficas, entre las que citan América Latina y el Caribe, Irán, Siria, Bielorrusia y Rusia, China, Vietnam, Europa, África, países de la OPEP y América del Norte.
En esta sección está la perla siguiente: “Fortalecer los movimientos alternativos en Centroamérica y México en la búsqueda del desprendimiento del dominio imperial”.
Segunda historia: En la página web del Hispanic American Center for Economic Research el periodista Casto Ocando informa que el presupuesto del gobierno venezolano para 2008 incluye al menos 250 millones de dólares para financiar grupos pro-Chávez y movimientos “antiimperialistas” en Estados Unidos, América Central, México y Sudamérica.
Ocando informa también que en los últimos tres años México expulsó a dos embajadores venezolanos por promover candidatos pro-Chávez y organizar grupos de apoyo en alianza con izquierdistas mexicanos.
Mis preguntas: ¿Tendrá Chávez algunos billones de libre disposición para este asunto? ¿Estará Panamá incluido dentro de Centroamérica? Suponiendo que sí, ¿Cuál será el presupuesto para Panamá? ¿Cuáles serán los movimientos “alternativos” locales? ¿En qué consistirá el fortalecimiento? ¿Será sólo teórico o también práctico? ¿En qué consistirá el elemento práctico?
¿Conocerá el gobierno panameño el documento de marras? ¿Qué piensa sobre el mismo? ¿Le parece aceptable? En caso contrario, ¿ha hecho algo al respecto? ¿Piensa decirle algo a la ciudadanía?
Yo tengo sospechas, pero no respuestas. Lo único que puedo recomendar es mantener los ojos bien abiertos.
February 28, 2008
Libertad de elección en salud : El imperio contraataca
Semanas atrás reproduje un artículo de Carlos Ernesto González Ramírez, compañero de fatigas en la Fundación Libertad, que había sido publicado previamente en el diario La Prensa. Carlos Ernesto defendía que los pacientes debían tener libertad para atenderse en instituciones privadas, incluso pagando un diferencial de precio si fuera aplicable.
Yo estoy totalmente de acuerdo con esta propuesta y la defendí hace tiempo en este Blog. Creo que produciría tres resultados positivos : eliminación del monopolio, mejoría de los servicios públicos de salud y reducción de precios en el sistema privado.
Como era de esperar, dos médicos atacaron la propuesta. Carlos Ernesto respondió a uno de ellos, y yo reproduje su respuesta el pasado viernes.
En este post responderé al segundo ataque, que proviene del Dr. Daniel R. Pichel. Primero expondré cada argumento de Pichel y luego mi respuesta. Básicamente sus argumentos son tres :
1. Los recursos de salud deben aplicarse a todos por igual. Por tanto, si un panameño en un área apartada no puede elegir, porque no hay ninguna alternativa privada, entonces nadie debería poder elegir.
Este argumento me parece descabellado. Si lo aplicamos a la situación actualmente existente, acabaríamos en absurdos obvios. Por ejemplo, como hoy muchos panameños de áreas apartadas sólo tienen unos servicios de salud paupérrimos, entonces el resto debería tener lo mismo. Como hay panameños que no tienen acceso al agua potable, nadie debería tenerlo
El punto clave es que la propuesta no empeora a nadie y mejoraría a muchos. Otra cosa sería que para mejorar a unos se empeorara a otros.
2. Pichel imagina que en la nueva situación aparecerían intermediarios que cobrarían por sus servicios y engañarían a los pobres pacientes.
En primer lugar, no entiendo muy bien qué harían estos intermediarios. Supongamos que soy un paciente y necesito una consulta con un especialista. En la institución pública el costo es de 20 dólares y en el sector privado 30. No entiendo para qué necesito un intermediario. Sencillamente, elijo un especialista privado, pago el diferencial de 10 dólares, y eso es todo. Lo mismo aplicaría para cualquier otro servicio.
Pero supongamos que aparecen los dichosos intermediarios. Lo único que podrían ofrecer es información. Por ejemplo, si tuviera que hacerme una operación, podría recurrir a un intermediario en vez de investigar los precios en los diferentes hospitales privados. En cualquier caso, yo tomaría la decisión que me pareciera más conveniente, basado en cosas como disponibilidad de tiempo y costo del servicio.
3. El tercer argumento de Pichel es que los sistemas de salud más exitosos del mundo son los de Europa, que son administrados por el Estado.
Aquí Pichel muestra una notable falta de información. Por ejemplo, la organización de consumidores europeos Health Consumer Powerhouse, que estudia los servicios de salud de los diferentes países, consideró en su último informe que los cinco mejores son Austria, Holanda, Francia, Suiza y Alemania.
¿Qué tienen en común estos cinco países? Que en todos ellos el paciente puede elegir atenderse en el sistema público o en el privado. Es decir, lo que nosotros estamos proponiendo para Panamá.
Una breve reflexión final. La libertad de elección no obliga a nadie a nada. Si alguien prefiere el sector público, no hay problema. Y si prefiere el privado, tampoco. Entonces, ¿por qué impedir a la gente que haga lo que crea mejor? ¿Es que la gente es tonta y no sabe lo que le conviene?
Semanas atrás reproduje un artículo de Carlos Ernesto González Ramírez, compañero de fatigas en la Fundación Libertad, que había sido publicado previamente en el diario La Prensa. Carlos Ernesto defendía que los pacientes debían tener libertad para atenderse en instituciones privadas, incluso pagando un diferencial de precio si fuera aplicable.
Yo estoy totalmente de acuerdo con esta propuesta y la defendí hace tiempo en este Blog. Creo que produciría tres resultados positivos : eliminación del monopolio, mejoría de los servicios públicos de salud y reducción de precios en el sistema privado.
Como era de esperar, dos médicos atacaron la propuesta. Carlos Ernesto respondió a uno de ellos, y yo reproduje su respuesta el pasado viernes.
En este post responderé al segundo ataque, que proviene del Dr. Daniel R. Pichel. Primero expondré cada argumento de Pichel y luego mi respuesta. Básicamente sus argumentos son tres :
1. Los recursos de salud deben aplicarse a todos por igual. Por tanto, si un panameño en un área apartada no puede elegir, porque no hay ninguna alternativa privada, entonces nadie debería poder elegir.
Este argumento me parece descabellado. Si lo aplicamos a la situación actualmente existente, acabaríamos en absurdos obvios. Por ejemplo, como hoy muchos panameños de áreas apartadas sólo tienen unos servicios de salud paupérrimos, entonces el resto debería tener lo mismo. Como hay panameños que no tienen acceso al agua potable, nadie debería tenerlo
El punto clave es que la propuesta no empeora a nadie y mejoraría a muchos. Otra cosa sería que para mejorar a unos se empeorara a otros.
2. Pichel imagina que en la nueva situación aparecerían intermediarios que cobrarían por sus servicios y engañarían a los pobres pacientes.
En primer lugar, no entiendo muy bien qué harían estos intermediarios. Supongamos que soy un paciente y necesito una consulta con un especialista. En la institución pública el costo es de 20 dólares y en el sector privado 30. No entiendo para qué necesito un intermediario. Sencillamente, elijo un especialista privado, pago el diferencial de 10 dólares, y eso es todo. Lo mismo aplicaría para cualquier otro servicio.
Pero supongamos que aparecen los dichosos intermediarios. Lo único que podrían ofrecer es información. Por ejemplo, si tuviera que hacerme una operación, podría recurrir a un intermediario en vez de investigar los precios en los diferentes hospitales privados. En cualquier caso, yo tomaría la decisión que me pareciera más conveniente, basado en cosas como disponibilidad de tiempo y costo del servicio.
3. El tercer argumento de Pichel es que los sistemas de salud más exitosos del mundo son los de Europa, que son administrados por el Estado.
Aquí Pichel muestra una notable falta de información. Por ejemplo, la organización de consumidores europeos Health Consumer Powerhouse, que estudia los servicios de salud de los diferentes países, consideró en su último informe que los cinco mejores son Austria, Holanda, Francia, Suiza y Alemania.
¿Qué tienen en común estos cinco países? Que en todos ellos el paciente puede elegir atenderse en el sistema público o en el privado. Es decir, lo que nosotros estamos proponiendo para Panamá.
Una breve reflexión final. La libertad de elección no obliga a nadie a nada. Si alguien prefiere el sector público, no hay problema. Y si prefiere el privado, tampoco. Entonces, ¿por qué impedir a la gente que haga lo que crea mejor? ¿Es que la gente es tonta y no sabe lo que le conviene?
February 27, 2008
Public Choice Theory : Algunos elementos fundamentales
1. Actores políticos e interés público
La teoría de la elección pública es un análisis del comportamiento del gobierno y de los individuos respecto al gobierno.
Hasta los tiempos de Adam Smith (1723- 1790) la mayor parte de la discusión social era esencialmente moral. Por su parte, David Hume (1711-1766) opinó que la mayoría de las personas persiguen su propio interés más que el interés público, y aplicó esta línea de razonamiento a los temas económicos.
Durante el siglo XIX y buena parte del XX los economistas asumieron que los individuos particulares se preocupan principalmente por su propio interés y sacaron las consecuencias de este supuesto. Por el contrario, los politólogos asumieron que los actores políticos se preocupan básicamente por el interés público.
2. La visión bifurcada del comportamiento humano
La teoría de la elección pública (TEE) rechaza esta visión bifurcada y aplica a la política el marco analítico de la economía. La afirmación de que el votante en unas elecciones es la misma persona que el cliente en un supermercado no parece radical, pero es un cambio significativo respecto a la teoría tradicional. Además, la consecuencia de lo anterior tiene una gran importancia, porque la TEE asume que las motivaciones son las mismas en ambas circunstancias.
El político se gana la vida ganando elecciones. Por tanto, es de suponer que seleccionará aquellas políticas que le permitan obtener votos, así como el empresario ofrecerá aquellos productos que crea que son atractivos para sus clientes.
3. La política y el problema de la información
En la política, este problema es mucho peor que en el mercado. Si voy a comprar un auto, dedicaré bastante tiempo a obtener información, porque si me equivoco mi bolsillo sufre. Pero cuando voto, mi voto no influye en el resultado de las elecciones y, por tanto, no dedicaré mucho tiempo a informarme. Los políticos lo saben, y esto favorece que propongan políticas atractivas, aunque sean malas.
Cuando voy a comprar el auto, el costo de adquirir información me genera un buen retorno sobre la inversión, lo que no sucede generalmente cuando voy a votar.
4. El gobierno y la búsqueda de los intereses privados
En el gobierno, como en los negocios, la gente buscará sus propios intereses, y lograrán las metas deseadas por los ciudadanos o por los accionistas sólo si, al hacerlo, logran también sus propios intereses.
La primacía del interés propio no es inconsistente con la observación de que mucha gente, además de atender sus propios intereses, hace obras de caridad o ayuda a otros.
El problema es que no podemos confiar en estos otros motivos para lograr un desempeño eficiente. Por ejemplo, en Estados Unidos los jueces federales y los profesores universitarios tienen garantizado el empleo y prácticamente no pueden ser removidos. La consecuencia es que ambos grupos tienen una productividad muy baja.
Lo anterior nos indica que debemos ser muy cautos respecto a los servicios que pueda proveer el gobierno.
5. Imperfecciones del mercado y del gobierno
La convicción de que el gobierno es imperfecto tiene dos consecuencias. La primera es que las imperfecciones del mercado no se remedian necesariamente con la acción gubernamental. La segunda es examinar si se puede hacer algo por mejorar la eficiencia del gobierno.
La TEE sostiene que hay que comparar cómo funcionarían determinadas actividades bajo el mercado y bajo el gobierno, aunque dichas comparaciones no son fáciles.
( Government failure : A primer in public choice, Gordon Tullock, Pag 3-16 )
1. Actores políticos e interés público
La teoría de la elección pública es un análisis del comportamiento del gobierno y de los individuos respecto al gobierno.
Hasta los tiempos de Adam Smith (1723- 1790) la mayor parte de la discusión social era esencialmente moral. Por su parte, David Hume (1711-1766) opinó que la mayoría de las personas persiguen su propio interés más que el interés público, y aplicó esta línea de razonamiento a los temas económicos.
Durante el siglo XIX y buena parte del XX los economistas asumieron que los individuos particulares se preocupan principalmente por su propio interés y sacaron las consecuencias de este supuesto. Por el contrario, los politólogos asumieron que los actores políticos se preocupan básicamente por el interés público.
2. La visión bifurcada del comportamiento humano
La teoría de la elección pública (TEE) rechaza esta visión bifurcada y aplica a la política el marco analítico de la economía. La afirmación de que el votante en unas elecciones es la misma persona que el cliente en un supermercado no parece radical, pero es un cambio significativo respecto a la teoría tradicional. Además, la consecuencia de lo anterior tiene una gran importancia, porque la TEE asume que las motivaciones son las mismas en ambas circunstancias.
El político se gana la vida ganando elecciones. Por tanto, es de suponer que seleccionará aquellas políticas que le permitan obtener votos, así como el empresario ofrecerá aquellos productos que crea que son atractivos para sus clientes.
3. La política y el problema de la información
En la política, este problema es mucho peor que en el mercado. Si voy a comprar un auto, dedicaré bastante tiempo a obtener información, porque si me equivoco mi bolsillo sufre. Pero cuando voto, mi voto no influye en el resultado de las elecciones y, por tanto, no dedicaré mucho tiempo a informarme. Los políticos lo saben, y esto favorece que propongan políticas atractivas, aunque sean malas.
Cuando voy a comprar el auto, el costo de adquirir información me genera un buen retorno sobre la inversión, lo que no sucede generalmente cuando voy a votar.
4. El gobierno y la búsqueda de los intereses privados
En el gobierno, como en los negocios, la gente buscará sus propios intereses, y lograrán las metas deseadas por los ciudadanos o por los accionistas sólo si, al hacerlo, logran también sus propios intereses.
La primacía del interés propio no es inconsistente con la observación de que mucha gente, además de atender sus propios intereses, hace obras de caridad o ayuda a otros.
El problema es que no podemos confiar en estos otros motivos para lograr un desempeño eficiente. Por ejemplo, en Estados Unidos los jueces federales y los profesores universitarios tienen garantizado el empleo y prácticamente no pueden ser removidos. La consecuencia es que ambos grupos tienen una productividad muy baja.
Lo anterior nos indica que debemos ser muy cautos respecto a los servicios que pueda proveer el gobierno.
5. Imperfecciones del mercado y del gobierno
La convicción de que el gobierno es imperfecto tiene dos consecuencias. La primera es que las imperfecciones del mercado no se remedian necesariamente con la acción gubernamental. La segunda es examinar si se puede hacer algo por mejorar la eficiencia del gobierno.
La TEE sostiene que hay que comparar cómo funcionarían determinadas actividades bajo el mercado y bajo el gobierno, aunque dichas comparaciones no son fáciles.
( Government failure : A primer in public choice, Gordon Tullock, Pag 3-16 )
February 26, 2008
Road to serfdom : Eliminar la democracia para salvar el planeta
Hace algunas semanas comentaba que, contra lo que muchos creen, el tema del calentamiento no es un asunto de ecología sino de poder.
Ahora me encuentro con un libro titulado “The climate change challenge and the failure of democracy”. Ciertamente es sólo un libro, no es un programa de un partido político o de alguna organización ecologista. Pero es espeluznante. Juzguen ustedes a través del siguiente resumen:
“El cambio climático amenaza el futuro de la civilización, pero la humanidad es impotente para aplicar soluciones. Incluso en los países comprometidos con la reducción de las emisiones de efecto invernadero, estas siguen aumentando. Este fracaso es semejante al de otros como el agotamiento del pescado, la erosión de la tierra agrícola, la destrucción de los bosques primarios, la polución de los ríos, y la utilización de los recursos naturales más allá de su tasa de reemplazo.
En este libro provocativo, sus autores presentan evidencia de que el problema fundamental que está causando la destrucción ambiental, y en particular el cambio climático, es la operación de la democracia liberal. Sus errores y contradicciones impiden a los gobiernos tomar decisiones para lograr una sociedad sostenible.
Los autores concluyen que es necesaria una forma autoritaria de gobierno, pero que éste será el gobierno de los expertos y no de los que buscan el poder. Existen estructuras autoritarias muy exitosas, como en la medicina y los imperios corporativos, que son capaces de ejecutar decisiones urgentes que son imposibles bajo la democracia liberal.
La sociedad tendrá que elegir entre la libertad o la vida. Aunque quizás pueda existir otra alternativa que consiste en una reforma radical de la democracia”.
Total, que después de tanta palabrería, acabamos con una versión siglo XXI del filósofo-rey de Platón. ¡Todo el poder para los expertos! Pero ¿quién decidirá cuáles son los expertos que deben gobernar?
Hace algunas semanas comentaba que, contra lo que muchos creen, el tema del calentamiento no es un asunto de ecología sino de poder.
Ahora me encuentro con un libro titulado “The climate change challenge and the failure of democracy”. Ciertamente es sólo un libro, no es un programa de un partido político o de alguna organización ecologista. Pero es espeluznante. Juzguen ustedes a través del siguiente resumen:
“El cambio climático amenaza el futuro de la civilización, pero la humanidad es impotente para aplicar soluciones. Incluso en los países comprometidos con la reducción de las emisiones de efecto invernadero, estas siguen aumentando. Este fracaso es semejante al de otros como el agotamiento del pescado, la erosión de la tierra agrícola, la destrucción de los bosques primarios, la polución de los ríos, y la utilización de los recursos naturales más allá de su tasa de reemplazo.
En este libro provocativo, sus autores presentan evidencia de que el problema fundamental que está causando la destrucción ambiental, y en particular el cambio climático, es la operación de la democracia liberal. Sus errores y contradicciones impiden a los gobiernos tomar decisiones para lograr una sociedad sostenible.
Los autores concluyen que es necesaria una forma autoritaria de gobierno, pero que éste será el gobierno de los expertos y no de los que buscan el poder. Existen estructuras autoritarias muy exitosas, como en la medicina y los imperios corporativos, que son capaces de ejecutar decisiones urgentes que son imposibles bajo la democracia liberal.
La sociedad tendrá que elegir entre la libertad o la vida. Aunque quizás pueda existir otra alternativa que consiste en una reforma radical de la democracia”.
Total, que después de tanta palabrería, acabamos con una versión siglo XXI del filósofo-rey de Platón. ¡Todo el poder para los expertos! Pero ¿quién decidirá cuáles son los expertos que deben gobernar?
February 25, 2008
Entrevista : Con Thomas Sowell sobre “Economic facts and fallacies”
Sowell acaba de publicar el citado libro. Extraigo algunos párrafos de una entrevista con Bill Steigerwald :
· Respecto a la actual crisis económica tenemos dos preguntas diferentes:
1. ¿Hay algo que pudiera hacer el gobierno para mejorar las cosas?
2. ¿Hay algo que hará el gobierno para mejorar las cosas?
La segunda es sencilla. La respuesta es “No”.
· El objetivo de mi libro es mostrar cómo muchas cosas que a primera vista parecen plausibles son lo contrario de lo que parecen cuando se estudian en detalle, sobre todo si se estudian sistemáticamente.
· Estoy aburrido de escuchar que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Pero si investigamos un poco, la realidad es la contraria. Quienes estaban en el quintil inferior de ingresos en 1996 tuvieron un aumento de ingresos de 91% en la década siguiente. Sin embargo, el 1% con mayores ingresos tuvieron una reducción del 26% en el mismo período.
· No creo que las falacias económicas se deban a los políticos. Son los ideólogos quienes crean la atmósfera en que operan los políticos. Y dentro de esa atmósfera los políticos usarán los argumentos que les den más votos.
· Creo que la principal falacia, de la que se derivan muchas otras, es la de la suma cero, es decir, la idea de que si alguien gana es porque otro pierde. Un ejemplo es el control de los alquileres. Al principio, los inquilinos ganan y los dueños pierden. A largo plazo los inquilinos pierden porque se dejan de construir viviendas de alquiler.
· Un tema que investigo en mi libro es el de las diferencias económicas entre hombres y mujeres. Me sorprendió descubrir que hay una diferencia significativa de ingresos entre médicos jóvenes de ambos sexos. Luego descubrí que los hombres trabajan anualmente 500 horas más que las mujeres.
· Hay tres preguntas que destruirían a la izquierda si la gente las hiciera:
1. ¿Cuáles son los hechos?
2. ¿Cuáles son las consecuencias de lo que se va a hacer?
3. ¿Cuál es el trade-off?
Podemos salvar a quienes pueden perder su casa, pero ¿a qué precio? Pudiéramos ratificar Kyoto, pero ¿son los beneficios superiores a los costos? Estas son las preguntas que los políticos e ideólogos no quieren que hagamos. No quieren que comparemos.
Como siempre , leer a Sowell es un placer y una enseñanza. Que lo disfruten.
Sowell acaba de publicar el citado libro. Extraigo algunos párrafos de una entrevista con Bill Steigerwald :
· Respecto a la actual crisis económica tenemos dos preguntas diferentes:
1. ¿Hay algo que pudiera hacer el gobierno para mejorar las cosas?
2. ¿Hay algo que hará el gobierno para mejorar las cosas?
La segunda es sencilla. La respuesta es “No”.
· El objetivo de mi libro es mostrar cómo muchas cosas que a primera vista parecen plausibles son lo contrario de lo que parecen cuando se estudian en detalle, sobre todo si se estudian sistemáticamente.
· Estoy aburrido de escuchar que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Pero si investigamos un poco, la realidad es la contraria. Quienes estaban en el quintil inferior de ingresos en 1996 tuvieron un aumento de ingresos de 91% en la década siguiente. Sin embargo, el 1% con mayores ingresos tuvieron una reducción del 26% en el mismo período.
· No creo que las falacias económicas se deban a los políticos. Son los ideólogos quienes crean la atmósfera en que operan los políticos. Y dentro de esa atmósfera los políticos usarán los argumentos que les den más votos.
· Creo que la principal falacia, de la que se derivan muchas otras, es la de la suma cero, es decir, la idea de que si alguien gana es porque otro pierde. Un ejemplo es el control de los alquileres. Al principio, los inquilinos ganan y los dueños pierden. A largo plazo los inquilinos pierden porque se dejan de construir viviendas de alquiler.
· Un tema que investigo en mi libro es el de las diferencias económicas entre hombres y mujeres. Me sorprendió descubrir que hay una diferencia significativa de ingresos entre médicos jóvenes de ambos sexos. Luego descubrí que los hombres trabajan anualmente 500 horas más que las mujeres.
· Hay tres preguntas que destruirían a la izquierda si la gente las hiciera:
1. ¿Cuáles son los hechos?
2. ¿Cuáles son las consecuencias de lo que se va a hacer?
3. ¿Cuál es el trade-off?
Podemos salvar a quienes pueden perder su casa, pero ¿a qué precio? Pudiéramos ratificar Kyoto, pero ¿son los beneficios superiores a los costos? Estas son las preguntas que los políticos e ideólogos no quieren que hagamos. No quieren que comparemos.
Como siempre , leer a Sowell es un placer y una enseñanza. Que lo disfruten.
February 24, 2008
Alexis de Tocqueville : “La democracia en América” (2)
El segundo volumen, escrito en colaboración con Beaumont, trata de describir la influencia de la democracia sobre los hábitos, ideales y costumbres. Durante su composición, Alexis solicitó frecuentemente información a sus amigos norteamericanos.
En cualquier caso, hay que recordar que le importaba más el destino de la democracia en Francia que en EU. Por eso escribió : “Trato de estudiar la democracia en sí misma, con sus inclinaciones, su carácter, sus principios y sus pasiones para aprender qué podemos esperar o temer de su progreso”.
Una de las preguntas claves era qué forma adoptaría la democracia en el futuro previsible. Alexis entrevió tres posibilidades : primera, la anarquía; segunda, la tiranía de la mayoría; tercera, una senda de progreso, con aumento del bienestar de la gente y con menor grandeza.
Para Alexis, la libertad está en el centro de todo. En una ocasión escribió que “la principal obligación de un gobierno es que la gente se acostumbre a manejarse sin él”. Y escribió a John Stuart Mill : “Amo la libertad por gusto e instinto, y la igualdad por razón”. Consideró como una desgracia que en Francia se prefiriera la igualdad a la libertad, lo que creía que era una manifestación de la envidia.
Para Alexis la democracia era necesaria; por otro lado consideraba que una sociedad democrática sería menos brillante que una aristocrática, pero a la vez más próspera para la mayoría.
Consideraba que la democracia estaba mucho más desarrollada en los EU que en Francia, donde todavía quedaban los resultados del desorden producido por la revolución. “Todo el mundo siente que algo está mal, pero nadie tiene el coraje o la energía para mejorarlo”.
Lo que más decepcionó a Alexis de la democracia en EU fue lo que llamó “la incapacidad de los norteamericanos para tener una visión elevada de la vida”. Más bien los vió preocupados por las pequeñas cosas, a las que él no daba importancia. Le alarmaba la mediocridad establecida en la sociedad.
Alexis creía que, dado que los ciudadanos sólo se preocupaban por las pequeñas cosa, poco a poco se instalaría una especie de despotismo ligero que pasaría desapercibido. De allí su famosa sentencia sobre el despotismo “que quiere la felicidad de los ciudadanos, pero con la condición de ser el único agente y juez de la misma”. El nuevo despotismo sería más amplio y más suave y degradaría a los hombres sin atormentarlos.
Otra cita memorable : “El peligro en las democracias es que el Estado reduzca con suavidad a los ciudadanos a un rebaño de animales tímidos y trabajadores, con el gobierno como su pastor”.
Alexis consideraba muy favorablemente la gran cantidad de asociaciones voluntarias en los EU; creía que era una forma de declarar y defender los propios derechos.
Alexis temía la presión moral que podía llevar a la gente con opiniones minoritarias a ocultarlas por miedo a ser ridiculizados o insultados. Alexis terminaba el libro insistiendo en que las naciones, como las personas, pueden labrarse su propio destino.
El segundo volumen tuvo menos éxito que el primero, probablemente porque su contenido era más abstracto y teórico, mientras que el primero era más descriptivo. El primer volumen es un trabajo de ciencia política y sociología. El segundo, de filosofía política.
John Stuart Mill consideró la obra completa como el comienzo de una nueva era en el estudio científico de la política. Y Royer-Collard la comparó con la Política de Aristóteles y El Espíritu de las Leyes de Montesquieu.
( Joseph Epstein, Alexis de Tocqueville, Pag. 83-107 )
El segundo volumen, escrito en colaboración con Beaumont, trata de describir la influencia de la democracia sobre los hábitos, ideales y costumbres. Durante su composición, Alexis solicitó frecuentemente información a sus amigos norteamericanos.
En cualquier caso, hay que recordar que le importaba más el destino de la democracia en Francia que en EU. Por eso escribió : “Trato de estudiar la democracia en sí misma, con sus inclinaciones, su carácter, sus principios y sus pasiones para aprender qué podemos esperar o temer de su progreso”.
Una de las preguntas claves era qué forma adoptaría la democracia en el futuro previsible. Alexis entrevió tres posibilidades : primera, la anarquía; segunda, la tiranía de la mayoría; tercera, una senda de progreso, con aumento del bienestar de la gente y con menor grandeza.
Para Alexis, la libertad está en el centro de todo. En una ocasión escribió que “la principal obligación de un gobierno es que la gente se acostumbre a manejarse sin él”. Y escribió a John Stuart Mill : “Amo la libertad por gusto e instinto, y la igualdad por razón”. Consideró como una desgracia que en Francia se prefiriera la igualdad a la libertad, lo que creía que era una manifestación de la envidia.
Para Alexis la democracia era necesaria; por otro lado consideraba que una sociedad democrática sería menos brillante que una aristocrática, pero a la vez más próspera para la mayoría.
Consideraba que la democracia estaba mucho más desarrollada en los EU que en Francia, donde todavía quedaban los resultados del desorden producido por la revolución. “Todo el mundo siente que algo está mal, pero nadie tiene el coraje o la energía para mejorarlo”.
Lo que más decepcionó a Alexis de la democracia en EU fue lo que llamó “la incapacidad de los norteamericanos para tener una visión elevada de la vida”. Más bien los vió preocupados por las pequeñas cosas, a las que él no daba importancia. Le alarmaba la mediocridad establecida en la sociedad.
Alexis creía que, dado que los ciudadanos sólo se preocupaban por las pequeñas cosa, poco a poco se instalaría una especie de despotismo ligero que pasaría desapercibido. De allí su famosa sentencia sobre el despotismo “que quiere la felicidad de los ciudadanos, pero con la condición de ser el único agente y juez de la misma”. El nuevo despotismo sería más amplio y más suave y degradaría a los hombres sin atormentarlos.
Otra cita memorable : “El peligro en las democracias es que el Estado reduzca con suavidad a los ciudadanos a un rebaño de animales tímidos y trabajadores, con el gobierno como su pastor”.
Alexis consideraba muy favorablemente la gran cantidad de asociaciones voluntarias en los EU; creía que era una forma de declarar y defender los propios derechos.
Alexis temía la presión moral que podía llevar a la gente con opiniones minoritarias a ocultarlas por miedo a ser ridiculizados o insultados. Alexis terminaba el libro insistiendo en que las naciones, como las personas, pueden labrarse su propio destino.
El segundo volumen tuvo menos éxito que el primero, probablemente porque su contenido era más abstracto y teórico, mientras que el primero era más descriptivo. El primer volumen es un trabajo de ciencia política y sociología. El segundo, de filosofía política.
John Stuart Mill consideró la obra completa como el comienzo de una nueva era en el estudio científico de la política. Y Royer-Collard la comparó con la Política de Aristóteles y El Espíritu de las Leyes de Montesquieu.
( Joseph Epstein, Alexis de Tocqueville, Pag. 83-107 )
February 23, 2008
Cita : La ideología del desarrollo
“La admirable preocupación de los países ricos por las tragedias de la pobreza mundial se canaliza a través de la burocracia de la ayuda internacional, el sacerdocio del desarrollo.
Como otras ideologías, este pensamiento favorece las metas colectivas como la reducción de la pobreza nacional y el crecimiento económico nacional por encima de las aspiraciones de los individuos.
Los burócratas dedicados a escribir esquemas y planes para reducir la pobreza son mucho más numerosos que quienes la reducen efectivamente como, por ejemplo, quienes crean una empresa.
Así como los marxistas favorecían la revolución mundial y el internacionalismo socialista, la ideología del desarrollo enfatiza los objetivos mundiales por encima de la autonomía de las sociedades para elegir su propio camino”.
( William Easterly )
“La admirable preocupación de los países ricos por las tragedias de la pobreza mundial se canaliza a través de la burocracia de la ayuda internacional, el sacerdocio del desarrollo.
Como otras ideologías, este pensamiento favorece las metas colectivas como la reducción de la pobreza nacional y el crecimiento económico nacional por encima de las aspiraciones de los individuos.
Los burócratas dedicados a escribir esquemas y planes para reducir la pobreza son mucho más numerosos que quienes la reducen efectivamente como, por ejemplo, quienes crean una empresa.
Así como los marxistas favorecían la revolución mundial y el internacionalismo socialista, la ideología del desarrollo enfatiza los objetivos mundiales por encima de la autonomía de las sociedades para elegir su propio camino”.
( William Easterly )
Humor : Cibermurphología
1. Ley de la confiabilidad : Errar es humano, pero para hacer desastres se necesita una computadora.
2. Regla de Horowitz : Una computadora comete en dos segundos tantos errores como veinte personas trabajando durante veinte años.
3. Aviso de Harris : El peligro no es que las computadoras comiencen a pensar como humanos, sino el contrario.
4. Ley de Junior : Las computadoras cometen errores rápidamente y con gran precisión.
5. EL factor virus : Siempre tendrá virus el único archivo que se haya quedado sin revisar.
( Arthur Bloch, Murphy’s Law )
1. Ley de la confiabilidad : Errar es humano, pero para hacer desastres se necesita una computadora.
2. Regla de Horowitz : Una computadora comete en dos segundos tantos errores como veinte personas trabajando durante veinte años.
3. Aviso de Harris : El peligro no es que las computadoras comiencen a pensar como humanos, sino el contrario.
4. Ley de Junior : Las computadoras cometen errores rápidamente y con gran precisión.
5. EL factor virus : Siempre tendrá virus el único archivo que se haya quedado sin revisar.
( Arthur Bloch, Murphy’s Law )
February 22, 2008
En salud, es el monopolio ¡insisto!
Por Carlos E. González R., de la Fundación Libertad de Panamá
( Artículo publicado recientemente en el diario La Prensa)
En días pasados publiqué un artículo de opinión en este diario, bajo el título provocativo, pero impersonal, de "En salud, es el monopolio ¡estúpido!". Este artículo generó una respuesta del Dr. Sáez–Llorens, con el título personal y directo de "En salud, es el conocimiento ¡morón!". El Dr. Sáez–Llorens, quien ya es tristemente famoso por insultar a los que no piensan como él, en su primer párrafo me tilda de morón, tonto, ignorante, simplista y anodino.
Me declaro una persona normal, sin pretensiones de superioridad y con muchísimos defectos y limitaciones. Es posible que mi capacidad intelectual sea sustancialmente inferior a la de todos los que han manejado el tema de salud en los últimos años. No tengo dudas, además, de que hay algunos que son verdaderos eruditos que nos iluminan en todos los temas habidos y por haber, desde la existencia de Dios, a lo que debería hacerse en educación, justicia, transporte, etc.
Ahora bien, lo que sí puedo afirmar que tengo es un sentido de la justicia, el cual comparto, creo yo, con la mayoría de los seres humanos. Y ese sentido de justicia me movió a escribir el artículo atacado. Verá, estimado lector, me tocó ver las condiciones infrahumanas y de completa desidia por las que atravesó un hermano de mi padre, cuando le tocó ir a morir a la sala de cuidados intensivos del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid. Pensé que tiene que haber una forma mejor de gastarnos el 8.5% de nuestro producto interno bruto que nos gastamos en salud.
Investigué el asunto y cuando los "garantes" propusieron un sistema único de salud como panacea, me sentí realmente aterrado. Y es que, cuando observamos los modelos de salud, como el panameño, los que salen peor parados son los que mantienen un monopolio en la provisión del servicio y en el sistema de seguridad social.
Por esto, ya sugerí que cualquier modelo debía eliminar la exclusividad y darle el derecho al usuario a escoger quién le brindaba el servicio (ver "Lo bueno, lo malo y lo feo de la ANAS", La Prensa 7/2/07. Ojo, esto no significa establecer un sistema privado de salud (cosa que no es posible por Constitución), sino un modelo de provisión público–privado de los servicios médicos. Todos estos servicios continuarán pagados por el Estado o el Seguro Social (dependiendo de la condición del usuario), sobre la base de una tasación de los mismos. Tasación, además, que puede ser la que actualmente le cuesta al sector público brindar estos servicios.
Esta propuesta no es original. Existen dos modelos de provisión de servicios de salud que reflejan lo que establece nuestra Constitución: el Beveridge y el Bismarck. El primero es el que proponen los garantes y el segundo es el que propongo yo (únicamente en lo que a la provisión de servicios se refiere). Y es que, en todas las encuestas de usuarios en Europa, el Bismarck sale mejor calificado por los usuarios. Es más, sólo los sistemas Bismarck generan excelencia en la provisión de los servicios.
Para estar claros, en el modelo Beveridge tanto la provisión de los servicios como su financiamiento son manejados por una sola organización (un monopolio). Siguen este modelo países como el Reino Unido y España.
El modelo Bismarck, en cambio, está basado en seguros sociales en donde existe una multitud de organizaciones aseguradoras y de proveedores de servicios de salud, siendo los seguros sociales organizacionalmente independientes de los proveedores de servicios. Este modelo lo siguen países como Dinamarca y Bélgica.
Una de las muchas personas que me escribieron al leer mi artículo me presentó un ejemplo contundente que me sirve para aclarar el segundo punto: el del conflicto de interés. Dice el lector que no es al suplidor del chichero a quien este debe preguntarle qué hacer para mejorar el servicio a su cliente (este va a tender a venderle más frutas, agua o azúcar, sin importarle tres pepinos el cliente), sino al cliente al que le debe preguntar. Porque el suplidor del chichero tiene un evidente conflicto de interés con el cliente de este. Igual sucede acá, tal vez el modelo Beveridge sea muy bueno para algunos médicos, pero ciertamente no lo es para los pacientes.
Esto último no lo digo yo, lo dice Health Consumer Powerhouse, organización de consumidores europeos que publica el Índice de Consumidores de la Sanidad Europea, estudio completísimo de la calidad del servicio ofrecido en estos países. España, ejemplo que dice seguir el Dr. Sáez–Llorens, lo pone como un sistema mediocre, que no cuenta con casi ningún indicador de servicio a los pacientes (por lo que no me explico cómo puede ser catalogado de bueno), excepto el del tiempo promedio de espera para una operación, el cual es de ¡72 días!
En cambio, los cinco países calificados como de excelencia, todos siguen el modelo Bismarck, con Dinamarca a la cabeza. Supongo que lo que sucede es que para un médico que trabaja en el sector público, es más cómodo continuar trabajando en un sistema mediocre, que enfrentarse a un sistema de excelencia que exige competitividad. Esto es consecuencia del conflicto de interés que resulta de ver el problema desde los ojos de los suplidores y no de los usuarios, que deberían ser el objeto de cualquier reforma.
Por Carlos E. González R., de la Fundación Libertad de Panamá
( Artículo publicado recientemente en el diario La Prensa)
En días pasados publiqué un artículo de opinión en este diario, bajo el título provocativo, pero impersonal, de "En salud, es el monopolio ¡estúpido!". Este artículo generó una respuesta del Dr. Sáez–Llorens, con el título personal y directo de "En salud, es el conocimiento ¡morón!". El Dr. Sáez–Llorens, quien ya es tristemente famoso por insultar a los que no piensan como él, en su primer párrafo me tilda de morón, tonto, ignorante, simplista y anodino.
Me declaro una persona normal, sin pretensiones de superioridad y con muchísimos defectos y limitaciones. Es posible que mi capacidad intelectual sea sustancialmente inferior a la de todos los que han manejado el tema de salud en los últimos años. No tengo dudas, además, de que hay algunos que son verdaderos eruditos que nos iluminan en todos los temas habidos y por haber, desde la existencia de Dios, a lo que debería hacerse en educación, justicia, transporte, etc.
Ahora bien, lo que sí puedo afirmar que tengo es un sentido de la justicia, el cual comparto, creo yo, con la mayoría de los seres humanos. Y ese sentido de justicia me movió a escribir el artículo atacado. Verá, estimado lector, me tocó ver las condiciones infrahumanas y de completa desidia por las que atravesó un hermano de mi padre, cuando le tocó ir a morir a la sala de cuidados intensivos del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid. Pensé que tiene que haber una forma mejor de gastarnos el 8.5% de nuestro producto interno bruto que nos gastamos en salud.
Investigué el asunto y cuando los "garantes" propusieron un sistema único de salud como panacea, me sentí realmente aterrado. Y es que, cuando observamos los modelos de salud, como el panameño, los que salen peor parados son los que mantienen un monopolio en la provisión del servicio y en el sistema de seguridad social.
Por esto, ya sugerí que cualquier modelo debía eliminar la exclusividad y darle el derecho al usuario a escoger quién le brindaba el servicio (ver "Lo bueno, lo malo y lo feo de la ANAS", La Prensa 7/2/07. Ojo, esto no significa establecer un sistema privado de salud (cosa que no es posible por Constitución), sino un modelo de provisión público–privado de los servicios médicos. Todos estos servicios continuarán pagados por el Estado o el Seguro Social (dependiendo de la condición del usuario), sobre la base de una tasación de los mismos. Tasación, además, que puede ser la que actualmente le cuesta al sector público brindar estos servicios.
Esta propuesta no es original. Existen dos modelos de provisión de servicios de salud que reflejan lo que establece nuestra Constitución: el Beveridge y el Bismarck. El primero es el que proponen los garantes y el segundo es el que propongo yo (únicamente en lo que a la provisión de servicios se refiere). Y es que, en todas las encuestas de usuarios en Europa, el Bismarck sale mejor calificado por los usuarios. Es más, sólo los sistemas Bismarck generan excelencia en la provisión de los servicios.
Para estar claros, en el modelo Beveridge tanto la provisión de los servicios como su financiamiento son manejados por una sola organización (un monopolio). Siguen este modelo países como el Reino Unido y España.
El modelo Bismarck, en cambio, está basado en seguros sociales en donde existe una multitud de organizaciones aseguradoras y de proveedores de servicios de salud, siendo los seguros sociales organizacionalmente independientes de los proveedores de servicios. Este modelo lo siguen países como Dinamarca y Bélgica.
Aquí quiero hacer un paréntesis para señalar dos puntos. El primero es que hay quien confunde el libre mercado con un sistema competitivo (esto último es solo una de las características del primero). Pero el sistema competitivo no tiene nada que ver con mercados y todo que ver con la naturaleza humana. Sólo a través de la competencia, por ejemplo, los atletas logran la excelencia en sus disciplinas. Y es igual en cualquier actividad humana y hasta en la naturaleza. No se trata de un asunto de mis convicciones libertarias, sino de un asunto de sentido común.
Una de las muchas personas que me escribieron al leer mi artículo me presentó un ejemplo contundente que me sirve para aclarar el segundo punto: el del conflicto de interés. Dice el lector que no es al suplidor del chichero a quien este debe preguntarle qué hacer para mejorar el servicio a su cliente (este va a tender a venderle más frutas, agua o azúcar, sin importarle tres pepinos el cliente), sino al cliente al que le debe preguntar. Porque el suplidor del chichero tiene un evidente conflicto de interés con el cliente de este. Igual sucede acá, tal vez el modelo Beveridge sea muy bueno para algunos médicos, pero ciertamente no lo es para los pacientes.
Esto último no lo digo yo, lo dice Health Consumer Powerhouse, organización de consumidores europeos que publica el Índice de Consumidores de la Sanidad Europea, estudio completísimo de la calidad del servicio ofrecido en estos países. España, ejemplo que dice seguir el Dr. Sáez–Llorens, lo pone como un sistema mediocre, que no cuenta con casi ningún indicador de servicio a los pacientes (por lo que no me explico cómo puede ser catalogado de bueno), excepto el del tiempo promedio de espera para una operación, el cual es de ¡72 días!
En cambio, los cinco países calificados como de excelencia, todos siguen el modelo Bismarck, con Dinamarca a la cabeza. Supongo que lo que sucede es que para un médico que trabaja en el sector público, es más cómodo continuar trabajando en un sistema mediocre, que enfrentarse a un sistema de excelencia que exige competitividad. Esto es consecuencia del conflicto de interés que resulta de ver el problema desde los ojos de los suplidores y no de los usuarios, que deberían ser el objeto de cualquier reforma.
February 21, 2008
Historia desconocida : Autos eléctricos y por etanol hacia 1900
Encuentro dos datos muy interesantes y que tienen su miga:
1. En el libro “Energy, the master resource”, de Robert L. Bradley y Richard W. Fulmer, me entero de que casi todos los autos que se fabricaban en Estados Unidos hacia 1900 eran eléctricos. La Electric Vehicle Company era el mayor fabricante de vehículos. Un auto típico costaba 1,600 dólares, equivalente a algo más de 30,000 dólares actuales. Por otro lado, podía viajar entre 50 y 60 milllas antes de necesitar recargarse.
Los autos eléctricos fueron rápidamente desplazados por los de gasolina, debido al mayor poder y autonomía de viaje de estos últimos. Para 1914, el 97% de los autos que se fabricaban funcionaban con gasolina.
2. El Blog Division of Labour cuenta que en los inicios de la década de 1900 hubo cierta competencia entre el etanol y la gasolina. Los motores con etanol eran más eficientes que los de gasolina, y a su vez el etanol era más barato que aquella.
Pero el gobierno impuso al etanol un impuesto de 15 centavos por galón, un impuesto enorme, equivalente a unos 3.32 dólares de hoy.
Puede ser interesante imaginar las consecuencias económicas, sociales y políticas de haber triunfado los autos a etanol y los eléctricos. En cualquier caso, es necesario puntualizar que fue el gobierno el que decidió de facto cuál sería la tecnología ganadora. Y esto nos lleva al absurdo de los impuestos selectivos a ciertas actividades económicas, lo que implica que el gobierno selecciona ganadores y perdedores.
Encuentro dos datos muy interesantes y que tienen su miga:
1. En el libro “Energy, the master resource”, de Robert L. Bradley y Richard W. Fulmer, me entero de que casi todos los autos que se fabricaban en Estados Unidos hacia 1900 eran eléctricos. La Electric Vehicle Company era el mayor fabricante de vehículos. Un auto típico costaba 1,600 dólares, equivalente a algo más de 30,000 dólares actuales. Por otro lado, podía viajar entre 50 y 60 milllas antes de necesitar recargarse.
Los autos eléctricos fueron rápidamente desplazados por los de gasolina, debido al mayor poder y autonomía de viaje de estos últimos. Para 1914, el 97% de los autos que se fabricaban funcionaban con gasolina.
2. El Blog Division of Labour cuenta que en los inicios de la década de 1900 hubo cierta competencia entre el etanol y la gasolina. Los motores con etanol eran más eficientes que los de gasolina, y a su vez el etanol era más barato que aquella.
Pero el gobierno impuso al etanol un impuesto de 15 centavos por galón, un impuesto enorme, equivalente a unos 3.32 dólares de hoy.
Puede ser interesante imaginar las consecuencias económicas, sociales y políticas de haber triunfado los autos a etanol y los eléctricos. En cualquier caso, es necesario puntualizar que fue el gobierno el que decidió de facto cuál sería la tecnología ganadora. Y esto nos lleva al absurdo de los impuestos selectivos a ciertas actividades económicas, lo que implica que el gobierno selecciona ganadores y perdedores.
February 20, 2008
La sociedad postcapitalista : La escuela responsable
La economía de la educación va a cambiar. De ser casi totalmente de uso intensivo de trabajo las escuelas pasarán a ser de uso altamente intensivo de capital:
· Abrazar la nueva tecnología de aprendizaje y enseñanza es requisito previo para el éxito nacional y cultural, no menos que para la competitividad económica.
Occidente alcanzó el liderazgo entre 1500 y 1650 porque reorganizó las escuelas en torno al libro, cosa que no hicieron ni China ni el Islam.
· Sin embargo, la tecnología en sí misma es menos importante que los cambios que genera en la sustancia, el contenido, el foco de las escuelas, su propósito y sus valores.
Dotar a los estudiantes de las herramientas necesarias para rendir, para contribuir y para que puedan emplearse es también el primer deber social de cualquier sistema educativo.
Las escuelas, a lo largo de las edades, han destinado horas incontables a tratar de enseñar cosas que es mejor aprenderlas prácticamente y por medio del ejercicio, la repetición y la retroinformación. En la escuela de mañana los estudiantes serán sus propios instructores utilizando como herramienta un programa de computador.
Lo que se necesita actualmente es la reafirmación del propósito original de la escuela. Este no es la reforma social ni el mejoramiento social. Tiene que ser el aprendizaje individual. La escuela más elitista de todas, la japonesa, ha creado la sociedad más igualitaria.
En la sociedad del conocimiento la gente tiene que aprender a aprender. Las materias pueden ser menos importantes que la capacidad de los estudiantes para continuar aprendiendo y su motivación para hacerlo. La sociedad postcapitalista exige aprendizaje durante toda la vida. Para eso necesitamos motivación y disciplina.
La escuela ha sido una institución social durante largo tiempo. Pero ha sido “de la sociedad”, no ha estado “en la sociedad”. Ha sido una institución aparte.
Las escuelas, casi en todas partes, están organizadas sobre el principio de que el alumno tiene que entrar en cada etapa a una determinada edad y con cierta preparación prescrita y estandarizada. Pero este principio es incompatible con la naturaleza del conocimiento y con las exigencias de la sociedad del conocimiento. En los Estados Unidos hoy se espera que los médicos, los abogados, los ingenieros, y los ejecutivos de negocios vuelvan a la escuela cada pocos años para que no se queden atrasados.
En muchas áreas la escuela será sólo una de las instituciones de aprendizaje en competición con otros proveedores de enseñanza y aprendizaje. En los Estados Unidos los empleadores ya gastan casi tanto dinero en la capacitación de empleados adultos como gasta el país en educar a los jóvenes en sus escuelas formales. Lo que falta todavía es una asociación entre las escuelas y las instituciones que dan empleo. Las escuelas necesitan el estímulo de trabajar con adultos y organizaciones empleadoras tanto como los adultos y las organizaciones empleadoras necesitan el estímulo de trabajar con las escuelas.
En el siglo actual la educación se ha hecho excesivamente costosa para que no se le exija responsabilidad. Sólo hay escuelas que rinden y escuelas que no rinden.
Las escuelas ya están perdiendo su monopolio como proveedoras de instrucción. Un ejemplo de lo que se puede esperar es la gran compañía de negocios que empieza a competir con las facultades de administración. Otro ejemplo son las juku japonesas, las escuelas “de preparación” aceleradas en que hoy se matriculan una alta proporción de estudiantes de escuela media y secundaria.
( Peter Drucker, capítulo 11 del libro)
La economía de la educación va a cambiar. De ser casi totalmente de uso intensivo de trabajo las escuelas pasarán a ser de uso altamente intensivo de capital:
· Abrazar la nueva tecnología de aprendizaje y enseñanza es requisito previo para el éxito nacional y cultural, no menos que para la competitividad económica.
Occidente alcanzó el liderazgo entre 1500 y 1650 porque reorganizó las escuelas en torno al libro, cosa que no hicieron ni China ni el Islam.
· Sin embargo, la tecnología en sí misma es menos importante que los cambios que genera en la sustancia, el contenido, el foco de las escuelas, su propósito y sus valores.
Dotar a los estudiantes de las herramientas necesarias para rendir, para contribuir y para que puedan emplearse es también el primer deber social de cualquier sistema educativo.
Las escuelas, a lo largo de las edades, han destinado horas incontables a tratar de enseñar cosas que es mejor aprenderlas prácticamente y por medio del ejercicio, la repetición y la retroinformación. En la escuela de mañana los estudiantes serán sus propios instructores utilizando como herramienta un programa de computador.
Lo que se necesita actualmente es la reafirmación del propósito original de la escuela. Este no es la reforma social ni el mejoramiento social. Tiene que ser el aprendizaje individual. La escuela más elitista de todas, la japonesa, ha creado la sociedad más igualitaria.
En la sociedad del conocimiento la gente tiene que aprender a aprender. Las materias pueden ser menos importantes que la capacidad de los estudiantes para continuar aprendiendo y su motivación para hacerlo. La sociedad postcapitalista exige aprendizaje durante toda la vida. Para eso necesitamos motivación y disciplina.
La escuela ha sido una institución social durante largo tiempo. Pero ha sido “de la sociedad”, no ha estado “en la sociedad”. Ha sido una institución aparte.
Las escuelas, casi en todas partes, están organizadas sobre el principio de que el alumno tiene que entrar en cada etapa a una determinada edad y con cierta preparación prescrita y estandarizada. Pero este principio es incompatible con la naturaleza del conocimiento y con las exigencias de la sociedad del conocimiento. En los Estados Unidos hoy se espera que los médicos, los abogados, los ingenieros, y los ejecutivos de negocios vuelvan a la escuela cada pocos años para que no se queden atrasados.
En muchas áreas la escuela será sólo una de las instituciones de aprendizaje en competición con otros proveedores de enseñanza y aprendizaje. En los Estados Unidos los empleadores ya gastan casi tanto dinero en la capacitación de empleados adultos como gasta el país en educar a los jóvenes en sus escuelas formales. Lo que falta todavía es una asociación entre las escuelas y las instituciones que dan empleo. Las escuelas necesitan el estímulo de trabajar con adultos y organizaciones empleadoras tanto como los adultos y las organizaciones empleadoras necesitan el estímulo de trabajar con las escuelas.
En el siglo actual la educación se ha hecho excesivamente costosa para que no se le exija responsabilidad. Sólo hay escuelas que rinden y escuelas que no rinden.
Las escuelas ya están perdiendo su monopolio como proveedoras de instrucción. Un ejemplo de lo que se puede esperar es la gran compañía de negocios que empieza a competir con las facultades de administración. Otro ejemplo son las juku japonesas, las escuelas “de preparación” aceleradas en que hoy se matriculan una alta proporción de estudiantes de escuela media y secundaria.
( Peter Drucker, capítulo 11 del libro)
February 19, 2008
Una objeción a la teoría austriaca del ciclo
Como se sabe, uno de los elementos clave de la TAC es que la reducción artificial de las tasas de interés inevitablemente causa inversiones equivocadas en las industrias de bienes de capital.
Según Gene Callahan, en su libro “Economics for real people”, el economista Richard E. Wagner critica la TAC porque, según él, asume que los empresarios no actúan racionalmente al formar sus expectativas. Es decir, si los empresarios ven que el Fed usa una tasa de interés demasiado baja, no deberían caer en la trampa.
La respuesta de Callahan es que el problema es que el Fed está interviniendo constantemente, por lo que a los empresarios les resulta prácticamente imposible establecer cuál sería la tasa correcta si el Fed no interviniera.
Otro punto de Callahan es que la motivación del Fed será actuar en forma contraria a las expectativas de los empresarios. Si creen que va a subir la tasa y se abstienen de invertir, el Fed la bajará, y viceversa.
Por su parte, Bryan Caplan expresa una objeción similar : “Lo que niego es que las inversiones estimuladas artificialmente tenga ninguna tendencia a convertirse en inversiones equivocadas. La objeción es sencilla; dado que las tasas de interés son artificialmente bajas, ¿por qué un empresario haría sus cálculos de rentabilidad sobre el supuesto de que las bajas tasas continuarán indefinidamente? Lo que debe suceder es que los empresarios deben darse cuenta de que las tasas son bajas sólo temporalmente, y tomar esto en cuenta”.
Ante todo, no creo que la TAC asuma que todos los empresarios vayan a dedicarse a inversiones equivocadas. Supongo que los primeros que ingresan al boom son los que andaban en problemas y quieren salvarse y quienes pensaban meterse en inversiones arriesgadas. En cualquier caso, no creo que la TAC postule que los empresarios crean que las tasas se van a mantener bajas indefinidamente, sólo el tiempo necesario para que contribuyan a la rentabilidad de los negocios. Por ejemplo, actualmente EU ya va para ocho años de expansión monetaria y bajas tasas. ¿Puede alguien anticipar hasta cuándo durarán? Si uno lee las opiniones de quienes son considerados expertos las hay para todos los gustos.
Creo que el tema de las expectativas de inversiones y tasas puede entenderse haciendo una comparación con las inversiones en bolsa. Yo recuerdo que hacia 1996 yo discutía el tema con el gerente de Tesorería del banco en que yo trabajaba. Yo argumentaba que el ratio promedio Precio / Ganancias del Dow Jones estaba excesivamente alto comparado con cualquier otro periodo histórico, y que era inevitable una corrección. Por su parte, mi interlocutor decía que el ratio podía seguir subiendo indefinidamente siempre que hubiera suficientes compradores. Mi compañero de discusión tenía un MBA en finanzas y una gran experiencia en todo tipo de instrumentos de inversión.
Entonces, ¿debería sorprendernos que una cierta cantidad de empresarios sean excesivamente optimistas cuando las tasas de interés están bajas?
Como se sabe, uno de los elementos clave de la TAC es que la reducción artificial de las tasas de interés inevitablemente causa inversiones equivocadas en las industrias de bienes de capital.
Según Gene Callahan, en su libro “Economics for real people”, el economista Richard E. Wagner critica la TAC porque, según él, asume que los empresarios no actúan racionalmente al formar sus expectativas. Es decir, si los empresarios ven que el Fed usa una tasa de interés demasiado baja, no deberían caer en la trampa.
La respuesta de Callahan es que el problema es que el Fed está interviniendo constantemente, por lo que a los empresarios les resulta prácticamente imposible establecer cuál sería la tasa correcta si el Fed no interviniera.
Otro punto de Callahan es que la motivación del Fed será actuar en forma contraria a las expectativas de los empresarios. Si creen que va a subir la tasa y se abstienen de invertir, el Fed la bajará, y viceversa.
Por su parte, Bryan Caplan expresa una objeción similar : “Lo que niego es que las inversiones estimuladas artificialmente tenga ninguna tendencia a convertirse en inversiones equivocadas. La objeción es sencilla; dado que las tasas de interés son artificialmente bajas, ¿por qué un empresario haría sus cálculos de rentabilidad sobre el supuesto de que las bajas tasas continuarán indefinidamente? Lo que debe suceder es que los empresarios deben darse cuenta de que las tasas son bajas sólo temporalmente, y tomar esto en cuenta”.
Ante todo, no creo que la TAC asuma que todos los empresarios vayan a dedicarse a inversiones equivocadas. Supongo que los primeros que ingresan al boom son los que andaban en problemas y quieren salvarse y quienes pensaban meterse en inversiones arriesgadas. En cualquier caso, no creo que la TAC postule que los empresarios crean que las tasas se van a mantener bajas indefinidamente, sólo el tiempo necesario para que contribuyan a la rentabilidad de los negocios. Por ejemplo, actualmente EU ya va para ocho años de expansión monetaria y bajas tasas. ¿Puede alguien anticipar hasta cuándo durarán? Si uno lee las opiniones de quienes son considerados expertos las hay para todos los gustos.
Creo que el tema de las expectativas de inversiones y tasas puede entenderse haciendo una comparación con las inversiones en bolsa. Yo recuerdo que hacia 1996 yo discutía el tema con el gerente de Tesorería del banco en que yo trabajaba. Yo argumentaba que el ratio promedio Precio / Ganancias del Dow Jones estaba excesivamente alto comparado con cualquier otro periodo histórico, y que era inevitable una corrección. Por su parte, mi interlocutor decía que el ratio podía seguir subiendo indefinidamente siempre que hubiera suficientes compradores. Mi compañero de discusión tenía un MBA en finanzas y una gran experiencia en todo tipo de instrumentos de inversión.
Entonces, ¿debería sorprendernos que una cierta cantidad de empresarios sean excesivamente optimistas cuando las tasas de interés están bajas?
February 18, 2008
La Gran Depresión : Mises, Hayek y Keynes
En el capítulo IV de su libro “Nuevos estudios de economía política”, Jesús Huerta de Soto escribe:
“Tanto Mark Skousen como Lionel Robbins se hicieron eco de la predicción efectuada por Mises y Hayek del inexorable advenimiento de la Gran Depresión, que apareció expresamente en un artículo de Hayek publicado en 1929. Esta predicción contrasta con el optimismo de Keynes y los monetaristas, como Fisher y otros, que incluso pocos meses antes del crash aún afirmaban públicamente que el “auge” económico de los años veinte y la euforia bursátil se mantendrían indefinidamente.”
Uno tendería a pensar que este episodio debería haber contribuido a debilitar las teorías keynesianas, pero no fue así. Pienso que el keynesianismo es atractivo porque le dice a cada quien lo que quiere oír.
A los gobiernos, que ellos pueden controlar el movimiento de la economía a través de una cuidadosa manipulación monetaria. A la gente, que la bonanza económica inducida artificialmente puede durar indefinidamente.
Muchos creyeron que la “stagflation” de los años setenta había acabado con Keynes. Para mi sorpresa, estoy leyendo en las últimas semanas análisis que atribuyen las recesiones a una caída en la demanda agregada como consecuencia de una subida de las tasas de interés. Por tanto, aseguran que no hay que temer una recesión si el gobierno norteamericano toma las medidas apropiadas. Cuando más, critican el paquete de “estímulo” del presidente Bush como demasiado tímido.
Detrás de los diferentes enfoques entre austriacos y keynesianos y monetaristas Huerta señala diferencias importantes en varios conceptos económicos:
1. Capital : Los austriacos lo conciben como un conjunto heterogéneo de bienes de capital mientras que los otros lo conciben como un fondo homogéneo.
2. Dinero : Según los austriacos afecta al proceso modificando la estructura de precios relativos; según los otros sólo afecta al nivel general de precios.
3. Fenómenos macroeconómicos : Los austriacos los explican en términos microeconómicos, es decir, según las variaciones en los precios relativos; para los otros, los agregados macroeconómicos impiden analizar las realidades microeconómicas subyacentes.
4. Ahorro : Para los austriacos determina un cambio longitudinal en la estructura productiva y el tipo de tecnología; para los otros la función de producción es fija y está dada por el estado de la técnica.
5. Demanda de bienes de capital : Para los austriacos varía en dirección inversa a la demanda de bienes de consumo ; para los otros varía en la misma dirección.
En el capítulo IV de su libro “Nuevos estudios de economía política”, Jesús Huerta de Soto escribe:
“Tanto Mark Skousen como Lionel Robbins se hicieron eco de la predicción efectuada por Mises y Hayek del inexorable advenimiento de la Gran Depresión, que apareció expresamente en un artículo de Hayek publicado en 1929. Esta predicción contrasta con el optimismo de Keynes y los monetaristas, como Fisher y otros, que incluso pocos meses antes del crash aún afirmaban públicamente que el “auge” económico de los años veinte y la euforia bursátil se mantendrían indefinidamente.”
Uno tendería a pensar que este episodio debería haber contribuido a debilitar las teorías keynesianas, pero no fue así. Pienso que el keynesianismo es atractivo porque le dice a cada quien lo que quiere oír.
A los gobiernos, que ellos pueden controlar el movimiento de la economía a través de una cuidadosa manipulación monetaria. A la gente, que la bonanza económica inducida artificialmente puede durar indefinidamente.
Muchos creyeron que la “stagflation” de los años setenta había acabado con Keynes. Para mi sorpresa, estoy leyendo en las últimas semanas análisis que atribuyen las recesiones a una caída en la demanda agregada como consecuencia de una subida de las tasas de interés. Por tanto, aseguran que no hay que temer una recesión si el gobierno norteamericano toma las medidas apropiadas. Cuando más, critican el paquete de “estímulo” del presidente Bush como demasiado tímido.
Detrás de los diferentes enfoques entre austriacos y keynesianos y monetaristas Huerta señala diferencias importantes en varios conceptos económicos:
1. Capital : Los austriacos lo conciben como un conjunto heterogéneo de bienes de capital mientras que los otros lo conciben como un fondo homogéneo.
2. Dinero : Según los austriacos afecta al proceso modificando la estructura de precios relativos; según los otros sólo afecta al nivel general de precios.
3. Fenómenos macroeconómicos : Los austriacos los explican en términos microeconómicos, es decir, según las variaciones en los precios relativos; para los otros, los agregados macroeconómicos impiden analizar las realidades microeconómicas subyacentes.
4. Ahorro : Para los austriacos determina un cambio longitudinal en la estructura productiva y el tipo de tecnología; para los otros la función de producción es fija y está dada por el estado de la técnica.
5. Demanda de bienes de capital : Para los austriacos varía en dirección inversa a la demanda de bienes de consumo ; para los otros varía en la misma dirección.
February 17, 2008
Alexis de Tocqueville : “La democracia en América” (1)
En octubre de 1833 Alexis se instaló en el ático de la casa de su familia en Paris para trabajar en lo que sería su obra maestra. Contrató para ayudarle a dos jóvenes de la legación norteamericana en Paris. Alexis comenzó con los datos que había obtenido en su viaje a Estados Unidos, los que a su vez exigieron nuevos datos que pudo conseguir a través de sus ayudantes.
En cuanto a su idea madre, Alexis la anunció en su introducción: “Entre las cosas que me llamaron la atención durante mi estancia en Estados Unidos, la principal fue la igualdad de condiciones.” Y añadía : “Llegué a considerar esta igualdad como el hecho fundamental del que se derivaba todo lo demás”.
La introducción explica también claramente que, aunque el libro trata sobre los Estados Unidos, va dirigido a los lectores franceses, porque la democracia en Francia sólo había producido desastres. Por supuesto, se refería a la Revolución Francesa. Y comentaba: “Después de destruir la sociedad aristocrática, parece que estamos listos para vivir complacientemente por siempre entre la basura.”
Sin embargo, Alexis pensaba que cada quien tenía la obligación de vivir en las circunstancias que le tocasen, que su obligación era educar en la democracia, revivir sus creencias, purificar las costumbres, regular los impulsos, y aportar conocimientos y comprensión que pudieran reemplazar la inexperiencia y el instinto ciego.
Alexis pensaba que su método debía ser descriptivo, analítico y filosófico, todo a la vez. Para poder hacerlo, alguien necesitaba ser exacto, lúcido, penetrante y sabio, todo a la vez. Desde luego, una difícil tarea.
Veamos lo que escribió sobre la elección y reelección del presidente de Estados Unidos. Según él, a medida que se acerca la elección, se intensifican las intrigas y la agitación aumenta y se extiende. Los ciudadanos se dividen en varios campos, detrás de cada candidato. La fiebre se apodera de toda la nación. Una vez pasada la elección, se disipa el ardor, retorna la calma, y las aguas vuelven a su cauce.
Alexis se torna crítico respecto a la reelección. El presidente que la busca gobierna menos en el interés de la gente que en el suyo propio. El ejercicio tiende a degradar la moralidad política de la nación. Un presidente que no tenga que preocuparse por la reelección sería responsable ante la gente sin ser dependiente. Concurrir a la reelección le quita dignidad al puesto sobre todo teniendo en cuenta que la moralidad política se había tornado bastante laxa.
Alexis consideraba que el nivel de educación política de los norteamericanos era superior al de los europeos. Esto se debía a que participaban como jurados de conciencia, se postulaban para puestos de elección y, sobre todo, porque participaban en una gran cantidad de asociaciones voluntarias.
Según Alexis, los padres de la Constitución norteamericana inventaron una nueva forma de gobierno que no era ni exactamente nacional ni exactamente federal. Y añadía que todavía no existía la palabra para expresar esta nueva realidad.
Alexis dedicó algo menos de un año a la que sería la primera parte de su libro, que fue publicada en enero de 1835 con gran éxito. Se convirtió rápidamente en una celebridad. La Academia Francesa le otorgó el Premio Montyon por 12,000 francos. Fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
( Joseph Epstein, Alexis de Tocqueville, Pag. 47-64 )
En octubre de 1833 Alexis se instaló en el ático de la casa de su familia en Paris para trabajar en lo que sería su obra maestra. Contrató para ayudarle a dos jóvenes de la legación norteamericana en Paris. Alexis comenzó con los datos que había obtenido en su viaje a Estados Unidos, los que a su vez exigieron nuevos datos que pudo conseguir a través de sus ayudantes.
En cuanto a su idea madre, Alexis la anunció en su introducción: “Entre las cosas que me llamaron la atención durante mi estancia en Estados Unidos, la principal fue la igualdad de condiciones.” Y añadía : “Llegué a considerar esta igualdad como el hecho fundamental del que se derivaba todo lo demás”.
La introducción explica también claramente que, aunque el libro trata sobre los Estados Unidos, va dirigido a los lectores franceses, porque la democracia en Francia sólo había producido desastres. Por supuesto, se refería a la Revolución Francesa. Y comentaba: “Después de destruir la sociedad aristocrática, parece que estamos listos para vivir complacientemente por siempre entre la basura.”
Sin embargo, Alexis pensaba que cada quien tenía la obligación de vivir en las circunstancias que le tocasen, que su obligación era educar en la democracia, revivir sus creencias, purificar las costumbres, regular los impulsos, y aportar conocimientos y comprensión que pudieran reemplazar la inexperiencia y el instinto ciego.
Alexis pensaba que su método debía ser descriptivo, analítico y filosófico, todo a la vez. Para poder hacerlo, alguien necesitaba ser exacto, lúcido, penetrante y sabio, todo a la vez. Desde luego, una difícil tarea.
Veamos lo que escribió sobre la elección y reelección del presidente de Estados Unidos. Según él, a medida que se acerca la elección, se intensifican las intrigas y la agitación aumenta y se extiende. Los ciudadanos se dividen en varios campos, detrás de cada candidato. La fiebre se apodera de toda la nación. Una vez pasada la elección, se disipa el ardor, retorna la calma, y las aguas vuelven a su cauce.
Alexis se torna crítico respecto a la reelección. El presidente que la busca gobierna menos en el interés de la gente que en el suyo propio. El ejercicio tiende a degradar la moralidad política de la nación. Un presidente que no tenga que preocuparse por la reelección sería responsable ante la gente sin ser dependiente. Concurrir a la reelección le quita dignidad al puesto sobre todo teniendo en cuenta que la moralidad política se había tornado bastante laxa.
Alexis consideraba que el nivel de educación política de los norteamericanos era superior al de los europeos. Esto se debía a que participaban como jurados de conciencia, se postulaban para puestos de elección y, sobre todo, porque participaban en una gran cantidad de asociaciones voluntarias.
Según Alexis, los padres de la Constitución norteamericana inventaron una nueva forma de gobierno que no era ni exactamente nacional ni exactamente federal. Y añadía que todavía no existía la palabra para expresar esta nueva realidad.
Alexis dedicó algo menos de un año a la que sería la primera parte de su libro, que fue publicada en enero de 1835 con gran éxito. Se convirtió rápidamente en una celebridad. La Academia Francesa le otorgó el Premio Montyon por 12,000 francos. Fue elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
( Joseph Epstein, Alexis de Tocqueville, Pag. 47-64 )
February 16, 2008
Cita : Afortunada ineficiencia gubernamental
“ Los Estados Unidos son hoy socialistas en más del 50% en términos de la fracción de recursos controlados por el gobierno. Afortunadamente el socialismo es tan ineficiente que no controla el 50% de nuestras vidas. Afortunadamente, el gobierno es despilfarrador.
La gente se preocupa por el despilfarro, yo no. Tiemblo sobre lo que le sucedería a la libertad si el gobierno fuese eficiente gastando nuestro dinero.
Lo realmente fascinante es que nuestro sector privado ha sido tan efectivo y eficiente que ha sido capaz de producir un nivel de vida que es la envidia del resto del mundo con menos de la mitad de nuestros recursos.”
( Milton Friedman, 1991 )
“ Los Estados Unidos son hoy socialistas en más del 50% en términos de la fracción de recursos controlados por el gobierno. Afortunadamente el socialismo es tan ineficiente que no controla el 50% de nuestras vidas. Afortunadamente, el gobierno es despilfarrador.
La gente se preocupa por el despilfarro, yo no. Tiemblo sobre lo que le sucedería a la libertad si el gobierno fuese eficiente gastando nuestro dinero.
Lo realmente fascinante es que nuestro sector privado ha sido tan efectivo y eficiente que ha sido capaz de producir un nivel de vida que es la envidia del resto del mundo con menos de la mitad de nuestros recursos.”
( Milton Friedman, 1991 )
Humor : Coraje / Cobardía
1. Un cobarde es un héroe con esposa, hijos e hipoteca ( Marvin Kitman )
2. Si uno es valiente con demasiada frecuencia, la gente espera demasiado de usted ( Mignon McLaughlin )
3. La nación tenía el corazón de un león. Yo tuve la suerte de rugir ( Winston Churchill )
4. Ten el coraje de vivir. Cualquiera es capaz de morir (Robert Cody )
5. El cobarde es alguien que en los momentos de peligro piensa con los pies (Ambrose Bierce )
6. Si Dios quería que fuéramos valientes, ¿por qué nos dio las piernas? (Marvin Kitman )
(Fuente : Peter’s Quotations )
1. Un cobarde es un héroe con esposa, hijos e hipoteca ( Marvin Kitman )
2. Si uno es valiente con demasiada frecuencia, la gente espera demasiado de usted ( Mignon McLaughlin )
3. La nación tenía el corazón de un león. Yo tuve la suerte de rugir ( Winston Churchill )
4. Ten el coraje de vivir. Cualquiera es capaz de morir (Robert Cody )
5. El cobarde es alguien que en los momentos de peligro piensa con los pies (Ambrose Bierce )
6. Si Dios quería que fuéramos valientes, ¿por qué nos dio las piernas? (Marvin Kitman )
(Fuente : Peter’s Quotations )
February 15, 2008
Sobre los aumentos de precios en Panamá
Durante la segunda mitad del año pasado, probablemente el tema estrella de los comentaristas locales fue el de los aumentos de precios, principalmente los de la canasta básica de alimentos (CBA), sobre todo el arroz.
Dediqué bastante tiempo a escuchar debates y leer opiniones. Lo que más me llamó la atención fue las contradicciones lógicas en que incurrían muchos de los comentaristas. A continuación, algunas de ellas.
Primera: Un comentario típico era que los precios en Panamá siempre habían sido estables, con incrementos anuales inferiores al 1%, mientras que en el 2007 se dispararon, sobre los de la CBA. Los culpables eran los comerciantes, principalmente los dueños de supermercados, por el afán salvaje de aumentar sus ganancias.
Yo tengo una gran dificultad con este argumento. Porque, ¿cómo se explica que comerciantes que llevaban más de una década siendo honorables, escrupulosos, obteniendo ganancias razonables, de repente se convirtieran en unos monstruos insaciables? Y hay otro problema. Dado que los extraordinarios aumentos en la CBA se dieron prácticamente en todo el mundo, ¿cómo se explica que todos los comerciantes del mundo fueran atacados simultáneamente por la misma enfermedad?
Otra consideración. Si los alimentos subieron 12.1%, y el vestido y calzado bajaron 0.3%, ¿debemos concluir que los comerciantes de alimentos son una pandilla de piratas mientras que los otros son una sucursal de la orden de la Madre Teresa?
Segunda : Conforme iban aumentando los precios del petróleo, todos los comentaristas nos anunciaban, con semblante apesadumbrado, que esos aumentos encarecerían los precios de todos los productos. Sin embargo, cuando los precios subían algún tiempo después, ya se habían olvidado de sus predicciones y decían que los aumentos no tenían justificación. Entonces, ¿en qué quedamos?
Tercera : Un posible candidato presidencial atribuye los aumentos del año pasado a que la cadena de comercialización no funciona bien porque el país es muy pequeño. No niego que el argumento tiene algún peso, pero tengo varios problemas con el mismo.
Primero, ¿por qué la cadena funcionó bien durante toda la década pasada? Segundo, si el asunto es del tamaño del país, ¿por qué hubo aumentos extraordinarios de precios en lugares como China, Rusia, la Unión Europea, Argentina y Venezuela, por citar algunos? Tercero, si la cadena de comercialización en Panamá es tan defectuosa, ¿por qué se dan diferencias tan importantes en el precio de la CBA entre diferentes supermercados? Por ejemplo, según datos de la Autoridad del Consumidor, en el pasado mes de diciembre se dio una diferencia de 80 dólares en la CBA entre el supermercado más caro y el más barato y una de 32 dólares entre el supermercado más barato y el promedio de todos ellos.
Alguien pensará que no me importa si suben los precios. Se equivoca. Pero creo que los precios no bajarán si no aumenta significativamente la productividad y la oferta. Mientras tanto, lo único que puedo hacer es buscar los mejores precios, utilizar sustitutos, comprar principalmente vegetales y frutas de temporada y aprovechar algunos cultivos caseros.
Durante la segunda mitad del año pasado, probablemente el tema estrella de los comentaristas locales fue el de los aumentos de precios, principalmente los de la canasta básica de alimentos (CBA), sobre todo el arroz.
Dediqué bastante tiempo a escuchar debates y leer opiniones. Lo que más me llamó la atención fue las contradicciones lógicas en que incurrían muchos de los comentaristas. A continuación, algunas de ellas.
Primera: Un comentario típico era que los precios en Panamá siempre habían sido estables, con incrementos anuales inferiores al 1%, mientras que en el 2007 se dispararon, sobre los de la CBA. Los culpables eran los comerciantes, principalmente los dueños de supermercados, por el afán salvaje de aumentar sus ganancias.
Yo tengo una gran dificultad con este argumento. Porque, ¿cómo se explica que comerciantes que llevaban más de una década siendo honorables, escrupulosos, obteniendo ganancias razonables, de repente se convirtieran en unos monstruos insaciables? Y hay otro problema. Dado que los extraordinarios aumentos en la CBA se dieron prácticamente en todo el mundo, ¿cómo se explica que todos los comerciantes del mundo fueran atacados simultáneamente por la misma enfermedad?
Otra consideración. Si los alimentos subieron 12.1%, y el vestido y calzado bajaron 0.3%, ¿debemos concluir que los comerciantes de alimentos son una pandilla de piratas mientras que los otros son una sucursal de la orden de la Madre Teresa?
Segunda : Conforme iban aumentando los precios del petróleo, todos los comentaristas nos anunciaban, con semblante apesadumbrado, que esos aumentos encarecerían los precios de todos los productos. Sin embargo, cuando los precios subían algún tiempo después, ya se habían olvidado de sus predicciones y decían que los aumentos no tenían justificación. Entonces, ¿en qué quedamos?
Tercera : Un posible candidato presidencial atribuye los aumentos del año pasado a que la cadena de comercialización no funciona bien porque el país es muy pequeño. No niego que el argumento tiene algún peso, pero tengo varios problemas con el mismo.
Primero, ¿por qué la cadena funcionó bien durante toda la década pasada? Segundo, si el asunto es del tamaño del país, ¿por qué hubo aumentos extraordinarios de precios en lugares como China, Rusia, la Unión Europea, Argentina y Venezuela, por citar algunos? Tercero, si la cadena de comercialización en Panamá es tan defectuosa, ¿por qué se dan diferencias tan importantes en el precio de la CBA entre diferentes supermercados? Por ejemplo, según datos de la Autoridad del Consumidor, en el pasado mes de diciembre se dio una diferencia de 80 dólares en la CBA entre el supermercado más caro y el más barato y una de 32 dólares entre el supermercado más barato y el promedio de todos ellos.
Alguien pensará que no me importa si suben los precios. Se equivoca. Pero creo que los precios no bajarán si no aumenta significativamente la productividad y la oferta. Mientras tanto, lo único que puedo hacer es buscar los mejores precios, utilizar sustitutos, comprar principalmente vegetales y frutas de temporada y aprovechar algunos cultivos caseros.
February 14, 2008
¿Quiénes son los fascistas de hoy?
Jonah Goldberg publicó recientemente su libro “Liberal Fascism : The Secret History of the American Left”. El título no me gusta. Por un lado, utiliza el término “liberal” en sentido norteamericano, que equivale más o menos al de “progresista” de Europa o Latinoamérica. Por otro, parece sugerir una continuidad entre el fascismo clásico y la izquierda norteamericana, lo que puede ser un tanto ahistórico. Otra cosa es la constatación de que las izquierdas actuales comparten muchos rasgos con el fascismo histórico, lo que desde luego es un fenómeno del mayor interés.
Veamos algunos elementos extraídos de la sinopsis del libro en la página de Amazon :
· Los fascistas fueron izquierdistas.
· Franklin Delano Roosevelt defendió políticas y principios muy similares a los de Hitler y Mussolini.
· Los nazis fueron ardientes socialistas.
· Creían en la atención médica gratuita y los puestos de trabajo garantizados.
· Confiscaron la riqueza heredada.
· Dedicaron grandes sumas a la educación pública.
· Eliminaron a las Iglesias de la vida pública.
· Promovieron un tipo de espiritualidad pagana.
· Introdujeron al Estado en todos los detalles de la vida diaria.
· Apoyaron el aborto, la eutanasia y el control de armas.
· Declararon la guerra al tabaco.
· Condenaron el libre mercado.
· Ofrecieron pensiones de vejez generosas.
· Mantuvieron un sistema de cuotas raciales en las universidades.
· Favorecieron la agricultura orgánica y la medicina alternativa.
· Hitler fue un vegetariano estricto.
· Himmler fue un activista de los derechos de los animales.
Algunos otros detalles que no aparecen en la sinopsis de Amazon :
· Según el programa electoral de Hitler, se establecería un ingreso máximo de 1,000 marcos mensuales por persona.
· Los dueños de negocios se convirtieron virtualmente en pensionistas; recibían una cantidad mensual fija y debían seguir en todo las directrices del gobierno.
· Según Ludwig von Mises, Hitler puso en ejecución ocho de las diez medidas propuestas por Marx en el Manifiesto Comunista.
En conjunto, no se puede negar una semejanza, que para muchos puede ser sorprendente, entre el nazi-fascismo y el “progresismo” actual. Esto no debe extrañar demasiado, ya que ambos se basan en el rechazo del capitalismo liberal.
Curiosamente, los comunistas de la época no comprendieron, con algunas excepciones, el fenómeno. Una de las excepciones fue Karl Radek, que escribió en 1923 : “El fascismo es el socialismo de las clases medias”.
En 1933 apareció la definición oficial soviética : “El fascismo es la abierta dictadura terrorista de los más reaccionarios, chauvinistas e imperialistas elementos del capital financiero”. Hasta podría pasar por una perorata de Chomsky.
Jonah Goldberg publicó recientemente su libro “Liberal Fascism : The Secret History of the American Left”. El título no me gusta. Por un lado, utiliza el término “liberal” en sentido norteamericano, que equivale más o menos al de “progresista” de Europa o Latinoamérica. Por otro, parece sugerir una continuidad entre el fascismo clásico y la izquierda norteamericana, lo que puede ser un tanto ahistórico. Otra cosa es la constatación de que las izquierdas actuales comparten muchos rasgos con el fascismo histórico, lo que desde luego es un fenómeno del mayor interés.
Veamos algunos elementos extraídos de la sinopsis del libro en la página de Amazon :
· Los fascistas fueron izquierdistas.
· Franklin Delano Roosevelt defendió políticas y principios muy similares a los de Hitler y Mussolini.
· Los nazis fueron ardientes socialistas.
· Creían en la atención médica gratuita y los puestos de trabajo garantizados.
· Confiscaron la riqueza heredada.
· Dedicaron grandes sumas a la educación pública.
· Eliminaron a las Iglesias de la vida pública.
· Promovieron un tipo de espiritualidad pagana.
· Introdujeron al Estado en todos los detalles de la vida diaria.
· Apoyaron el aborto, la eutanasia y el control de armas.
· Declararon la guerra al tabaco.
· Condenaron el libre mercado.
· Ofrecieron pensiones de vejez generosas.
· Mantuvieron un sistema de cuotas raciales en las universidades.
· Favorecieron la agricultura orgánica y la medicina alternativa.
· Hitler fue un vegetariano estricto.
· Himmler fue un activista de los derechos de los animales.
Algunos otros detalles que no aparecen en la sinopsis de Amazon :
· Según el programa electoral de Hitler, se establecería un ingreso máximo de 1,000 marcos mensuales por persona.
· Los dueños de negocios se convirtieron virtualmente en pensionistas; recibían una cantidad mensual fija y debían seguir en todo las directrices del gobierno.
· Según Ludwig von Mises, Hitler puso en ejecución ocho de las diez medidas propuestas por Marx en el Manifiesto Comunista.
En conjunto, no se puede negar una semejanza, que para muchos puede ser sorprendente, entre el nazi-fascismo y el “progresismo” actual. Esto no debe extrañar demasiado, ya que ambos se basan en el rechazo del capitalismo liberal.
Curiosamente, los comunistas de la época no comprendieron, con algunas excepciones, el fenómeno. Una de las excepciones fue Karl Radek, que escribió en 1923 : “El fascismo es el socialismo de las clases medias”.
En 1933 apareció la definición oficial soviética : “El fascismo es la abierta dictadura terrorista de los más reaccionarios, chauvinistas e imperialistas elementos del capital financiero”. Hasta podría pasar por una perorata de Chomsky.
February 13, 2008
La sociedad postcapitalista : El conocimiento, su economía y su productividad
La economía mundial seguirá siendo una economía de mercado y conservará las instituciones del mercado; no obstante, su sustancia ha cambiado radicalmente. Será capitalista, pero dominada por el “capitalismo de la información” :
· Las industrias que en los últimos cuarenta años han pasado a ocupar el centro de la economía son aquellas cuyo negocio es la producción y la distribución de conocimientos, y no la producción y distribución de objetos: industria farmacéutica, telecomunicaciones, computadores, software, productores y distribuidores de información, educación y cuidado de la salud.
· Todas las industrias tradicionales que han podido crecer en los últimos cuarenta años lo han hecho porque se estructuraron en torno al conocimiento y a la información.
· Ya no es posible realizar grandes utilidades haciendo o moviendo cosas. Pero ni siquiera es posible hacer grandes utilidades controlando el dinero. Cada vez es menor el rendimiento sobre los recursos tradicionales : trabajo, tierra, y capital. Los únicos, o por lo menos los principales, productores de riqueza son la información y el conocimiento.
Todavía no entendemos del todo cómo se comporta el conocimiento como recurso económico. Sin embargo, algunos estudios indican claramente que la economía basada en el conocimiento no se comporta como lo supone la actual teoría. Sabemos, por consiguiente, que la nueva teoría económica, la teoría de una economía basada en el conocimiento, será muy distinta de la actual, sea esta keynesiana o neokeynesiana, clásica o neoclásica:
· Uno de los supuestos básicos de los economistas es que la competencia perfecta es el modelo para la asignación de recursos y para la distribución de las recompensas económicas. Pero en la economía del conocimiento la competencia imperfecta parece ser inherente a la economía misma. Las ventajas iniciales obtenidas mediante la temprana aplicación y explotación del conocimiento ( es decir, lo que ha venido a llamarse la “curva del aprendizaje” )se hacen permanentes e irreversibles.
· Otro supuesto básico de los economistas es que la economía está determinada o bien por el consumo o bien por la inversión. En la economía de conocimiento ninguno de los dos parece dominar. No hay ninguna prueba de que el aumento del consumo ni el de la inversión lleven a una mayor producción de conocimientos. Por la menos, el tiempo que transcurre entre el aumento del consumo y la inversión y la producción de conocimientos parece ser tan largo que no se puede analizar.
· Igualmente incompatible con la teoría económica tradicional es la ausencia de un común denominador para las distintas clases de conocimiento. Las tres clases básicas son :
- Mejora continua
- Explotación continua del conocimiento existente
- Innovación genuina
Estas tres maneras de aplicar el conocimiento para producir cambio en la economía es necesario trabajarlas conjuntamente y al mismo tiempo. Son igualmente necesarias. Pero sus características económicas – sus costos y sus impactos económicos- son cualitativamente distintas.
El conocimiento no es barato. Todos los países desarrollados gastan más o menos una quinta parte de su PIB en su producción y diseminación. La formación de conocimiento ya es la inversión más grande en todos los países desarrollados. Ciertamente el rendimiento que un país o una empresa obtiene sobre el conocimiento tiene que ser un factor determinante de su competitividad. La productividad del conocimiento será cada vez más decisiva en su éxito económico y social y en su rendimiento económico en general.
Sabemos que hay grandes diferencias en la productividad del conocimiento, entre países, industrias, y organismos individuales:
· Según su producción de conocimientos científicos y técnicos, Inglaterra debía haber sido el líder económico después de la segunda guerra mundial. Sin embargo, no logró convertir esos avances en conocimiento en productos y servicios prácticos, empleos, exportaciones, y posición en el mercado.
· Algo similar está sucediendo actualmente( año 1993) a los Estados Unidos. Las compañías estadounidenses han generado las nuevas tecnologías, pero los japoneses han desarrollados los productos y han logrado los mercados.
· Alemania tenía una altísima productividad en conocimiento viejo, en aplicarlo, perfeccionarlo y explotarlo. Pero tenía una productividad sumamente baja en los nuevos conocimientos, especialmente en las áreas de alta tecnología :computadores, telecomunicaciones, productos farmacéuticos, materiales avanzados, biogenética.
· El ascenso meteórico del Japón no se basó en producir conocimiento. El trabajo serio para construir una base de conocimiento en Japón comenzó a finales de los años 70. Incluso en la actualidad el Japón importa más conocimiento del que exporta.
( Peter Drucker, capítulo 10 del libro )
La economía mundial seguirá siendo una economía de mercado y conservará las instituciones del mercado; no obstante, su sustancia ha cambiado radicalmente. Será capitalista, pero dominada por el “capitalismo de la información” :
· Las industrias que en los últimos cuarenta años han pasado a ocupar el centro de la economía son aquellas cuyo negocio es la producción y la distribución de conocimientos, y no la producción y distribución de objetos: industria farmacéutica, telecomunicaciones, computadores, software, productores y distribuidores de información, educación y cuidado de la salud.
· Todas las industrias tradicionales que han podido crecer en los últimos cuarenta años lo han hecho porque se estructuraron en torno al conocimiento y a la información.
· Ya no es posible realizar grandes utilidades haciendo o moviendo cosas. Pero ni siquiera es posible hacer grandes utilidades controlando el dinero. Cada vez es menor el rendimiento sobre los recursos tradicionales : trabajo, tierra, y capital. Los únicos, o por lo menos los principales, productores de riqueza son la información y el conocimiento.
Todavía no entendemos del todo cómo se comporta el conocimiento como recurso económico. Sin embargo, algunos estudios indican claramente que la economía basada en el conocimiento no se comporta como lo supone la actual teoría. Sabemos, por consiguiente, que la nueva teoría económica, la teoría de una economía basada en el conocimiento, será muy distinta de la actual, sea esta keynesiana o neokeynesiana, clásica o neoclásica:
· Uno de los supuestos básicos de los economistas es que la competencia perfecta es el modelo para la asignación de recursos y para la distribución de las recompensas económicas. Pero en la economía del conocimiento la competencia imperfecta parece ser inherente a la economía misma. Las ventajas iniciales obtenidas mediante la temprana aplicación y explotación del conocimiento ( es decir, lo que ha venido a llamarse la “curva del aprendizaje” )se hacen permanentes e irreversibles.
· Otro supuesto básico de los economistas es que la economía está determinada o bien por el consumo o bien por la inversión. En la economía de conocimiento ninguno de los dos parece dominar. No hay ninguna prueba de que el aumento del consumo ni el de la inversión lleven a una mayor producción de conocimientos. Por la menos, el tiempo que transcurre entre el aumento del consumo y la inversión y la producción de conocimientos parece ser tan largo que no se puede analizar.
· Igualmente incompatible con la teoría económica tradicional es la ausencia de un común denominador para las distintas clases de conocimiento. Las tres clases básicas son :
- Mejora continua
- Explotación continua del conocimiento existente
- Innovación genuina
Estas tres maneras de aplicar el conocimiento para producir cambio en la economía es necesario trabajarlas conjuntamente y al mismo tiempo. Son igualmente necesarias. Pero sus características económicas – sus costos y sus impactos económicos- son cualitativamente distintas.
El conocimiento no es barato. Todos los países desarrollados gastan más o menos una quinta parte de su PIB en su producción y diseminación. La formación de conocimiento ya es la inversión más grande en todos los países desarrollados. Ciertamente el rendimiento que un país o una empresa obtiene sobre el conocimiento tiene que ser un factor determinante de su competitividad. La productividad del conocimiento será cada vez más decisiva en su éxito económico y social y en su rendimiento económico en general.
Sabemos que hay grandes diferencias en la productividad del conocimiento, entre países, industrias, y organismos individuales:
· Según su producción de conocimientos científicos y técnicos, Inglaterra debía haber sido el líder económico después de la segunda guerra mundial. Sin embargo, no logró convertir esos avances en conocimiento en productos y servicios prácticos, empleos, exportaciones, y posición en el mercado.
· Algo similar está sucediendo actualmente( año 1993) a los Estados Unidos. Las compañías estadounidenses han generado las nuevas tecnologías, pero los japoneses han desarrollados los productos y han logrado los mercados.
· Alemania tenía una altísima productividad en conocimiento viejo, en aplicarlo, perfeccionarlo y explotarlo. Pero tenía una productividad sumamente baja en los nuevos conocimientos, especialmente en las áreas de alta tecnología :computadores, telecomunicaciones, productos farmacéuticos, materiales avanzados, biogenética.
· El ascenso meteórico del Japón no se basó en producir conocimiento. El trabajo serio para construir una base de conocimiento en Japón comenzó a finales de los años 70. Incluso en la actualidad el Japón importa más conocimiento del que exporta.
( Peter Drucker, capítulo 10 del libro )
February 12, 2008
El paraíso perdido : El desastre agrícola de Cuba
Según el economista cubano Oscar Espinosa Chepe, la agricultura cubana es un desastre total. Dice que se requiere una transformación radical, que ofrezca acceso a la tierra a quienes realmente quieren cultivarla, con las garantías de que no la van a perder. Por cierto, no se quién pueda proporcionar estas garantías.
Según Espinosa, la propiedad estatal no ha sido social, lo que no debe extrañar a nadie. Las entidades estatales sólo han producido pérdidas, en el marco de falsas cooperativas en las que las opiniones de los trabajadores nunca han contado nada.
Por el contrario, los pequeños agricultores, con 30% de la tierra, y no de la mejor calidad, han logrado más del 65% de la producción total. Es sumamente interesante que el mal manejo de las tierras y el riego inadecuado han ocasionado millones de hectáreas seriamente dañadas por salinidad, compactación, falta de drenaje, erosión y otros males.
Y luego viene el “moribundo” y endilga al maldito capitalismo la responsabilidad por el deterioro del medio ambiente.
Otro asunto de importancia es la masiva deserción de especialistas agrícolas que buscan mejores ingresos en otras actividades. Espinosa menciona el caso de un ingeniero en mecanización agrícola convertido en vendedor de viandas a domicilio.
Finalmente, Espinosa comenta que Cuba se gasta más de 1,500 millones de dólares anuales para comprar alimentos que, en principio, pudieran producirse localmente.
Este artículo de Espinosa me ha traído a la memoria dos episodios.
El primero, el de un asesino y cretino económico, un tal Che Guevara, que allá por 1960 aseguraba que Cuba crecería 10-15% anualmente durante décadas y superaría a Estados Unidos. El segundo es de Lula, que hace unas pocas semanas afirmaba que Fidel Castro tenía una lucidez envidiable. ¿Envidiable para qué? ¿Para producir estos desastres?
Según el economista cubano Oscar Espinosa Chepe, la agricultura cubana es un desastre total. Dice que se requiere una transformación radical, que ofrezca acceso a la tierra a quienes realmente quieren cultivarla, con las garantías de que no la van a perder. Por cierto, no se quién pueda proporcionar estas garantías.
Según Espinosa, la propiedad estatal no ha sido social, lo que no debe extrañar a nadie. Las entidades estatales sólo han producido pérdidas, en el marco de falsas cooperativas en las que las opiniones de los trabajadores nunca han contado nada.
Por el contrario, los pequeños agricultores, con 30% de la tierra, y no de la mejor calidad, han logrado más del 65% de la producción total. Es sumamente interesante que el mal manejo de las tierras y el riego inadecuado han ocasionado millones de hectáreas seriamente dañadas por salinidad, compactación, falta de drenaje, erosión y otros males.
Y luego viene el “moribundo” y endilga al maldito capitalismo la responsabilidad por el deterioro del medio ambiente.
Otro asunto de importancia es la masiva deserción de especialistas agrícolas que buscan mejores ingresos en otras actividades. Espinosa menciona el caso de un ingeniero en mecanización agrícola convertido en vendedor de viandas a domicilio.
Finalmente, Espinosa comenta que Cuba se gasta más de 1,500 millones de dólares anuales para comprar alimentos que, en principio, pudieran producirse localmente.
Este artículo de Espinosa me ha traído a la memoria dos episodios.
El primero, el de un asesino y cretino económico, un tal Che Guevara, que allá por 1960 aseguraba que Cuba crecería 10-15% anualmente durante décadas y superaría a Estados Unidos. El segundo es de Lula, que hace unas pocas semanas afirmaba que Fidel Castro tenía una lucidez envidiable. ¿Envidiable para qué? ¿Para producir estos desastres?
February 11, 2008
Una observación a “Qué es el neoliberalismo” de Alberto Mansueti
El pasado viernes publiqué este interesantísimo artículo de Mansueti que, como todos los suyos, destaca por su agudeza y claridad.
Sólo tengo una observación sobre el mismo, que se refiere a Chile. Mansueti adscribe las reformas practicadas en Chile entre 1973-1988 al neoliberalismo, aunque reconoce que fue en el único lugar en que funcionaron. Yo pienso que estas reformas fueron más liberales que neoliberales, y esa fue precisamente la razón de su éxito.
La mejor forma de dirimir este asunto es comparar las reformas chilenas con los resultados de las políticas efectivamente aplicadas por los llamados neoliberales. Yo reconozco que las reformas chilenas no llegaron a ser completamente liberales, pero estuvieron a años luz de las neoliberales. Muy probablemente, en 1988 Chile era el país más liberal del mundo desde el punto de vista económico.
A continuación, detallaré las políticas de Chile en los 10 puntos señalados por Mansueti como resultado de las políticas neoliberales, a las que correctamente califica como neoestatismo, para apreciar mejor el contraste :
1. y 2. Desestatizó las pensiones, la salud y la educación.
3. Se redujeron significativamente los impuestos.
4. Las privatizaciones se hicieron generando competencia; además los ciudadanos pudieron comprar acciones de las compañías privatizadas.
5. Se controló el gasto público logrando superavit fiscal para 1976.
6. Florecieron tanto el ahorro como la inversión privadas, incluida la extranjera, por la libertad para el movimiento de capitales.
7. Se aplicó una gran libertad de competencia, incluyendo las relaciones laborales. No conozco ningún otro país que haya implantado una reforma laboral como la chilena.
8. Las empresas privadas no tuvieron ninguna dependencia del Estado.
9. Prácticamente ya para 1974 había eliminado unilateralmente todas las restricciones al libre comercio.
10. La pobreza se ha reducido en más de un 50%, aunque no toda la reducción se dio en el periodo señalado.
Hay otro asunto de la mayor importancia. El resto de los países latinoamericanos aplicaron las reformas porque tenían deuda y déficit insostenibles, y tenían que hacer algo para volver a ser “sujetos de crédito”, como se decía entonces. Pero los mandatarios no tenían la más mínima creencia liberal. Por el contrario, los arquitectos de las reformas en Chile eran en buena parte liberales convencidos.
Finalizo diciendo que estas observaciones sobre Chile no reducen en absoluto la validez de las tesis de Mansueti.
El pasado viernes publiqué este interesantísimo artículo de Mansueti que, como todos los suyos, destaca por su agudeza y claridad.
Sólo tengo una observación sobre el mismo, que se refiere a Chile. Mansueti adscribe las reformas practicadas en Chile entre 1973-1988 al neoliberalismo, aunque reconoce que fue en el único lugar en que funcionaron. Yo pienso que estas reformas fueron más liberales que neoliberales, y esa fue precisamente la razón de su éxito.
La mejor forma de dirimir este asunto es comparar las reformas chilenas con los resultados de las políticas efectivamente aplicadas por los llamados neoliberales. Yo reconozco que las reformas chilenas no llegaron a ser completamente liberales, pero estuvieron a años luz de las neoliberales. Muy probablemente, en 1988 Chile era el país más liberal del mundo desde el punto de vista económico.
A continuación, detallaré las políticas de Chile en los 10 puntos señalados por Mansueti como resultado de las políticas neoliberales, a las que correctamente califica como neoestatismo, para apreciar mejor el contraste :
1. y 2. Desestatizó las pensiones, la salud y la educación.
3. Se redujeron significativamente los impuestos.
4. Las privatizaciones se hicieron generando competencia; además los ciudadanos pudieron comprar acciones de las compañías privatizadas.
5. Se controló el gasto público logrando superavit fiscal para 1976.
6. Florecieron tanto el ahorro como la inversión privadas, incluida la extranjera, por la libertad para el movimiento de capitales.
7. Se aplicó una gran libertad de competencia, incluyendo las relaciones laborales. No conozco ningún otro país que haya implantado una reforma laboral como la chilena.
8. Las empresas privadas no tuvieron ninguna dependencia del Estado.
9. Prácticamente ya para 1974 había eliminado unilateralmente todas las restricciones al libre comercio.
10. La pobreza se ha reducido en más de un 50%, aunque no toda la reducción se dio en el periodo señalado.
Hay otro asunto de la mayor importancia. El resto de los países latinoamericanos aplicaron las reformas porque tenían deuda y déficit insostenibles, y tenían que hacer algo para volver a ser “sujetos de crédito”, como se decía entonces. Pero los mandatarios no tenían la más mínima creencia liberal. Por el contrario, los arquitectos de las reformas en Chile eran en buena parte liberales convencidos.
Finalizo diciendo que estas observaciones sobre Chile no reducen en absoluto la validez de las tesis de Mansueti.
February 10, 2008
Alexis de Tocqueville : Infancia y juventud
Tocqueville nació en Paris en 1805. Sus padres habían escapado a la guillotina gracias a la oportuna caída de Robespierre en 1794. El episodio dejó una huella indeleble en su madre, que nunca logró restablecer su equilibrio emocional. Tocqueville heredó el espíritu melancólico de su progenitora.
Las conversaciones sobre libros e ideas eran habituales en la familia. Durante la restauración de los Borbones su padre fue prefecto en Dijon, Metz, Amiens y Versalles. Cuando creció, Alexis acompañó a su padre en algunos de estos lugares y aprendió mucho sobre los detalles prácticos de la política.
Alexis tuvo de tutor al abbé Lesueur, quien le inculcó la importancia de la moralidad en todas las actividades humanas. Su instrucción religiosa provino de Lesueur y de su madre. En sus escritos, Alexis recalca la importancia central de la religión para el buen funcionamiento de la sociedad. Sin embargo, en su vida personal, Alexis tuvo periodos de agnosticismo y otros en que trató de recuperar la fe de su infancia.
A la edad de 16 años, Alexis fue a acompañar a su padre, que era prefecto en Metz, mientras su madre y hermanos se quedaron en Paris. En Metz tuvo una crisis intelectual y espiritual a consecuencia de la lectura de Voltaire, Buffon, y otros escritores franceses. Perdió sus firmes convicciones religiosas y su confianza en los valores de la aristocracia francesa.
Esta crisis convirtió al joven Alexis en un hombre dedicado al estudio de cómo funciona la sociedad. Nunca más daría por supuesta ninguna estructura social o política. Siempre mantuvo una enorme curiosidad por la interrelación de leyes, costumbres, intereses e instituciones que dan a cada sociedad su carácter peculiar.
Por indicación paterna, y sin gran entusiasmo, estudió la carrera de derecho. En 1828 fue nombrado “juge auditeur”, asignado al tribunal de Versalles. Era un trabajo sin pago y las responsabilidades eran diversas, desde las tareas de un ayudante glorificado, hasta realizar investigaciones y ocasionalmente actuar como juez sustituto.
Alexis no tenía un talento natural en el campo legal. No tenía el don de la elocuencia. Era reservado, caústico, y despreocupado respecto a lo que consideraba asuntos triviales. Su desempeño en Versalles no fue brillante. Lo mejor que obtuvo en este trabajo fue la amistad con Gustave de Beaumont, un aristócrata con talento literario. Su amistad duraría toda la vida.
Cuando Luis Felipe de Orleáns fue proclamado rey, Alexis y Beaumont se enfrentaron a un dilema, ya que sus familias eran partidarias de los Borbones. El padre de Alexis renunció a su puesto. Alexis y Beaumont encontraron una salida ingeniosa, que consistió en solicitar una licencia de 18 meses para viajar a Norteamérica para estudiar su sistema penal. La licencia fue aprobada, y de ese viaje resultaría “La democracia en América”, uno de los grandes clásicos del pensamiento político.
Alexis y Beaumont partieron el 2 de abril de 1831 y llegaron a Newport el 8 de mayo. En New York fueron recibidos, para su sorpresa, como dignatarios, y fueron agasajados por la mejor sociedad. La primera impresión de Alexis fue que los norteamericanos eran vulgares y poco cultivados.
No obstante, la vista a Boston le hizo revisar su opinión. El viaje terminó con una visita de dos semanas y media a Washington. Visitaron las dos cámaras del Congreso. El nivel de los discursos les pareció muy bajo. Lamentablemente no pudieron visitar a James Madison.
En total, estuvieron 271 días en Norteamérica. El 20 de febrero de 1832 se embarcaron de regreso a Francia. El informe que elaboraron sobre el sistema penitenciario norteamericano les valió un premio de la Academia Francesa por 3,000 francos.
( Joseph Epstein, Alexis de Tocqueville, Pag. 9-50 )
Tocqueville nació en Paris en 1805. Sus padres habían escapado a la guillotina gracias a la oportuna caída de Robespierre en 1794. El episodio dejó una huella indeleble en su madre, que nunca logró restablecer su equilibrio emocional. Tocqueville heredó el espíritu melancólico de su progenitora.
Las conversaciones sobre libros e ideas eran habituales en la familia. Durante la restauración de los Borbones su padre fue prefecto en Dijon, Metz, Amiens y Versalles. Cuando creció, Alexis acompañó a su padre en algunos de estos lugares y aprendió mucho sobre los detalles prácticos de la política.
Alexis tuvo de tutor al abbé Lesueur, quien le inculcó la importancia de la moralidad en todas las actividades humanas. Su instrucción religiosa provino de Lesueur y de su madre. En sus escritos, Alexis recalca la importancia central de la religión para el buen funcionamiento de la sociedad. Sin embargo, en su vida personal, Alexis tuvo periodos de agnosticismo y otros en que trató de recuperar la fe de su infancia.
A la edad de 16 años, Alexis fue a acompañar a su padre, que era prefecto en Metz, mientras su madre y hermanos se quedaron en Paris. En Metz tuvo una crisis intelectual y espiritual a consecuencia de la lectura de Voltaire, Buffon, y otros escritores franceses. Perdió sus firmes convicciones religiosas y su confianza en los valores de la aristocracia francesa.
Esta crisis convirtió al joven Alexis en un hombre dedicado al estudio de cómo funciona la sociedad. Nunca más daría por supuesta ninguna estructura social o política. Siempre mantuvo una enorme curiosidad por la interrelación de leyes, costumbres, intereses e instituciones que dan a cada sociedad su carácter peculiar.
Por indicación paterna, y sin gran entusiasmo, estudió la carrera de derecho. En 1828 fue nombrado “juge auditeur”, asignado al tribunal de Versalles. Era un trabajo sin pago y las responsabilidades eran diversas, desde las tareas de un ayudante glorificado, hasta realizar investigaciones y ocasionalmente actuar como juez sustituto.
Alexis no tenía un talento natural en el campo legal. No tenía el don de la elocuencia. Era reservado, caústico, y despreocupado respecto a lo que consideraba asuntos triviales. Su desempeño en Versalles no fue brillante. Lo mejor que obtuvo en este trabajo fue la amistad con Gustave de Beaumont, un aristócrata con talento literario. Su amistad duraría toda la vida.
Cuando Luis Felipe de Orleáns fue proclamado rey, Alexis y Beaumont se enfrentaron a un dilema, ya que sus familias eran partidarias de los Borbones. El padre de Alexis renunció a su puesto. Alexis y Beaumont encontraron una salida ingeniosa, que consistió en solicitar una licencia de 18 meses para viajar a Norteamérica para estudiar su sistema penal. La licencia fue aprobada, y de ese viaje resultaría “La democracia en América”, uno de los grandes clásicos del pensamiento político.
Alexis y Beaumont partieron el 2 de abril de 1831 y llegaron a Newport el 8 de mayo. En New York fueron recibidos, para su sorpresa, como dignatarios, y fueron agasajados por la mejor sociedad. La primera impresión de Alexis fue que los norteamericanos eran vulgares y poco cultivados.
No obstante, la vista a Boston le hizo revisar su opinión. El viaje terminó con una visita de dos semanas y media a Washington. Visitaron las dos cámaras del Congreso. El nivel de los discursos les pareció muy bajo. Lamentablemente no pudieron visitar a James Madison.
En total, estuvieron 271 días en Norteamérica. El 20 de febrero de 1832 se embarcaron de regreso a Francia. El informe que elaboraron sobre el sistema penitenciario norteamericano les valió un premio de la Academia Francesa por 3,000 francos.
( Joseph Epstein, Alexis de Tocqueville, Pag. 9-50 )
February 09, 2008
Cita : Los futuros puestos de trabajo
“Andrew L. Stern, presidente de Service Employees International Union, dice que no ve dónde están los trabajos del futuro que permitan a sus hijos tener una vida mejor que la suya.
Mi pregunta es : ¿Cuándo han podido los norteamericanos anticipar los trabajos del futuro? ¿Anticipó el herrero de 1890 los puestos de trabajo en la industria del automóvil? ¿Pudo prever un pequeño tendero en 1940 que su hijo sería un gerente regional de Wal-Mart?
¿Pudo prever el repartidor de telegramas en 1950 que su hijo diseñaría software para teléfonos móviles? ¿Acaso el farmaceútico de 1960 se imaginó que su hija sería ingeniera biomédica?
Nuestra incapacidad para anticipar los detalles del futuro no es más preocupante que la de nuestros abuelos”.
( Don Boudreaux )
“Andrew L. Stern, presidente de Service Employees International Union, dice que no ve dónde están los trabajos del futuro que permitan a sus hijos tener una vida mejor que la suya.
Mi pregunta es : ¿Cuándo han podido los norteamericanos anticipar los trabajos del futuro? ¿Anticipó el herrero de 1890 los puestos de trabajo en la industria del automóvil? ¿Pudo prever un pequeño tendero en 1940 que su hijo sería un gerente regional de Wal-Mart?
¿Pudo prever el repartidor de telegramas en 1950 que su hijo diseñaría software para teléfonos móviles? ¿Acaso el farmaceútico de 1960 se imaginó que su hija sería ingeniera biomédica?
Nuestra incapacidad para anticipar los detalles del futuro no es más preocupante que la de nuestros abuelos”.
( Don Boudreaux )
Humor : Máquinas
1. Ley de Willoughby : Cuando usted trate de probar que una máquina no funciona, funcionará.
2. Ley del taller : Cualquier pieza, al caerse, rodará hasta el rincón menos accesible.
3. Principio de las piezas : El recobro de piezas que se hayan caído varía directamente con el tamaño de la pieza e inversamente con su importancia para terminar el trabajo.
4. Ley de Johnson : Cualquier máquina fallará en el momento menos oportuno.
5. Ley de Watson : La confiabilidad de una máquina es inversamente proporcional a la cantidad e importancia de las personas que la observan.
( Arthur Bloch : Murphy’s Law )
1. Ley de Willoughby : Cuando usted trate de probar que una máquina no funciona, funcionará.
2. Ley del taller : Cualquier pieza, al caerse, rodará hasta el rincón menos accesible.
3. Principio de las piezas : El recobro de piezas que se hayan caído varía directamente con el tamaño de la pieza e inversamente con su importancia para terminar el trabajo.
4. Ley de Johnson : Cualquier máquina fallará en el momento menos oportuno.
5. Ley de Watson : La confiabilidad de una máquina es inversamente proporcional a la cantidad e importancia de las personas que la observan.
( Arthur Bloch : Murphy’s Law )
February 08, 2008
Qué es el neoliberalismo
Por Alberto Mansueti
( Este artículo es el más claro que conozco sobre el tema, que suele ser tratado en forma muy confusa, en parte por razones políticas. Lo recomiendo sin reservas)
Para sus enemigos es la encarnación del Mal, y el término “Neoliberal” es insultante. Por eso los políticos, “expertos”, opinadores profesionales, etc. retroceden intimidados cuando así se les llama; y si alguno abriga cierta simpatía por el Neoliberalismo, no sabe cómo expresarla, ni cómo defenderse, y entonces alega que “eso no existe”, y se refugia en el “pragmatismo”.
De sus pocos partidarios, ni siquiera quienes se reconocen como tales aciertan a definirle con precisión, algo que en realidad nadie hace. Sin embargo, para salir de esta interminable comedia de enredos, hay que comenzar preguntando primero si existe o no el Neoliberalismo. Y segundo, de existir, si tiene algún parecido con el Liberalismo Clásico o no. Y tercero, por sus resultados.
Primero: existen las políticas de los ’90, practicadas en Chile desde Pinochet (1973-88), el precursor. Y en México por Salinas de Gortari (1988-95), en Venezuela por Carlos Andrés Pérez (1988-92), en Bolivia por Jaime Paz (1989-93), en Argentina por Menem (1989-99), en Brasil por Collor (1990-93), en Perú por Fujimori (1990-2000), en Ecuador por Durán (1992-96), etc. Y también existe el “Consenso de Washington”, preparado para los países de América latina, y luego aplicado en todos. Los Presidentes ansiaban préstamos e inversiones extranjeras, y calificar ante el FMI y el BM; por eso dijeron seguir las propuestas del documento “Lo que Washington entiende por reformas” (IIE, 1989), redactado por el economista John Williamson en base a opiniones recogidas en una obra colectiva de la que fue Editor (“La condicionalidad del FMI”, MIT, 1983). Su autor dice que el Consenso de Washington “era una lista mínima de 10 políticas, que yo pensé que todos aceptaban.” O sea todos los políticos y burócratas oficiales y privados de Washington.
Segundo: ¿Eran liberales esas 10 políticas? En tal caso hubieran sido estas: 1) Reducir las funciones del Estado a las propias: seguridad, justicia e infraestructura; 2) disminuir el gasto público y orientarlo a una profunda reforma en esas tres actividades; 3) pagar entera la deuda estatal, y no pedir más préstamos; 4) unificar, simplificar y reducir todos los tributos, rebajando la recaudación para permitir la formación de capital y la creación de riqueza y reducir la pobreza; 5) privatizar la economía pero también la educación, la medicina, jubilaciones y pensiones, etc., para incrementar la calidad y cantidad de su oferta, 6) con cupones para la demanda de los más pobres, en la transición. 7) Liberar los precios de todos los bienes y factores, incluso los sueldos y salarios, intereses y tipo de cambio; 8) eliminar toda restricción al comercio exterior; 9) en todos los sectores: complementar las privatizaciones con desregulaciones, a fin de traer competencia, 10) y alentar así los ahorros y toda clase de inversión.
Anótelo: existe el Liberalismo. Y este es su Decálogo, que algún día Presidentes liberales deberán aplicar tal cual, para salir todos de este desierto.
Pero no era esa la lista que Williamson pensó que “todos aceptaban” sino otra, mucho menos ambiciosa pero juzgada políticamente viable, según su autor: 1) Reducir el déficit del Estado, no las funciones ni el gasto, para contener la inflación -o sea “monetarismo”-; 2) reorientar ese gasto a la atención médica básica y a la educación elemental en primer término; 3) y reducir las tasas impositivas marginales para aumentar la actividad económica y la recaudación. Las medidas 1 a 3 eran de “ajuste fiscal”. 4) Dejar flotar las tasas de interés para oxigenar los mercados financieros; 5) sostener un tipo de cambio “competitivo” -permitir devaluaciones- para alentar las exportaciones; 6) eliminar las restricciones físicas a las importaciones y sustituirlas por aranceles, a reducir luego gradualmente hasta un 10 o 20 por ciento; 7) y liberalizar la inversión extranjera directa. Las medidas 5 a 7 eran de “apertura”. 8) Privatizar las empresas estatales; 9) eliminar barreras de ingreso a los mercados; 10) y fortalecer la propiedad privada. Las medidas 8 a 10 eran “libre mercado”, pero al igual que otras de la lista, podían interpretarse a la manera liberal … o de otro modo, como efectivamente se hizo.
Insuficientes y de contenido no muy liberal, en todos los países estas medidas “políticamente posibles” sufrieron no obstante un largo y erosionante proceso de transacciones y concesiones. Al final se aplicaron muy parcialmente, tarde y muy mal.
Tercero: ¿y qué resultó? Un engendro peor aún, Neo-Estatismo o Estatismo Reformado: 1) El Estado sigue a cargo de funciones impropias -educación, salud, cultura, etc.- muy mal atendidas, 2) y las propias siguen desatendidas. 3) La inflación galopante se sustituyó por impuestos excesivos, 4) y los monopolios estatales por monopolios privados y entes reguladores; 5) por eso siguen los excesos de gasto y deuda, 6) con asfixia de ahorro e inversión privadas, 7) y restricciones a la competencia en mercados de bienes y de factores. 8) Las empresas privadas siguen dependientes del Estado y bajo su tutela y control, 9) aunque ahora para exportar y no para sustituir importaciones. Y por eso permanecen los aranceles -y los derechos antidumping”-; 10) y la pobreza.
Por supuesto no funcionó, excepto en Chile, y aún así Pinochet perdió su plebiscito en 1988. Pérez sufrió el “caracazo” de 1989 y fue depuesto en 1992. Las crisis económicas comenzaron con el “tequilazo” o default mexicano (1995), y siguieron con la quiebra del Real en Brasil (1999), y el colapso argentino que acabó con la convertibilidad y con el mandato del Sr. de la Rúa (2001). No terminaron bien en Ecuador Bucaran (1997), Mahuad (2000), Gutiérrez (2005), ni en Bolivia Sánchez de Lozada (dos veces: 1997 y 2003). Nos guste o no, por ese descontento llegaron a la Presidencia los Sres. Chávez (1998), Morales (2005) y Correa (2007), y retornó Ortega (2006), con mandato para revertir “las reformas neoliberales”.
Pero el socialismo es todavía “más pior”.
February 07, 2008
Comentario : Un catastrofista más
Alain de Benoist, el ideólogo de la llamada “nueva derecha”, ha escrito hace poco un libro titulado “Demain la decroissance”.
Leo en El Manifiesto un brevísimo resumen:
“Degradación del medio natural, contaminación, agotamiento de los recursos naturales. ¿Puede haber un crecimiento infinito en un mundo finito? La actual civilización industrial no podrá extenderse al conjunto del planeta. El desarrollo sostenible no hará más que aplazar temporalmente las consecuencias si no se rompe con lógica del “cada vez más” y la búsqueda permanente del beneficio financiero. Hay que romper con la hegemonía de los valores mercantiles y volver a plantear el problema de la relación del hombre con la naturaleza.”
Mis comentarios:
1. Esto suena demasiado a “deja vu”. Benoist se añade a la lista de catastrofistas que incluye, entre otros, a Stanley Jevons, David White, Paul Ehrlich y el Club de Roma. Por ejemplo, el Club estimó en 1972 que el petróleo se agotaría para 1992 y el gas natural para 1993. Hoy día, la Agencia de Energía de EU estima que existen recursos petroleros para un mínimo de 450 años.
2. El gran problema de los catastrofistas es que parecen no entender que el ingenio y la creatividad humanos son el recurso supremo. Como sus resultados son impredecibles, no pueden incluirlos en sus análisis. Estos se convierten en una extensión mecánica de los recursos y tecnologías actuales hacia el futuro.
3. Es cierto que la degradación y contaminación se dan inicialmente en los países pobres. Pero como explicó magistralmente Johan Norberg, a medida que se incrementa el nivel de renta, se va dedicando más recursos a la conservación del ambiente. Es indiscutible que los países más ricos disfrutan de un medio ambiente mucho mejor que el que tenían hace treinta años.
4. “¿Puede haber un crecimiento infinito en un mundo finito?” Esta pregunta tiene una trampa lógica. El crecimiento, por muy grande que sea, es finito. Por tanto la pregunta no tiene sentido. Nadie postula, ni puede postular, un crecimiento infinito.
5. “La actual civilización industrial no podrá extenderse al conjunto del planeta”. Benoist parece que no se ha dado cuenta de que no vive en una civilización industrial. En todos los países desarrollados el sector más importante es el de servicios, no el industrial.
6. No hay ninguna contradicción esencial entre los valores mercantiles y la conservación de la naturaleza, siempre y cuando se definan los derechos de propiedad. En el libre mercado la gente hace dinero atendiendo las necesidades ajenas. En la medida en que la gente exija estándares ambientales más altos, las empresas tenderán a satisfacerlos. El problema está en el mantenimiento de la tragedia de los comunes y en el modelo de mando y control por parte del gobierno, el cual coarta la creatividad y fomenta la citada tragedia.
Alain de Benoist, el ideólogo de la llamada “nueva derecha”, ha escrito hace poco un libro titulado “Demain la decroissance”.
Leo en El Manifiesto un brevísimo resumen:
“Degradación del medio natural, contaminación, agotamiento de los recursos naturales. ¿Puede haber un crecimiento infinito en un mundo finito? La actual civilización industrial no podrá extenderse al conjunto del planeta. El desarrollo sostenible no hará más que aplazar temporalmente las consecuencias si no se rompe con lógica del “cada vez más” y la búsqueda permanente del beneficio financiero. Hay que romper con la hegemonía de los valores mercantiles y volver a plantear el problema de la relación del hombre con la naturaleza.”
Mis comentarios:
1. Esto suena demasiado a “deja vu”. Benoist se añade a la lista de catastrofistas que incluye, entre otros, a Stanley Jevons, David White, Paul Ehrlich y el Club de Roma. Por ejemplo, el Club estimó en 1972 que el petróleo se agotaría para 1992 y el gas natural para 1993. Hoy día, la Agencia de Energía de EU estima que existen recursos petroleros para un mínimo de 450 años.
2. El gran problema de los catastrofistas es que parecen no entender que el ingenio y la creatividad humanos son el recurso supremo. Como sus resultados son impredecibles, no pueden incluirlos en sus análisis. Estos se convierten en una extensión mecánica de los recursos y tecnologías actuales hacia el futuro.
3. Es cierto que la degradación y contaminación se dan inicialmente en los países pobres. Pero como explicó magistralmente Johan Norberg, a medida que se incrementa el nivel de renta, se va dedicando más recursos a la conservación del ambiente. Es indiscutible que los países más ricos disfrutan de un medio ambiente mucho mejor que el que tenían hace treinta años.
4. “¿Puede haber un crecimiento infinito en un mundo finito?” Esta pregunta tiene una trampa lógica. El crecimiento, por muy grande que sea, es finito. Por tanto la pregunta no tiene sentido. Nadie postula, ni puede postular, un crecimiento infinito.
5. “La actual civilización industrial no podrá extenderse al conjunto del planeta”. Benoist parece que no se ha dado cuenta de que no vive en una civilización industrial. En todos los países desarrollados el sector más importante es el de servicios, no el industrial.
6. No hay ninguna contradicción esencial entre los valores mercantiles y la conservación de la naturaleza, siempre y cuando se definan los derechos de propiedad. En el libre mercado la gente hace dinero atendiendo las necesidades ajenas. En la medida en que la gente exija estándares ambientales más altos, las empresas tenderán a satisfacerlos. El problema está en el mantenimiento de la tragedia de los comunes y en el modelo de mando y control por parte del gobierno, el cual coarta la creatividad y fomenta la citada tragedia.
February 06, 2008
La sociedad postcapitalista : Ciudadanía por el sector social
Las necesidades sociales crecerán en dos áreas :
· Área tradicional de la caridad: ayudar a los pobres, a los inválidos, a los desheredados, a las víctimas.
· Área de servicios que tienen por objeto cambiar a la comunidad y cambiar al ser humano.
La tentativa de satisfacer estas necesidades por medio del Estado-nodriza ha fracasado en gran medida, por lo menos como tentativa de que los gobiernos operen y administren estos servicios. En los Estados Unidos, ninguno de los programas de los últimos cuarenta años en que hemos tratado de resolver un problema social mediante la acción gubernamental ha producido resultados significativos. En cambio las entidades independientes sin ánimo de lucro han obtenido resultados impresionantes:
· Las escuelas públicas en los barrios marginales, como en Nueva York, Detroit o Chicago, han venido decayendo en forma alarmante, mientras que las que manejan las Iglesias, especialmente la Iglesia Católica, han tenido éxitos sorprendentes.
· Los únicos éxitos en la lucha contra el alcoholismo y el consumo de drogas los han logrado organizaciones independientes como Alcohólicos Anónimos, Ejército de Salvación, o los Samaritanos.
· Los únicos éxitos para retirar a madres solteras, a menudo negras o hispanas, de la beneficencia, y volverlas a llevar a trabajos remunerados y familias estables, los han alcanzado organizaciones autónomas sin ánimo de lucro, tales como Judson Center.
Fomentar las organizaciones comunitarias autónomas en el sector social es, por tanto, un paso importante en la reestructuración del gobierno y en hacer que este vuelva a funcionar. El megaestado destruyó casi totalmente la ciudadanía. Para restaurarla, el estado postcapitalista necesita un tercer sector, además de los dos generalmente reconocidos, el privado o de los negocios, y el público o gobierno. Necesita un sector social autónomo.
En el megaestado ya no funciona la ciudadanía política. Aún cuando el país sea pequeño, los asuntos del gobierno están tan lejos del individuo que este no puede ser un factor decisivo. Sin embargo, el individuo necesita la satisfacción y el orgullo de contribuir. La única área en que esta necesidad se puede satisfacer es en el sector social. Pueden ser voluntarios.
Esto ya está ocurriendo en los Estados Unidos. En casi todos los países desarrollados la tradición del voluntariado fue destruida por el estado paternalista. Las entidades sin ánimo de lucro se han convertido en el mayor empleador del país. La mitad de los adultos - 90 millones en total – trabajan por lo menos tres horas semanales como voluntarios en una organización sin ánimo de lucro. Estos voluntarios ya no son auxiliares, son socios. Casi siempre las organizaciones sin ánimo de lucro tienen un ejecutivo pagado de tiempo completo, pero el resto del equipo administrativo está formado por voluntarios que son los que manejan la organización.
La ciudadanía por el sector social no es una panacea para todos los males de la sociedad post capitalista, pero puede ser un requisito previo para atacar esos males. Restaura la responsabilidad cívica y el orgullo cívico.
( Peter Drucker, capítulo 9 del libro)
Las necesidades sociales crecerán en dos áreas :
· Área tradicional de la caridad: ayudar a los pobres, a los inválidos, a los desheredados, a las víctimas.
· Área de servicios que tienen por objeto cambiar a la comunidad y cambiar al ser humano.
La tentativa de satisfacer estas necesidades por medio del Estado-nodriza ha fracasado en gran medida, por lo menos como tentativa de que los gobiernos operen y administren estos servicios. En los Estados Unidos, ninguno de los programas de los últimos cuarenta años en que hemos tratado de resolver un problema social mediante la acción gubernamental ha producido resultados significativos. En cambio las entidades independientes sin ánimo de lucro han obtenido resultados impresionantes:
· Las escuelas públicas en los barrios marginales, como en Nueva York, Detroit o Chicago, han venido decayendo en forma alarmante, mientras que las que manejan las Iglesias, especialmente la Iglesia Católica, han tenido éxitos sorprendentes.
· Los únicos éxitos en la lucha contra el alcoholismo y el consumo de drogas los han logrado organizaciones independientes como Alcohólicos Anónimos, Ejército de Salvación, o los Samaritanos.
· Los únicos éxitos para retirar a madres solteras, a menudo negras o hispanas, de la beneficencia, y volverlas a llevar a trabajos remunerados y familias estables, los han alcanzado organizaciones autónomas sin ánimo de lucro, tales como Judson Center.
Fomentar las organizaciones comunitarias autónomas en el sector social es, por tanto, un paso importante en la reestructuración del gobierno y en hacer que este vuelva a funcionar. El megaestado destruyó casi totalmente la ciudadanía. Para restaurarla, el estado postcapitalista necesita un tercer sector, además de los dos generalmente reconocidos, el privado o de los negocios, y el público o gobierno. Necesita un sector social autónomo.
En el megaestado ya no funciona la ciudadanía política. Aún cuando el país sea pequeño, los asuntos del gobierno están tan lejos del individuo que este no puede ser un factor decisivo. Sin embargo, el individuo necesita la satisfacción y el orgullo de contribuir. La única área en que esta necesidad se puede satisfacer es en el sector social. Pueden ser voluntarios.
Esto ya está ocurriendo en los Estados Unidos. En casi todos los países desarrollados la tradición del voluntariado fue destruida por el estado paternalista. Las entidades sin ánimo de lucro se han convertido en el mayor empleador del país. La mitad de los adultos - 90 millones en total – trabajan por lo menos tres horas semanales como voluntarios en una organización sin ánimo de lucro. Estos voluntarios ya no son auxiliares, son socios. Casi siempre las organizaciones sin ánimo de lucro tienen un ejecutivo pagado de tiempo completo, pero el resto del equipo administrativo está formado por voluntarios que son los que manejan la organización.
La ciudadanía por el sector social no es una panacea para todos los males de la sociedad post capitalista, pero puede ser un requisito previo para atacar esos males. Restaura la responsabilidad cívica y el orgullo cívico.
( Peter Drucker, capítulo 9 del libro)
February 05, 2008
Queremos una política energética
Este es el mantra de muchos en Panamá. Parece ser que necesitamos una política energética. Curiosamente, nadie explica en qué consistiría la tal política.
Donde sí tienen dicha política es en los Estados Unidos, aunque no parece que sea muy buena. Hace unos dos meses pasaron una ley que incluye, entre otros, los siguientes mandatos :
1. Para el 2020 se debe generar el 15% de la electricidad mediante energías renovables.
2. Para el 2022 hay que producir 36 billones de galones de etanol por año.
El Coyote considera los mandatos no sólo estúpidos, sino imposibles. Veamos :
1. En cuanto a la electricidad, la generación mediante energías renovables, excluyendo la hidráulica, representa actualmente un 0.27% del total, pese a que lleva 35 años de subsidios y mandatos. Incluso aunque se incluya la hidráulica, que representa 6% del total, la meta sería inalcanzable. Lo cierto es que en EU no se construyen centrales hidráulicas desde hace muchos años debido a la presión de los ambientalistas, que no va a disminuir.
2. Respecto al etanol, la cosecha total de maíz de 11.8 billones de bushels en 2004 sólo lograría 30 billones de galones de etanol. Así que parece que hay que dedicar todo el maíz a etanol o dedicar una gran cantidad de tierras adicionales al cultivo.
La verdad es que si esto es una política energética, prefiero no tener ninguna, más allá de la libertad de cada quien para producir, generar y comercializar lo que crea oportuno.
Este es el mantra de muchos en Panamá. Parece ser que necesitamos una política energética. Curiosamente, nadie explica en qué consistiría la tal política.
Donde sí tienen dicha política es en los Estados Unidos, aunque no parece que sea muy buena. Hace unos dos meses pasaron una ley que incluye, entre otros, los siguientes mandatos :
1. Para el 2020 se debe generar el 15% de la electricidad mediante energías renovables.
2. Para el 2022 hay que producir 36 billones de galones de etanol por año.
El Coyote considera los mandatos no sólo estúpidos, sino imposibles. Veamos :
1. En cuanto a la electricidad, la generación mediante energías renovables, excluyendo la hidráulica, representa actualmente un 0.27% del total, pese a que lleva 35 años de subsidios y mandatos. Incluso aunque se incluya la hidráulica, que representa 6% del total, la meta sería inalcanzable. Lo cierto es que en EU no se construyen centrales hidráulicas desde hace muchos años debido a la presión de los ambientalistas, que no va a disminuir.
2. Respecto al etanol, la cosecha total de maíz de 11.8 billones de bushels en 2004 sólo lograría 30 billones de galones de etanol. Así que parece que hay que dedicar todo el maíz a etanol o dedicar una gran cantidad de tierras adicionales al cultivo.
La verdad es que si esto es una política energética, prefiero no tener ninguna, más allá de la libertad de cada quien para producir, generar y comercializar lo que crea oportuno.
February 04, 2008
Mercantilismo en acción : Abogados panameños
Recientemente comenté sobre las quejas de una asociación de corredores de aduanas panameños por una ley que reducía sus privilegios mercantilistas.
Ahora me encuentro con las quejas de una abogada por razones similares. Lo más interesante del caso es que no se molesta siquiera en disimular sus intereses particulares bajo el manto del interés general. Ella quiere sus privilegios tal como están, no importa si son o no perjudiciales para otros.
La abogada se queja de dos cosas:
1. Una ley que agiliza el proceso de apertura de empresas, de forma que los trámites simplificados pueden hacerse por Internet. Todo indica que el nuevo procedimiento ha sido un rotundo éxito. Pero nuestra abogada señala : “No nos oponemos a la modernización sino a que la misma anule al abogado en trámites jurídicos-legales”. La pregunta obvia : ¿Por qué es necesario que un abogado intervenga en el proceso de apertura de una empresa? Y sí no es necesario, ¿por qué hay que obligar a nadie a utilizar abogados?
2. Una nueva ley de migración que elimina, según la abogada, el 90% de los trámites que les correspondía realizar a los abogados. La quejosa se extiende en una serie de detalles y consideraciones que no vienen al caso en relación al tema principal.
A mí me parece muy bien que se elimine la obligatoriedad de hacer trámites migratorios mediante abogados. Es mucho más sencillo preparar diferentes formularios según el trámite a realizar, con el instructivo correspondiente. Más simple para los tramitantes y más simple para los funcionarios.
Finalmente nuestra quejumbrosa abogada termina preguntándose si tendrá que dedicarse a la caza, la pesca, o la recolección de frutas. Por mí que se dedique a lo que más le convenga.
Lo curioso es que parece suponer que no podría vivir de la abogacía a menos que el Estado obligue a los ciudadanos a utilizar sus servicios aunque no quieran hacerlo. Me pregunto si no hay clientes dispuestos a pagar voluntariamente por sus valiosos servicios y por qué.
Recientemente comenté sobre las quejas de una asociación de corredores de aduanas panameños por una ley que reducía sus privilegios mercantilistas.
Ahora me encuentro con las quejas de una abogada por razones similares. Lo más interesante del caso es que no se molesta siquiera en disimular sus intereses particulares bajo el manto del interés general. Ella quiere sus privilegios tal como están, no importa si son o no perjudiciales para otros.
La abogada se queja de dos cosas:
1. Una ley que agiliza el proceso de apertura de empresas, de forma que los trámites simplificados pueden hacerse por Internet. Todo indica que el nuevo procedimiento ha sido un rotundo éxito. Pero nuestra abogada señala : “No nos oponemos a la modernización sino a que la misma anule al abogado en trámites jurídicos-legales”. La pregunta obvia : ¿Por qué es necesario que un abogado intervenga en el proceso de apertura de una empresa? Y sí no es necesario, ¿por qué hay que obligar a nadie a utilizar abogados?
2. Una nueva ley de migración que elimina, según la abogada, el 90% de los trámites que les correspondía realizar a los abogados. La quejosa se extiende en una serie de detalles y consideraciones que no vienen al caso en relación al tema principal.
A mí me parece muy bien que se elimine la obligatoriedad de hacer trámites migratorios mediante abogados. Es mucho más sencillo preparar diferentes formularios según el trámite a realizar, con el instructivo correspondiente. Más simple para los tramitantes y más simple para los funcionarios.
Finalmente nuestra quejumbrosa abogada termina preguntándose si tendrá que dedicarse a la caza, la pesca, o la recolección de frutas. Por mí que se dedique a lo que más le convenga.
Lo curioso es que parece suponer que no podría vivir de la abogacía a menos que el Estado obligue a los ciudadanos a utilizar sus servicios aunque no quieran hacerlo. Me pregunto si no hay clientes dispuestos a pagar voluntariamente por sus valiosos servicios y por qué.
February 03, 2008
Julian L. Simon : Reflexiones misceláneas
( En este último post presento algunas reflexiones de Simon que me han parecido particularmente interesantes )
· No logro entender cómo tanta gente no es consciente de lo bien que estamos en muchos aspectos; si lo fuera, tal vez estarían más agradecidos por lo que tienen y mejoraría su estado de ánimo.
· Siempre me ha molestado el bajo nivel de competencia que he encontrado. Por ejemplo, poco después de llegar a la Universidad de Illinois conversé con el autor de un libro de texto y descubrí que no llevaba un archivo de artículos y libros que se publicaban en su campo. Hoy día no me sorprendería en absoluto.
· Uno no puede elegir sus parientes, pero puede imaginar. Mis elecciones serían : William James como mi padre, Hayek como mi tío, Milton Friedman como mi hermano mayor, Theodore Schultz como consejero de mi tesis y David Hume como mi ídolo.
· En la escuela siempre estuve por encima del promedio, pero sin llegar a superestrella. Las cualidades que me han permitido lograr lo que he logrado son : generación de nuevas ideas, buen juicio, disciplina, perseverancia e independencia.
· Nunca he llamado estúpido a nadie, excepto a Keynes y Samuelson. Ambos se equivocaron en sus análisis y predicciones porque al creerse superiores desecharon la evidencia disponible.
· En mi opinión, el trabajo de Hayek es mucho más importante que el de Mises. Considero a Hayek el intelectual más importante del siglo XX fuera de las ciencias físicas.
· Hace varias décadas Hong Kong parecía un lugar sin futuro. Ahora todos nos maravillamos. Su alta densidad de población no le ha impedido progresar, ya que el sistema económico ha permitido a los individuos libertad para ejercitar sus talentos y aprovechar las oportunidades. Algo parecido puede decirse de Singapur.
· Vance Packard y John K. Galbraith escribían sobre el poder de la propaganda como si pudiera lograr cualquier cosa. Obviamente, nunca tuvieron que convencer a nadie de comprar algún producto. Si lo hubieran hecho, sabrían lo difícil que es.
· Cuando buscaba trabajo como profesor universitario, mi experiencia en los negocios parecía ser un pasivo en vez de un activo. Todos parecían suponer que si quería ser profesor era porque había fracasado en el mundo de los negocios.
· Creo que soy muy buen profesor. Mis fortalezas son mi forma animada, mi disposición a cambiar si los estudiantes se aburren, y la utilización de todo tipo de ayudas visuales; también trabajo duro para expresarme de forma que cualquiera pueda entenderme. Mis defectos son que no sigo estrictamente el programa y que no me preocupa mucho qué opinan los estudiantes sobre los exámenes y las notas.
· El caso de John K. Galbraith demuestra que alguien que sólo ha tenido errores puede ser profesor en Harvard, embajador en la India, puede tener buena imagen en los medios de comunicación, e incluso entre los académicos.
· Hay dos buenas observaciones sobre la innovación. Schopenhauer dijo que cada idea original primero es ridiculizada, después atacada, y finalmente dada por supuesto. Charles F. Kettering dijo: Primero te dicen que estás equivocado y que pueden probarlo. Luego que tienes razón pero que el asunto no es importante. Finalmente, que el asunto es importante, pero que ellos ya lo sabían desde el principio.
( En este último post presento algunas reflexiones de Simon que me han parecido particularmente interesantes )
· No logro entender cómo tanta gente no es consciente de lo bien que estamos en muchos aspectos; si lo fuera, tal vez estarían más agradecidos por lo que tienen y mejoraría su estado de ánimo.
· Siempre me ha molestado el bajo nivel de competencia que he encontrado. Por ejemplo, poco después de llegar a la Universidad de Illinois conversé con el autor de un libro de texto y descubrí que no llevaba un archivo de artículos y libros que se publicaban en su campo. Hoy día no me sorprendería en absoluto.
· Uno no puede elegir sus parientes, pero puede imaginar. Mis elecciones serían : William James como mi padre, Hayek como mi tío, Milton Friedman como mi hermano mayor, Theodore Schultz como consejero de mi tesis y David Hume como mi ídolo.
· En la escuela siempre estuve por encima del promedio, pero sin llegar a superestrella. Las cualidades que me han permitido lograr lo que he logrado son : generación de nuevas ideas, buen juicio, disciplina, perseverancia e independencia.
· Nunca he llamado estúpido a nadie, excepto a Keynes y Samuelson. Ambos se equivocaron en sus análisis y predicciones porque al creerse superiores desecharon la evidencia disponible.
· En mi opinión, el trabajo de Hayek es mucho más importante que el de Mises. Considero a Hayek el intelectual más importante del siglo XX fuera de las ciencias físicas.
· Hace varias décadas Hong Kong parecía un lugar sin futuro. Ahora todos nos maravillamos. Su alta densidad de población no le ha impedido progresar, ya que el sistema económico ha permitido a los individuos libertad para ejercitar sus talentos y aprovechar las oportunidades. Algo parecido puede decirse de Singapur.
· Vance Packard y John K. Galbraith escribían sobre el poder de la propaganda como si pudiera lograr cualquier cosa. Obviamente, nunca tuvieron que convencer a nadie de comprar algún producto. Si lo hubieran hecho, sabrían lo difícil que es.
· Cuando buscaba trabajo como profesor universitario, mi experiencia en los negocios parecía ser un pasivo en vez de un activo. Todos parecían suponer que si quería ser profesor era porque había fracasado en el mundo de los negocios.
· Creo que soy muy buen profesor. Mis fortalezas son mi forma animada, mi disposición a cambiar si los estudiantes se aburren, y la utilización de todo tipo de ayudas visuales; también trabajo duro para expresarme de forma que cualquiera pueda entenderme. Mis defectos son que no sigo estrictamente el programa y que no me preocupa mucho qué opinan los estudiantes sobre los exámenes y las notas.
· El caso de John K. Galbraith demuestra que alguien que sólo ha tenido errores puede ser profesor en Harvard, embajador en la India, puede tener buena imagen en los medios de comunicación, e incluso entre los académicos.
· Hay dos buenas observaciones sobre la innovación. Schopenhauer dijo que cada idea original primero es ridiculizada, después atacada, y finalmente dada por supuesto. Charles F. Kettering dijo: Primero te dicen que estás equivocado y que pueden probarlo. Luego que tienes razón pero que el asunto no es importante. Finalmente, que el asunto es importante, pero que ellos ya lo sabían desde el principio.
February 02, 2008
Cita : Varias de Henry Hazlitt
1. Sólo si el Estado moderno puede ser mantenido dentro de una agenda estrictamente limitada, puede evitarse que reglamente, conquiste y devore la sociedad de la que nació.
2. El gobierno no puede dar algo a un grupo sin tomarlo primero de otros, o del grupo mismo.
3. Las ideas que pasan hoy por brillantes innovaciones son simples reencarnaciones de viejos errores.
4. El primer requisito de un sano sistema monetario es poner el menor poder posible sobre la cantidad o calidad del dinero en manos de los políticos.
5. La superior libertad, justicia y productividad del sistema capitalista no son tres, sino una; la justicia se deriva de la libertad, y la productividad se deriva de la libertad y la justicia.
( Fuente : Mises Blog )
1. Sólo si el Estado moderno puede ser mantenido dentro de una agenda estrictamente limitada, puede evitarse que reglamente, conquiste y devore la sociedad de la que nació.
2. El gobierno no puede dar algo a un grupo sin tomarlo primero de otros, o del grupo mismo.
3. Las ideas que pasan hoy por brillantes innovaciones son simples reencarnaciones de viejos errores.
4. El primer requisito de un sano sistema monetario es poner el menor poder posible sobre la cantidad o calidad del dinero en manos de los políticos.
5. La superior libertad, justicia y productividad del sistema capitalista no son tres, sino una; la justicia se deriva de la libertad, y la productividad se deriva de la libertad y la justicia.
( Fuente : Mises Blog )
Humor : Crítica y críticos
1. Dediqué tanto tiempo a escribir la crítica que no tuve tiempo de leer el libro ( Groucho Marx )
2. El crítico es un cojo que enseña a correr ( Channing Pollock )
3. Un crítico es alguien que debe alabar a quienes son mejores que él, pero no puede encontrarlos (Richard Le Galienne )
4. La crítica consiste en morder por la espalda ( Elia Kazan )
5. Me encanta la crítica en la medida en que me alaban sin reservas ( Noel Coward )
( Fuente : Peter’s Quotations )
1. Dediqué tanto tiempo a escribir la crítica que no tuve tiempo de leer el libro ( Groucho Marx )
2. El crítico es un cojo que enseña a correr ( Channing Pollock )
3. Un crítico es alguien que debe alabar a quienes son mejores que él, pero no puede encontrarlos (Richard Le Galienne )
4. La crítica consiste en morder por la espalda ( Elia Kazan )
5. Me encanta la crítica en la medida en que me alaban sin reservas ( Noel Coward )
( Fuente : Peter’s Quotations )
February 01, 2008
En salud, es el monopolio ¡estúpido!
Por Carlos E. González Ramírez, de la Fundación Libertad de Panamá
Tomo el título de la famosa frase que le lanzara el ex presidente Clinton al ex presidente Bush en 1992: es la economía ¡estúpido!, la cual me venía a la mente cada vez que una de las partes interesadas en el debate del sistema de salud proponía una nueva forma de robarle al ciudadano. Y, es precisamente para no caer en la discusión de intereses que dominó dicho debate (salarios, privatización, sistema único de salud, etc.), por lo que esperé hasta ahora para escribir este artículo.
Siempre me ha sorprendido cómo los panameños somos capaces de hacer abstracción de la parte filosófica y lógica de los problemas, para ponernos a discutir los efectos de políticas obviamente fracasadas, no para cambiarlas, sino para "mejorarlas". En el caso de la salud, todos dicen hablar por los pacientes y asegurados, pero ninguno propone en efecto darle control a este del servicio que recibe. Escribo este artículo para demostrar lo que digo y con el ánimo de convencer a los proponentes de buena fe del nuevo sistema único de salud, de lo errado de su propuesta. Utilizo el título no con la intención de insultar a nadie, sino de llamar la atención ante algo que debería ser evidente.
En mi opinión, el único camino para que el sistema de salud público mejore es otorgándole todo el poder del servicio del mismo al usuario individual. A cada uno de los ciudadanos que lo usan, individualmente y no a través de representación. Y, la única forma de lograr esto, es mediante la libertad de escoger su proveedor de servicio, sea este público o privado. En otras palabras, liberando al usuario del yugo del monopolio, abriéndole todas las posibilidades de servicios de salud que se merece y por los que paga.
El monopolio del suministro de cualquier bien o servicio, sea este público o privado, conlleva la subyugación del consumidor y del usuario, obligándolo a aceptar lo que le ofrecen, en las condiciones que se lo ofrecen y al precio que se lo ofrecen. Cuando el monopolio es público, el usuario está a merced de los políticos y de los gremios que controlan el ente que provee el servicio. Si es privado, está a merced de los accionistas o dueños de las empresas monopólicas. Sólo en un régimen abierto, en donde diversos proveedores compiten por el usuario, el usuario controla el sistema. Es él, cuando escoge al proveedor, el que determina a quién sus dineros irán y quién le está dando el nivel apropiado de servicio.
Esto no significa que propongo la privatización de los hospitales y clínicas públicas. Lo que propongo es quitarles el monopolio y, por extensión, la certeza de sus ingresos con independencia de la preferencia del consumidor. De esta forma, cualquier proveedor de servicios de salud podría competir por la preferencia del usuario y esa preferencia implicaría un pago al proveedor, el cual estaría tasado y proveído por la CSS o el Ministerio de Salud, dependiendo de si es o no asegurado.
Incluso, si el usuario desea utilizar a un proveedor cuyo precio sea mayor al tasado por las instituciones correspondientes, este usuario podría pagar la diferencia de su propio peculio. Si la tasación se hace a los costos actuales del sistema público, los usuarios podrían pagarse una cama en el hospital Paitilla, por ejemplo, y este costaría menos que lo que cuesta una noche en una cama del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid. Sospecho que esta cifra también sería menor en muchos de los servicios que en la actualidad proveen las instalaciones públicas, ya que el costo de estas no importa para los políticos o los gremios, ya que los que pagan (contribuyentes y asegurados) simplemente están secuestrados.
El hecho de que el usuario escoja su proveedor solucionaría los problemas de citas (tal como sucede en el sector privado en la actualidad), de huelgas (una huelga en el sector público no impediría acceso al servicio por parte del usuario, lo que debería ser el objetivo fundamental del sistema), y de acceso a medicinas e instalaciones hospitalarias. En otras palabras, el usuario no estaría sometido a la ineficiencia de los políticos de turno o a los chantajes gremiales. Más bien estos dependerían efectivamente de la preferencia del usuario para poder mantener el sistema público funcionando, porque sin su patrocinio no recibirían ingresos.
En definitiva, se trata de darle el poder al ciudadano y quitárselo a los proveedores. Se trata de darle la libertad de escoger a la gente y no la imposición y la coerción de los sistemas exclusivos. Se trata de acabar con el monopolio ¡estúpido!
Por Carlos E. González Ramírez, de la Fundación Libertad de Panamá
Tomo el título de la famosa frase que le lanzara el ex presidente Clinton al ex presidente Bush en 1992: es la economía ¡estúpido!, la cual me venía a la mente cada vez que una de las partes interesadas en el debate del sistema de salud proponía una nueva forma de robarle al ciudadano. Y, es precisamente para no caer en la discusión de intereses que dominó dicho debate (salarios, privatización, sistema único de salud, etc.), por lo que esperé hasta ahora para escribir este artículo.
Siempre me ha sorprendido cómo los panameños somos capaces de hacer abstracción de la parte filosófica y lógica de los problemas, para ponernos a discutir los efectos de políticas obviamente fracasadas, no para cambiarlas, sino para "mejorarlas". En el caso de la salud, todos dicen hablar por los pacientes y asegurados, pero ninguno propone en efecto darle control a este del servicio que recibe. Escribo este artículo para demostrar lo que digo y con el ánimo de convencer a los proponentes de buena fe del nuevo sistema único de salud, de lo errado de su propuesta. Utilizo el título no con la intención de insultar a nadie, sino de llamar la atención ante algo que debería ser evidente.
En mi opinión, el único camino para que el sistema de salud público mejore es otorgándole todo el poder del servicio del mismo al usuario individual. A cada uno de los ciudadanos que lo usan, individualmente y no a través de representación. Y, la única forma de lograr esto, es mediante la libertad de escoger su proveedor de servicio, sea este público o privado. En otras palabras, liberando al usuario del yugo del monopolio, abriéndole todas las posibilidades de servicios de salud que se merece y por los que paga.
El monopolio del suministro de cualquier bien o servicio, sea este público o privado, conlleva la subyugación del consumidor y del usuario, obligándolo a aceptar lo que le ofrecen, en las condiciones que se lo ofrecen y al precio que se lo ofrecen. Cuando el monopolio es público, el usuario está a merced de los políticos y de los gremios que controlan el ente que provee el servicio. Si es privado, está a merced de los accionistas o dueños de las empresas monopólicas. Sólo en un régimen abierto, en donde diversos proveedores compiten por el usuario, el usuario controla el sistema. Es él, cuando escoge al proveedor, el que determina a quién sus dineros irán y quién le está dando el nivel apropiado de servicio.
Esto no significa que propongo la privatización de los hospitales y clínicas públicas. Lo que propongo es quitarles el monopolio y, por extensión, la certeza de sus ingresos con independencia de la preferencia del consumidor. De esta forma, cualquier proveedor de servicios de salud podría competir por la preferencia del usuario y esa preferencia implicaría un pago al proveedor, el cual estaría tasado y proveído por la CSS o el Ministerio de Salud, dependiendo de si es o no asegurado.
Incluso, si el usuario desea utilizar a un proveedor cuyo precio sea mayor al tasado por las instituciones correspondientes, este usuario podría pagar la diferencia de su propio peculio. Si la tasación se hace a los costos actuales del sistema público, los usuarios podrían pagarse una cama en el hospital Paitilla, por ejemplo, y este costaría menos que lo que cuesta una noche en una cama del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid. Sospecho que esta cifra también sería menor en muchos de los servicios que en la actualidad proveen las instalaciones públicas, ya que el costo de estas no importa para los políticos o los gremios, ya que los que pagan (contribuyentes y asegurados) simplemente están secuestrados.
El hecho de que el usuario escoja su proveedor solucionaría los problemas de citas (tal como sucede en el sector privado en la actualidad), de huelgas (una huelga en el sector público no impediría acceso al servicio por parte del usuario, lo que debería ser el objetivo fundamental del sistema), y de acceso a medicinas e instalaciones hospitalarias. En otras palabras, el usuario no estaría sometido a la ineficiencia de los políticos de turno o a los chantajes gremiales. Más bien estos dependerían efectivamente de la preferencia del usuario para poder mantener el sistema público funcionando, porque sin su patrocinio no recibirían ingresos.
En definitiva, se trata de darle el poder al ciudadano y quitárselo a los proveedores. Se trata de darle la libertad de escoger a la gente y no la imposición y la coerción de los sistemas exclusivos. Se trata de acabar con el monopolio ¡estúpido!