November 30, 2008

 

Milton Friedman y Keynes


Keynes dominó entre los economistas en las décadas de 1950 y 1960. Luego la era de Keynes dió paso a la de Friedman. Vivir en una era implica aceptar ciertos supuestos, racionalizaciones y creencias. Ser capaz de mirar más allá es un signo de grandeza.

Cuando Friedman lanzó muchas de sus ideas, incluyendo las que atacaban el consenso keynesiano, estaba en absoluta minoría. A Friedman le encantaba el debate. Sabía que las nuevas ideas suelen ser criticadas y que muchos se preocupan más por su lugar en la jerarquía de la opinión que por la verdad.

Keynes pensaba que la política monetaria no tenía mucha importancia ni en la macroeconomía ni en la determinación de los cambios en los precios agregados, al menos a corto plazo. Friedman asignó a la política monetaria una importancia al menos igual a la de la política fiscal.

Keynes pensaba que las economías de los países avanzados en las décadas de 1920 y 1930 estaban exhaustas porque las fuerzas que las habían impulsado en el siglo XIX habían desaparecido. Por eso favoreció la intervención del gobierno en la economía. Algunas ideas esenciales de su nuevo sistema eran la bifurcación entre los cambios en la oferta de dinero y los cambios en los precios, el énfasis en las circunstancias inmediatas al establecer políticas, y el rol predominante de la política fiscal en comparación con la monetaria.

La batalla de Friedman contra Keynes y el keynesianismo consistió en una detallada exposición de los temas teóricos y hechos concretos que vician el análisis de keynes.

Friedman enfatiza que para Keynes, en la ecuación monetaria fundamental MV=PT, la velocidad (V) es muy adaptable. Si aumenta la masa monetaria (M), bajará la velocidad y no sucederá nada en la parte derecha de la ecuación, ni a los precios (P) ni a las transacciones (T). Si la parte derecha de la ecuación aumenta sin aumentar M, entonces V también aumentaría. En resumen, la cantidad de dinero es muy poco importante.

Friedman creía que las economías nacionales eran más estables de lo que creía Keynes; que la inversión no tenía el efecto multiplicador que Keynes le atribuía; que las altas y bajas en la actividad económica no tenían el efecto sobre el consumo que creía Keynes; que el mercado era mucho más efectivo que el gobierno en la producción de riqueza.

Friedman no aceptó la doctrina de la competencia monopolística; tampoco que hubiera una base económica para la intervención del gobierno; y defendió que la política monetaria jugaba un rol importante en la determinación de los precios y la actividad económica, muy superior a la política fiscal.

Friedman creía que los errores de Keynes eran empíricos más que teóricos. La “General Theory” ofrecía una hipótesis acerca de cómo funcionaba la economía. La hipótesis era imaginativa pero equivocada. Sus predicciones no eran confirmadas por la realidad.

( Lanny Ebenstein, Milton Friedman, Pag. 105-112 )

November 29, 2008

 

Humor: Murphología legal


1. Precepto de Oppenheimer : La ignorancia de la ley no impide al abogado perdedor cobrar su cuenta.

2. Ley de Dalton : Un mal abogado puede atrasar un caso por varios años; uno bueno puede atrasarlo mucho más tiempo.

3. Regla de Green : Lo que da la letra grande lo quita la letra pequeña.

4. Regla de Sprecht : Bajo cualquier condición, en cualquier parte, sea lo que sea lo que usted haga, siempre habrá alguna disposición por la que usted pueda ser penalizado.

5. Solución de Salomón : Siempre ofrezca a su adversario dos alternativas, una de las cuales sea mucho peor que la que usted está buscando.

( Arthur Bloch, Murphy’s Law )

 

Cita: Keynes sobre la moneda


La cita es de 1920, cuando Keynes todavía no era Keynes:

“No hay medio más sutil ni más seguro de trastocar las bases existentes de la sociedad que manipular la moneda. El proceso compromete a todas las fuerzas ocultas de las leyes económicas en el bando de la destrucción, y lo hace de manera tal que ni siquiera un hombre entre un millón podría diagnosticarlo”.

November 28, 2008

 

Acción voluntaria y regulación estatal

Artículo de John Bennett, de la Fundación Libertad, publicado en el diario La Prensa

Por una enfermiza razón de dependencia, muchos ciudadanos creen que sus problemas pueden ser resueltos por el gobierno y ello sería risible si no fuese tan patético y una de las causas principales de nuestra pobreza.

Cada vez que surge un problema, corremos a producir una ley o reglamentación para “resolverlo”, sin darnos cuenta de que típicamente lo que hacemos es crear nuevos problemas que no existían, y a menudo ni siquiera superamos el problema que motivó la legislación. Por algo dice un proverbio chino que “mientras más leyes, más criminales”.

Debemos superar esta dependencia si hemos de abrir portales a un desarrollo que nos permitirá resolver los críticos problemas sociales, económicos y tecnológicos de un planeta que se achica. En esta carrera no hay marcha atrás, pues la puerta de salida está por delante.

El problema del exceso de regulación y dependencia central no es nada nuevo, como tampoco criollo, sino algo que está abocando a grandes crisis a países desarrollados como Estados Unidos y los del continente europeo, en donde demasiadas personas han fincado sus esperanzas en modelos de dependencia.

Y no es que no necesitemos reglas, lo que no necesitamos es exceso de reglas. Los humanos tenemos una gran capacidad de vivir en armonía e interactuar, sin tantas normas, a través de acuerdos voluntarios. Es como la vida en familia, que le permite funcionar sin un Palacio Legislativo.

Cuando nos volvemos dependientes de terceras personas y de sus leyes, entramos en un complejo mundo de conflicto de intereses, en donde típicamente los más vivos salen ganando. Y es que el proceso legislativo es lerdo y plagado de torcidos intereses. Además, mucha de la regulación estatal está infectada de consecuencias inesperadas, pues sus gestores difícilmente pueden anticipar todos sus efectos directos, indirectos y a menudo invisibles.

Además, las leyes engendran más leyes, pues son el opio de los legisladores, grupo necesario pero que hay que controlar, a fin de que no se desboque. Podemos citar muchos casos de leyes que pretenden solucionar problemas, tal como la del salario mínimo, con efectos secundarios que pocos entienden, pero que sí sufren; sin embargo, como se dice, “ojos que no ven, corazón que no siente”. También está el caso de la gran estafa educacional y de la salud pública, que todos creen que es gratuita. Nada tan malo es gratuito.

Tomemos el caso del “fallo del mercado”, que como dice John Blundell “implica un Estado perfecto, organismo omnisciente y altruista capaz de detectar y corregir los fallos del mercado con total independencia de los intereses de quienes forman parte de él y sin ulteriores consideraciones políticas”. Mejor aún las palabras de Alfred Marshall acerca de su opinión en torno a la intervención estatal: “¿Está usted pensando en un Estado sabio, justo y todopoderoso o en el Estado tal como es?”

Una de las consecuencias más gravosas de toda la intervención estatal a través de su mar de normas, la constituye sus costos indirectos e invisibles. Ya en otras legislaturas no se puede presentar ningún proyecto de ley, sin un estudio de costos directos e indirectos. ¿Quién puede precisar el costo de las trabas para despedir a un mal empleado o, inclusive, a los buenos? ¿Conocemos el costo total de toda la burocracia estatal y su repercusión en el de la canasta básica?

Otra terrible realidad de los costos de la regulación es que el grueso lo pagan otros, y de maneras que no logramos vislumbrar, y ello es lo que más contribuye al frenético aumento de la regulación. Si llegásemos a conocer y sumar todos los costos directos e indirectos de la regulación estatal, veríamos que casi sin excepción rebasa su nivel de eficiencia, y eso es terrible.
Nada de esto es nuevo, y de hecho es algo que se discute en numerosos países y que ha sido reconocido por la OCDE. La intención es buscar alternativas a la regulación. Algunos ejemplos de desregulación han tenido inmenso éxito, tal como en ciudades en donde se han retirado casi todos los avisos de tránsito, y aun los semáforos. El secreto detrás de todo ello está en la acción voluntaria entre grupos e individuos. Estos acuerdos son mucho más ágiles y realistas que los estatales.

Lo perverso del exceso regulador es que a menudo conviene a las grandes empresas en detrimento de las pequeñas, tal es el caso del salario mínimo. Por supuesto que algunos políticos, a veces demasiados, adoran las regulaciones, pues dan a entender que “están haciendo algo”.

November 27, 2008

 

Universidad y policía del pensamiento


Entre las cosas prohibidas en las universidades norteamericanas están los comentarios que causen “pérdida de autoestima o un vago sentido de peligro” (Golby College), “produzcan intencionalmente incomodidad psicológica” (North Dakota University), “insensibilidad a las experiencias femeninas” (University of Minnesota), “sentimientos hacia los homosexuales que se transforman en actitudes” (West Virginia University), “chistes inconsiderados “ (University of Connecticut), “contar historias que otros experimenten como acoso” (Bowdoin).

Un programa conjunto de las universidades de Massachussets y Land Grant propone acabar con “la parcialidad de género y la discriminación contra las mujeres en el currículum de cada universidad.” Según esto, cada profesor debe ser responsable de que su estilo de enseñanza sea “amigable para con las mujeres”. Esto parece indicar que las mujeres aprenden en forma diferente a los hombres, y por tanto, el material de enseñanza debe ser “feminizado”. Algunas feministas afirman que las mujeres no responden bien a la enseñanza basada en la argumentación y el debate.

Uno de los métodos que utilizó el establishment izquierdista universitario para mantener la censura dando la apariencia de apoyar la libertad de palabra fueron las “free-speech zones”. La primera se dió en Tufts University en 1989. Los estudiantes se lo tomaron en serio, utilizaron su libertad, y la zona fue eliminada pocos días después.

Sin embargo, la policía del pensamiento ha retomado la idea, aunque con restricciones. Por ejemplo, algunas universidades exigen presentar previamente lo que se va a decir. En otras se puede distribuir volantes, pero sólo dentro de la zona asignada.

Lo bueno es que hay estudiantes que están rechazando esta parodia de “libertad” y se están saltando las reglas. Sin embargo, la mayoría son vulnerables a los mensajes de la policía del pensamiento. Día tras día, a través de los códigos de lenguaje, censura, y prohibiciones, los estudiantes reciben indoctrinación de que la libertad de palabra es mala y que debe ser restringida por su propio bien. Así están preparados para aceptar el totalitarismo cuando ingresen al mundo real. Como dijo Stalin: “Las ideas son más poderosas que las armas. No dejamos que nuestros enemigos tengan armas; ¿por qué deberíamos dejarles que tengan ideas?”

( Tammy Bruce, The new thought police, Pag. 207-237 )

November 25, 2008

 

Ironías de la vida

Me entero que el presidente ruso Vladimir Putin ha anunciado una sustancial reducción de la tasa corporativa del impuesto sobre la renta, para permitirle al sector empresarial vadear el temporal de la crisis económica y financiera mundial. Mientras tanto, el presidente electo de los Estados Unidos de América, corrió su campaña y ganó con, entre otras promesas, la de aumentar los impuestos a las empresas y a los "ricos", así como el aumento de la tasa de impuesto por ganancias de capital.

Cosas veredes Sancho.

FE DE ERRATA: Arriba señalé "el presidente ruso Vladimir Putin". Debió decir "el Primer Ministro ruso Vladimir Putin".

November 24, 2008

 

Por qué no me convence el bailout


1. El bailout, o la esperanza del mismo, impiden las acciones que, en su ausencia, tomarían los actores del mercado. De las instituciones en problemas, unas se acogerían a la quiebra, otras buscarían fusiones o adquisiciones y otras conseguirían capital adicional. Esto presentaría oportunidades interesantes para instituciones y personas con buen nivel de liquidez. En una crisis los activos no desaparecen. Siguen ahí, y siempre pueden ser vendidos al precio adecuado. En el mercado, los activos se mueven de las instituciones menos eficientes a las más eficientes. Sin esperanza de bailout, el mercado hubiera comenzado el proceso de limpieza hace tiempo. Además, tendríamos un buen conocimiento de la situación real de las diferentes instituciones.

2. Alarga innecesariamente la crisis. Esta es una fase correctiva inevitable del boom artificial previo. Las inversiones equivocadas deben liquidarse y los activos deben terminar en manos de quienes han demostrado mayor capacidad. El bailout, al tratar de evitar lo inevitable, está condenado al fracaso. La duración de la Gran Depresión y de la crisis japonesa que comenzó a inicios de la década de 1990 se explica precisamente por la intervención de los gobiernos. La crisis japonesa es particularmente instructiva.

3. Pretende solucionar la crisis con los mismos instrumentos que contribuyeron a crearla. A estas alturas es bastante claro que la crisis se originó por un exceso de emisión monetaria. Pues bien, se quiere resolverla con más dinero de la nada. Si las crisis se resolvieran así es obvio que no merecerían tal nombre. ¿Qué tal el de desequilibrios monetarios temporales de baja intensidad?

4. Por decirlo caritativamente, es más que dudoso que los directores del engendro sepan lo que están haciendo. En febrero de este año, Bernanke y Paulson afirmaron ante una comisión del Senado que la reducción de la tasa de interés y el paquete de estímulo económico de 170 billones eliminaban la posibilidad de una recesión y que los bancos estaban adecuadamente capitalizados. Un mes después tuvieron que declarar lo contrario.

En cuanto al manejo del bailout, primero dijeron que comprarían activos tóxicos. Luego cambiaron de opinión y dijeron que comprarían acciones de las instituciones problemáticas, incluso de bancos importantes que no están en problemas y que no tienen intención de recurrir al bailout. ¿Confiarían ustedes en la sabiduría y visión de estos personajes? Yo tampoco.

5. Supone una transferencia de recursos de los contribuyentes a los accionistas y acreedores de las instituciones en problemas. El bailout se tiene que financiar con deuda, impuestos o inflación. Para los gobiernos, la alternativa más sencilla es la tercera. Aunque al final de cuentas, la inflación no es más que un impuesto disfrazado.

6. Cada bailout aumenta la probabilidad de otros nuevos en el futuro. El mensaje que se envía a los actores económicos es claro. Por supuesto, los gobernantes dicen que se reforzará la supervisión de los bancos, como si el problema se derivase de la falta de supervisión. Cuando llegue la próxima crisis, volverán a decir que no había suficiente regulaciones y que van a supervisar más estrechamente. Lo que no van a hacer nunca es reconocer el origen del problema. Ningún gobierno va a renunciar a la planificación central del dinero.

November 23, 2008

 

Dejar de culpar a otros


Enfatizar sobre el carácter constituye un reto para las nociones de victimismo y los supuestos de la sociedad moderna. La pregunta que debemos hacernos es : ¿estamos premiando la aceptación o el rechazo de la responsabilidad personal?

En los últimos años ( Nota: el libro es de 1992) el péndulo se está moviendo hacia la responsabilidad. En muchas ciudades, las minorías tienen libertad para elegir las escuelas de sus hijos. En la justicia criminal, se está pasando de la rehabilitación terapéutica hacia el castigo. También son populares los programas que condicionan los pagos del “welfare” a una conducta responsable.

Uno de los esfuerzos más notables de reforma incluye a una compañía privada denominada “America Works”, que ofrece entrenamiento y colocación a personas que están en el “welfare”.

En parte como resultado de la expansión del sida, la noción de responsabilidad sexual es presentada como antídoto contra la enfermedad y la ilegitimidad. En el problema de las personas sin vivienda (homeless), muchas ciudades están repensando su enfoque porque no está produciendo resultados.

Es importante revisar la legislación para limitar la definición de lo que constituye o no victimización. También hay que limitar la tendencia a demandar injustificadamente haciendo que el demandante corra con los gastos.

El carácter se forma a través del ejemplo. Los estudiantes que toman cursos de ética discuten sobre aborto, eutanasia, pena de muerte, investigación sobre DNA y ética de los transplantes, pero no aprenden nada sobre decencia, honestidad, responsabilidad personal y honor.

Una conferencia reciente sobre la pobreza urbana puso de manifiesto la parálisis a la que lleva el victimismo. Los empresarios culparon a las escuelas por la calidad de sus empleados; las escuelas culparon a los padres; los padres culparon a las escuelas; ambos culparon al racismo institucionalizado; los trabajadores sociales culparon a los empresarios y la cultura de la pobreza; los clérigos culparon a MTV.

Sólo estuvieron de acuerdo en una cosa: ninguno podía hacer nada a menos que primero los otros resolvieran sus problemas.

Una moratoria en la costumbre de culpar a otros no niega los problemas. Sugiere que lograremos más enfocando nuestra propia responsabilidad que utilizando las nociones de opresión y victimización.

( Charles J. Sykes, A nation of victims, Pag. 241-255 )

November 22, 2008

 

Cita: La suprema crisis bancaria


“En algún momento, quizás en la próxima recesión y el próximo desastre de préstamos malos, los bancos comerciales pudieran caer en la crisis suprema.

Las autoridades de Estados Unidos tendrían dos terribles alternativas. Una, dejar que se derrumbase el sistema bancario, junto con sus depósitos y depositantes. Otra, que es la que aceptarían los políticos dada su mentalidad, sería un aumento masivo de dinero para pagar todos los pasivos bancarios.

El redepósito de este dinero en el sistema bancario produciría una hiperinflación y una huída masiva del dólar”.

( Murray Rothbard, The case for a 100% gold dollar )

 

Humor: Estupidez


1. Cada minuto nace un imbécil ( P.T. Barnum )

2. Todo el mundo es un imbécil al menos durante cinco minutos diarios; la sabiduría consiste en no exceder este límite ( Elbert Hubbard )

3. Si cincuenta millones de personas dicen una estupidez, sigue siendo una estupidez ( Anatole France )

4. La controversia iguala a imbéciles y sabios, y los primeros lo saben ( Oliver Wendell Holmes Jr. )

5. Un imbécil puede tener razón de vez en cuando por pura casualidad ( William Cowper )

( Fuente : Peter’s Quotations )

November 21, 2008

 

¿Sería mala una deflación?


Algunos de los artículos que he leído sobre la crisis aseguran que lo peor que puede pasar es una deflación. Lo extraño es que no explican por qué. Todo el mundo entiende el fenómeno de la inflación, entre otras cosas porque lo han vivido. Pero casi nadie ha experimentado la deflación. Por tanto, es bastante sospechoso que se dé por sabido algo que casi nadie sabe.

La deflación es una reducción de la oferta monetaria que lleva a una reducción de precios. Así como la inflación no afecta a todo el mundo en la misma forma, la deflación tampoco. Por ejemplo, a mí personalmente no me vendría mal un periodo deflacionario. No tengo deudas, tengo ingresos fijos que no bajarían, y ganaría notablemente con la reducción de precios.

Para entender el fenómeno de la deflación quiero recomendar este artículo de Jorg Guido Hulsmann. En él discute los once mitos siguientes sobre la deflación:

1. Es imposible lograr ganancias cuando cae el nivel de precios.

2. La caída de precios es buena, pero la de la demanda agregada es mala.

3. Es imposible obtener ganancias cuando disminuye la oferta de dinero.

4. La deflación implica menor crecimiento económico que la inflación.

5. La deflación es particularmente perjudicial para los grupos de bajos ingresos.

6. La deflación destruye el crédito del estado.

7. La deflación crea desempleo.

8. La deflación produce cargas desiguales a los ciudadanos.

9. Se necesitan décadas para resolver las disputas legales inducidas por la deflación.

10. La deflación no produce beneficios netos.

11. Dejar que suceda la deflación es pasividad.

El artículo tiene algunos pasajes un tanto difíciles y hay que leerlo con calma A mí me parece altamente recomendable para entender los diferentes ángulos de la deflación.

November 20, 2008

 

Multiculturalismo y policía del pensamiento


El multiculturalismo, entendido como la exigencia de que las culturas minoritarias sean protegidas mediante derechos grupales y privilegios, implica la balcanización de Estados Unidos. Destaca las diferencias y olvida las semejanzas, y defiende que ningún grupo puede ser criticado desde fuera.

Si el multiculturalismo apreciase realmente la diversidad, no impediría a nadie abrazar otra cultura. En realidad, la cultura norteamericana es una mezcla a la que todos los grupos han aportado.

La izquierda defiende el multiculturalismo porque considera que los grupos minoritarios son sus bases de poder.

El multiculturalismo es un código para el relativismo moral. Aceptar la noción de que todas las ideas y sistemas son iguales impide pensar críticamente sobre el mundo que nos rodea.

La defensa cultural de cualquier costumbre o acción sólo puede tener éxito si prescindimos del sentido común y la razón, que es lo que pretende la policía del pensamiento. Ciertamente, la tolerancia es una virtud, pero en algún sitio hay que trazar la línea. No podemos aceptar sin pensar cualquier cosa que sea “diferente”.

Will Kymlicka, uno de los principales proponentes del multiculturalismo, expone que la lógica extensión del mismo son los derechos culturales grupales: “Estos derechos pueden tomar la forma de derechos lingüísticos, representación política garantizada, financiación de medios de comunicación, derechos territoriales y compensación por la injusticia histórica”.

Al definir la sociedad como un conjunto de culturas y no de individuos la izquierda aísla a la gente en grupos de interés. Ya no somos individuos con mentes y talentos únicos, sino que quedamos definidos por el color de la piel, el país de nacimiento o la religión que practicamos.

Louis Menand defiende que ciertos grupos tienen una forma especial de “conocer” y “lograr”. En el pasado, las diferencias se utilizaron para oprimir a los diferentes. Hoy día son estos últimos los que quieren oprimir a los demás.

( Tammy Bruce, The new thought police, Pag. 145-172 )

November 19, 2008

 

En la Democracia también hay mano invisible

En Capitalismo, Socialismo y Democracia, Joseph Schumpeter, específicamente en el capítulo dedicado a la Democracia, hace una analogía muy interesante entre el mercado y su función social -digamos, el bien que brinda a todos los individuos que concurren en este- y la democracia y su función social -resaltando la dinámica competitiva de las democracias representativas-; reproduzco el pasaje:
"Por ejemplo, la razón por la que existe un fenómeno como la actividad económica es, por supuesto, que las personas necesitan comer, vestirse, etcétera. Proveer los medios para satisfacer esas necesidades es el fin o sentido social de la producción. No obstante, todos estamos de acuerdo en que esta tesis constituiría un punto de partida de lo más irreal para una teoría de la actividad económica en una sociedad mercantil y en que procederíamos con mucho más acierto si partiésemos de tesis relativas al lucro. De un modo semejante el sentido o función social de la actividad parlamentaria es, indudablemente, hacer leyes y, en parte, adoptar medidas administrativas. Pero para comprender cómo la política democrática sirve a este fin social tenemos que partir de la lucha de la competencia por el poder y las magistraturas y darnos cuenta de que la función social se cumple, por decirlo así, subsidiariamente en el mismo sentido en que la producción es subsidiaria a la obtención de un lucro.”
En la Ciencia Política esta es ya una referencia clásica y ha inspirado muchos análisis sistémicos del comportamiento político de los partidos en las democracias representativas, especialmente entre representantes de la escuela de la Elección Pública, siendo el ejemplo más destacado Anthony Downs y su obra Teoría Económica de la Democracia.
Sin embargo, el argumento de que la competencia es buena para la política democrática sigue generando mucha oposición, o a lo menos, escepticismo. En Schumpeter -y en Downs-, la función social de la Democrácia, o sea, la generación de políticas que obedezcan de alguna forma -al menos residualmente- al consabido principio de la representatividad, no se cumple de ninguna forma aproximada si el sistema electoral es manipulado por la clase política para proteger intereses creados y determinar de antemano la forma del sistema de partidos; es más, es otra la "ley" que se cumple si de hecho restringimos la competencia electoral -con altos umbrales de entrada, número ideal de partidos, subsidios públicos-, nos referimos a la ley de hierro de la oligarquía enunciada por Robert Michels:
“Por una ley social universalmente aplicable, todo órgano de la colectividad, nacido por la necesidad de la división del trabajo, crea para sí mismo, tan pronto se consolida, intereses que le son peculiares.”
La única salida al principio de Michels es incentivar la movilidad de líderes, o sea, abrir el sistema a nuevas ideas y soluciones para la cuestión política, así como en el mercado para crear riqueza es esencial eliminar cualquier barrera de entrada al comercio, no sólo para acceder a mejores productos, sino también -y quizás más importante- para acceder a nuevas ideas y mejores soluciones para la cuestión económica.

November 18, 2008

 

Algunas citas sobre la burocracia


November 17, 2008

 

La crisis olvidada


Una de las cosas que más me ha llamado la atención en los escritos o discusiones sobre la actual crisis financiera es la ausencia de referencias a la crisis japonesa. Esto es extraño porque ambas crisis tienen enormes semejanzas, tanto en su origen como en los intentos de los gobiernos para resolverlas. Por tanto, debo suponer que quienes hablan y escriben, o no la conocen, o no quieren discutirla porque no refuerza las tesis intervencionistas. Y conste que no creo en la primera posibilidad.

Comencemos por señalar que Japón tuvo un crecimiento real promedio del PIB de 9.6% entre 1952 y 1971, 4% entre 1972 y 1991, y 1.2% entre 1991 y 2003.

Después del llamado Plaza Accord de 1985, en el que las cinco mayores potencias económicas acordaron algunas políticas económicas, el yen se apreció y el crecimiento económico japonés cayó de 4.4% en 1985 a 2.9% en 1986. Entre enero de 1986 y febrero de 1987 el Banco Central de Japón trató de debilitar el yen mediante una política monetaria expansiva, reduciendo la tasa de interés del 5% al 2.5%. El M1 creció a una tasa anual de 6.7% entre 1986 y 1988, y el M2 al 10.1%.

Los precios de los bienes raíces y de la bolsa aumentaron enormemente, creando una burbuja financiera. El BCJ apretó la política monetaria, aumentando la tasa de interés hasta el 6% en 1990 y reduciendo el volumen de M1 y M2.

Los precios de los bienes raíces y de la bolsa se desplomaron. Los primeros cayeron un 80% entre 1991 y 1998; el Nikkei cayó de 40,000 puntos a fines de 1989 a 15,000 en 1992; en mayo de 2005 todavía estaba en 11,000.

El gobierno japonés intervino de diferentes formas pero con poco éxito. En gran medida siguió la receta keynesiana de aumentar el gasto gubernamental para incrementar la demanda agregada. Desde 1992, el gobierno lanzó diez paquetes de estímulo que no curaron la crisis pero que aumentaron la deuda pública de 40% a 150% del PIB.

La política monetaria expansiva tampoco logró resultados. Entre 1995 y 2003 la tasa de interés cayó por debajo del 1% y el M1 aumentó 9.8% por año. Los bancos utilizaron el dinero adicional para mejorar sus balances en vez de aumentar los préstamos.

El gobierno lanzó el Fiscal Investment and Loan Program (FILP) para prestar directamente a las empresas. Para ello utilizó los fondos de los ahorros del sistema postal, que tenía 35% de todos los depósitos de los hogares.

Según The Economist, los préstamos se canalizaron principalmente hacia los partidarios tradicionales del partido de gobierno, el Liberal Democratic Party, sobre todo en el negocio de la construcción. Entre 19991 y 2000 la industria de la construcción recibió más de 59 trillones de yenes en contratos del gobierno, lo que representó más del 30% de todas las construcciones. Muchas constructoras que debían haber desaparecido quedaron en el negocio. La acción del gobierno impidió el proceso normal de ajuste del mercado al mantener una estructura de capital que no reflejaba las preferencias de los consumidores.

El gobierno utilizó fondos de salvamento y compra de acciones para ayudar a los bancos. En 1998 estableció un fondo de 514 billones de dólares para comprar acciones, nacionalizar, reestructurar y liquidar bancos en problemas. Estas acciones impidieron los procesos normales de mercado que suceden en estas situaciones, como quiebras, fusiones, adquisiciones y reestructuraciones.

En resumen, el gobierno ensayó todo tipo de intervenciones sin ningún éxito. Supongo que ahora queda claro por qué los partidarios de la intervención no quieren saber nada sobre el tema.

November 16, 2008

 

Racista simbólico


Un manual del State Insurance Fund de New York dice : “Todos los blancos son racistas. Incluso si alguien está libre de todo prejuicio racial consciente, es racista porque recibió beneficios de una sociedad racista”.

La base del programa de acción afirmativa es atacar males pasados. Como declaraba Thurgood Marshall, “Los blancos han practicado la discriminación por años; ahora nos toca a nosotros.”

La intención de la Civil Rights Act de 1964 era combatir la discriminación intencional. Pero la Equal Employment Opportunity Commission cambió en la práctica el significado de la ley. Incluso la Corte Suprema falló en 1986 que el trato preferencial estaba justificado aunque los beneficiados no hubieran sufrido discriminación en el pasado y los perjudicados nunca hubieran discriminado a nadie.

La legislación asume que todos los grupos humanos tienen las mismas cualidades y deben estar proporcionalmente representados en todas las actividades. Según esto, puede afirmarse que los judíos son discriminados en la NBA.

Curiosamente, minorías que han sido realmente discriminadas, como judíos, japoneses y chinos, tienen un ingreso superior al de los norteamericanos blancos.

La acción afirmativa se ha convertido en un artículo de fe. Cualquiera que dude o discuta es un hereje. Sin embargo, el mundillo está lleno de fraudes. ¿Cómo alguien puede defender que las víctimas no son responsables de su comportamiento personal y que los llamados opresores son responsables de crímenes que no cometieron? En el corazón de este fraude está la idea de que la víctima es simultáneamente incapacitada y totalmente calificada.

Shelby Steele ha argumentado que pasar la responsabilidad del individuo a la sociedad fomenta la pasividad y la resignación. Y añade que responsabilizarse por sus actos les parece a muchos negros que equivale a someterse al poder de los blancos.

A finales de los 70, la discriminación racial se había reducido sustancialmente. Por ejemplo, en 1979 una mujer negra ganaba un 8% más que una blanca con características similares.

Entonces se inventó la noción del “racista simbólico”; alguien pertenece a este grupo si vota en contra de un candidato negro, se opone a las cuotas raciales o dice que los negros están mejor que nunca.

( Charles J. Sykes, A nation of victims, Pag. 197-210 )

November 15, 2008

 

Cita: La libertad no es lo normal


“Quienes hemos tenido la fortuna de nacer en los Estados Unidos durante el siglo veinte damos por supuesta la libertad. Nos parece el estado natural de la humanidad. Esto es totalmente equivocado.

La libertad es una situación completamente extraordinaria. Si uno estudia la historia, encuentra que el estado normal de la humanidad durante la mayor parte del tiempo ha sido la tiranía y la miseria”.

( Milton Friedman )

 

Diccionario Personal: Política energética


Conjunto de buenos deseos, descritos como estrategias, programas, actividades y demás expresiones del lenguaje “burocratés” en forma de documento solemne que se queda disfrutando de su solemnidad.

 

Humor: Murphología deportiva


1. Regla de Breda : En cualquier evento, quienes tienen asientos lejos del pasillo llegan de últimos.

2. Ley de Moser : Las mejores jugadas suceden cuando usted está mirando el marcador o comprando hot dogs.

3. Principio de Knox : Cuando su equipo contrata una estrella, se apaga; cuando traspasa a un cualquiera, comienza a jugar como estrella.

4. Ley de la práctica : Las jugadas que funcionan en teoría fallan en la práctica; las que funcionan en la práctica fallan en el partido.

5. Ley del bridge : El compañero siempre tiene la culpa.

( Arthur Bloch, Murphy’s Law )

November 14, 2008

 

Libertad económica y crisis

Por Alfonso Grimaldo, de la Fundación Libertad de Panamá, publicado en el diario La Prensa

El domingo 9 de noviembre, los apasionados por la libertad en todas sus formas celebramos el Día de la Libertad, donde conmemoramos la caída del Muro de Berlín y la revolución de 1989 que conllevaron la liberación de Europa Central y Occidental de las políticas del comunismo.

Hoy, 19 años después, nos encontramos en una situación algo distinta al júbilo que se sintió en esos días de noviembre de 1989. Nos encontramos en el medio de una crisis financiera que rápidamente se está convirtiendo en el peor desastre económico que hemos experimentando en estas generaciones.

Los críticos del liberalismo clásico están ciertamente en su paraíso terrenal, y la verborrea ideológica no termina sobre cómo el mercado libre tiene la culpa, que se necesitaba más regulación, y que el Estado ahora debe entrar e intervenir para solucionar este lío. Pero si retrocedemos la cinta veremos que fue el intervencionismo estatal el que sentó las bases para esta crisis. Y es responsabilidad de los liberales clásicos promover el conocimiento de esta verdad, más aún en un mes donde se conmemora la libertad y sus valores.

Todos estamos familiarizados con las causas populares de la crisis financiera, pero ciertamente el debate continúa y nadie sabe con exactitud cómo ocurrió todo, pero la tendencia general es atribuir el desastre presente a una falla de mercado. A lo cual los liberales debemos responder que esta observación es equívoca. Cada día hay más evidencia de que la crisis es resultado de una falla de Estado.

Ciertamente vemos los inicios de esta catástrofe en el mercado hipotecario de EU, y si vemos bajo el capó, veremos que detrás de las denominadas hipotecas subprime está la política estatal estadounidense de promover a través de entes financieros con garantías implícitas como Fannie Mae y Freddie Mac, el financiamiento de préstamos para adquirir viviendas a sectores que no contaban con los niveles de ahorro suficientes.

Además podemos mencionar el Community Reinvestment Act (CRA) de 1977, reformado varias veces, la última en 2005, que básicamente estimulaba a bancos locales a conceder préstamos hipotecarios y prevenía que practicaran lo que se conoce como redlining (cuando el banco se rehúsa a otorgar prestamos hipotecarios, o incrementa el costo de los mismos, a ciertos grupos de alto riesgo, como latinos, afroamericanos y familias de bajos recursos).

El CRA funcionó, ya que de cada 100 personas que solicitaban préstamos hipotecarios, 29 eran rechazadas en 1997 (un poco antes de que fuera reformado para incluir más bancos bajo su jurisdicción), número que bajó a 14 personas de cada 100 en 2002, creando un enorme pozo de crédito riesgoso listo para estallar.

La otra falla de Estado la vemos en la política monetaria impulsada por la Reserva Federal estadounidense, que fracasó en actuar prudentemente en los años del boom económico, permitiendo tasas de interés artificialmente bajas, que a su vez estimulaban el endeudamiento de personas y empresas. El exceso de la oferta monetaria creó una demanda por activos financieros. Por tanto, los valores de tales activos se elevaron artificialmente, creando una burbuja económica, particularmente en el mercado inmobiliario. Eventualmente, para revertir esta política, se elevó la tasa de interés, resultando más difícil para los deudores cumplir con sus obligaciones, precipitando la crisis.

Los tres requisitos fundamentales que debe cumplir el Estado debido al enorme impacto que este posee en la liquidez de la economía no fueron cumplidos: No aseguró la transparencia para que los agentes económicos tomaran decisiones responsables, no contó con un sistema de señales que permitiera advertir situaciones de iliquidez e insolvencia, ni contó con normas suficientes para que los agentes económicos asumieran los costos de sus malas decisiones. Es cierto que vivimos en un periodo de crisis financiera, pero no podemos ser engañados por aquellos que dicen que más regulación y más intervención estatal nos van a salvar y van a prevenir futuras crisis. Si algo debemos entender, es lo opuesto. Aquellos países con índices de libertad económica más altos son los que experimentan un periodo de desastre financiero más corto que aquellos que tienen menor libertad económica.

Les pongo el ejemplo de Latinoamérica en la década de 1980, que con un índice de libertad económica (ILE) de 5.3 tuvo una recesión de 6.6 años, y del sudeste asiático, que con un ILE de 7.2 tuvo una recesión marcadamente más corta, de 3.3 años.

La libertad económica facilita la corrección del mercado, la intervención estatal no. Debemos luchar por nuestra libertad económica en contra de aquellos que, alegando razonamientos falsos, desean usurparla. Solo así sentiremos nuevamente ese júbilo de 1989 y saldremos de este embrollo. Como dice Havel: “siempre he sabido que el único sistema económico que funciona es el de mercado. Esta es la única economía 'natural', la única que realmente tiene sentido, la única que puede llevar a la prosperidad; porque es la única que refleja la naturaleza misma de la vida”.

November 13, 2008

 

"Groupthink" y policía del pensamiento


Irving Janis identificó el fenómeno del “groupthink” y sus síntomas. Los síntomas son :

1. La ilusión de la invulnerabilidad. La gente actúa en forma diferente dentro de un grupo. Hay un sentimiento de fortaleza basado en el número que hace que el grupo se sienta invulnerable.

2. Creencia en la inherente moralidad del grupo. “Si tanta gente cree lo mismo, deben tener razón”. Así se desarrolla el sentimiento de los “buenos” contra los “malos”.

3. Racionalización colectiva. Los grupos son seducidos por la falsa impresión de que tienen la razón independientemente de la evidencia en contrario.

4. Estereotipos hacia los que están fuera. Racista, sexista, homófobo, religioso radical, derechista estúpido. Los de fuera son estereotipados como estúpidos, malvados, o ambas cosas.

5. Autocensura. Es muy incómodo ser el único discrepante en lo que parece ser un grupo unánime. Por eso la gente tiende a callarse cuando cree que hay un consenso en contrario.

6. La ilusión de unanimidad. Cuando parece haber una opinión mayoritaria, la gente presume que todo el mundo está de acuerdo.

7. Presión directa sobre los que no están de acuerdo. Cuando alguien esté en desacuerdo, será presionado para que cambie. Si no lo hace, será desacreditado. Esto elimina al disidente y envía un mensaje a los demás.

8. Guardianes de la mente. Algunos miembros trabajarán para que los líderes no se enteren de las opiniones discrepantes. También para proteger al grupo de la información adversa.

Yo, que he trabajado dentro de organizaciones feministas, puedo decir que el “groupthink” es un cáncer que las está destruyendo; también la sociedad en general muestra varios síntomas, como la autocensura y los estereotipos.

En el centro de cualquier teoría sobre la policía del pensamiento está el control de la mente. El “Cultic Studies Journal” lo define así : “Un proceso en el cual un grupo o individuo utiliza sistemáticamente métodos manipulativos antiéticos para persuadir a otros de que deban aceptar los deseos de los manipuladores”.

En el curso de mis investigaciones me ha sorprendido encontrar una correlación directa entre los métodos de control mental de los cultos y las estrategias de la izquierda.

( Tammy Bruce, The new thought police, Pag. 35-55 )


November 11, 2008

 

Distorsiones en educación: el sesgo de los educadores



Naturalmente, cuando se busca determinar el contenido y las metologías de los currículos, se busca a los expertos. Y los expertos son educadores, es decir, los mismos supuestos a proveer el servicio. Los encargados de proveer un servicio tienen siempre un interés muy particular, y no son desinteresados (como no lo es nadie).

Por un lado, probablemente el maestro de música querrá ver que el currículos contenga más horas de música en términos relativos, que las horas de música que el maestro de matemáticas considerará apropiadas. Y el maestro de matemáticas querrá más horas de matemáticas que las que querrá el maestro de español.

¿Cómo lograr entonces el balance óptimo? (Dejando de lado el problema consistente en que no necesariamente existe un solo optimum absoluto y válido para todos los estudiantes. El balance que para unos será óptimo, será subóptimo para otros) En el sistema de mercado, por el cual las personas demandan lo que valoran más, muchas veces lo que los expertos consideran adecuado no es necesariamente lo que los usuarios consideran como tal. Cuando es así, son los expertos los que deben ceder y ajustarse a la demanda de los clientes, so pena de perder el favor de éstos. Las necesidades de los clientes así manifestadas en el mercado priman entonces por sobre los sueños de los expertos.

Pero en ausencia de dicho mecanismo de mercado, los llamados expertos no tienen ese constreñimiento de tener que atender las necesidades de los clientes so pena de irse a la quiebra, sino que pueden ahora soñar a sus anchas.

Es así como los currículos tienden entonces a ser diseñados y programados en atención a las necesidades e intereses de los educadores, y no realmente a las necesidades y valoraciones de los clientes, en este caso los padres de familia y los estudiantes.

E.G. West apunta esto [Education and the State, 1965] al describir cómo históricamente tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos, las expectativas y los objetivos de la educación fueron haciéndose cada vez más ambiciosos y por tanto requirieron una continua expansión de la necesidad de la oferta educativa. Por un lado, desde el punto de vista de los objetivos, en sus inicios la educación masiva tenía como fin el que los estudiantes aprendiesen a leer y escribir, y dominasen las operaciones aritméticas elementales. Gradualmente fue extendiéndose el currículum e incluyendo más asignaturas, llegando hasta el día de hoy en que ya no sólo se pretende que el muchacho salga del colegio sabiendo leer y escribir, sino que además sepa literatura e historia universal, ciencia. Hoy día incluso gran parte de las asignaturas están orientadas no tanto hacia lograr instrucción formal del muchacho en las áreas tradicionales del conocimiento científico y humanístico, sino que se ha hecho extensivo a temas marginales como conciencia ambiental y urbanidad.

Lo anterior ha requerido, naturalmente, que el período escolar se aumentase cada vez más. Así, de los aproximadamente 6 años que en promedio estaba el niño en la escuela para mediados del Siglo XIX, hemos llegado a los 12 años actuales.

Es claro que esto ha hecho que se requiera cada vez más de educadores, por más tiempo. El más elemental sentido común nos dice que, en un mercado realmente libre, donde las necesidades educativas de los muchachos no estuviesen impuestas por el Estado, sino que pudiesen ser determinadas según las valoraciones individuales de los padres de familia (como ocurre con cualquier otra necesidad de sus hijos como alimentación, vivienda, vestido, atención médica), la duración del período escolar sería menor, probablemente sustancialmente menor, al menos en promedio, de lo que es actualmente por razón de que la cantidad de oferta educativa tenida como necesaria y óptima, es determinada precisamente por quienes se benefician en tanto mayor sea dicha cantidad considerada como óptima.

Otro factor que respalda mi afirmación, lo constituye el hecho de que en muchos países es obligatoria la asistencia de los niños a un centro educativo autorizado por el Estado (a través del Ministerio de Educación u organismo equivalente). Es decir, lo obligatorio no es que los padres provean educación a sus hijos, sino que los envíen a uno de estos centros escolares, por lo que tales padres incurren en violación de la ley aún si educan a sus hijos en casa. El homeschooling o educación casera, popular en los Estados Unidos de América, es ilegal en países como Panamá. Es decir, el énfasis no es en el logro del objetivo de que el niño obtenga una educación adecuada independientemente de los medios con los que ello se logre, sino en el medio para lograr dicho objetivo. Si en realidad el interés de quienes establecen el currículos es única y desinteresadamente que los niños obtengan una instrucción adecuada, ¿qué importa si en algunos casos los padres pueden lograr dicho objetivo educando en casa a sus hijos? En tales casos, tal como ocurre en los Estados Unidos, el desempeño de los niños educados en casa podría ser examinado y validado mediante exámenes estandarizados como el Test de Aptitudes Escolásticas (o SAT por sus siglas en inglés).

Y es que el homeschooling constituye claramente una competencia frente a los maestros.


November 10, 2008

 

Lecciones de los pobres


Lessons from the poor” es un interesantísimo libro, editado por Álvaro Vargas Llosa, que tiene contribuciones de los cincos continentes. Es una celebración del espíritu empresarial, que es el motor de todo desarrollo. Estas son las líneas básicas del libro :

1. El espíritu empresarial opera a menudo bajo condiciones adversas, e incluso florece a pesar de grandes obstáculos. Por ejemplo: una pequeña granja de una familia peruana, en un área remota dominada por terroristas, creó una compañía de sodas que ahora tiene fábricas en varios países; un lavador de carros desarrolló la mayor firma textil de Perú; un vendedor de colchones y sábanas desarrolló la mayor cadena de supermercados de Kenya; miles de mujeres nigerianas con poca educación tienen sus propios negocios de diseño de ropa; millones de consumidores argentinos crearon clubes de trueque que incluso desarrollaron sus propias monedas.

2. La capacidad empresarial en los países en desarrollo ha aliviado la pobreza más efectivamente que lo que haya podido hacer la ayuda externa. La ayuda externa ha sido improductiva o dañina debido a la corrupción, la burocracia y la supresión de los mercados locales. Por el contrario, los empresarios del sector privado han llevado bienes y trabajo productivo a grandes poblaciones de bajos ingresos.

3. Obstáculos de leyes y reglamentos crean enormes dificultades para gran cantidad de empresarios potenciales en el mundo en desarrollo. En Kenya toma ocho pasos y 73 días registrar una propiedad, trece pasos y 54 días abrir un negocio y 25 pasos y 360 días ejecutar los contratos. Por ello, muchos empresarios venden no a través de negocios legales sino en quioscos informales que colocan en cualquier parte. Como estos no están reconocidos legalmente, sus dueños no pueden obtener créditos y sus posibilidades de progreso son muy limitadas. En vez de legalizar los quioscos, el gobierno de Kenya los destruye.

4. La eliminación de las barreras al comercio internacional permite a los empresarios innovadores de los países en desarrollo tener acceso a muchos millones de consumidores. Así, Kola Real pudo entrar en el enorme mercado mexicano, donde tiene el 10%. El exportador de textiles peruano Topy Top aprovecha la apertura de los mercados para comprar materias primas más baratas y vender sus productos en mercados mucho más grandes.

El empuje y la creatividad empresariales son el motor del desarrollo. Esta es una lección que hay que repetir constantemente frente a la idea simplista de que la educación es el camino para salir de la pobreza. Ciertamente la educación, o mejor, el conocimiento, tiene su importancia, pero frecuentemente se da el caso de que conforme aumenta el conocimiento disminuye la capacidad para asumir riesgos.

November 09, 2008

 

Tragicomedia del victimismo


En la aurora del victimismo, el primer grupo en explotarlo fue el de las feministas. Luego siguieron negros, homosexuales, indígenas, ancianos, incapacitados, consumidores, niños, activistas de los derechos de los animales y ambientalistas.

Lo que distinguió a estos grupos fue la tendencia a recurrir constantemente a los tribunales y a proclamar exigencias incondicionales, sobre todo a través de la acción del gobierno.

Hay hombres que han demandado a clínicas dietéticas porque ofrecen programas de reducción de peso sólo para mujeres; los Gigantes de San Francisco fueron demandados por dar regalos sólo a hombres en el Día del Padre; en Miami un tribunal concedió 40,000 dólares a una mujer porque tenía miedo a trabajar con negros en una oficina; un hombre de 24 años de Colorado demandó a sus padres por “parental malpractice”; el Ejército de Salvación fue demandado por una empleada despedida por utilizar las copiadoras para copiar materiales sobre rituales satánicos; en Michigan, un empleado de una fábrica de cerveza convenció al tribunal de que debía ser compensado por riesgos profesionales ya que se había convertido en alcohólico mientras trabajaba para la cervecería; en Orlando, un hombre demandó a una peluquería porque el corte de pelo que le hicieron le impedía disfrutar de la vida.

Una de las razones para esta explosión de demandas fue el crecimiento de nuevos derechos y la expansión de la definición de discriminación y victimización.

En 1980, un procesador de datos fue despedido en Filadelfia por llegar tarde todos los días, pero ganó el caso arguyendo que la tardanza crónica era una enfermedad; en 1982, un aspirante a trabajar en el Departamento del Tesoro explicó que, si le contrataban, trabajaría con ropa de mujer. Al no ser contratado, ganó el caso porque era un incapacitado debido a su preferencia sexual ambivalente; en Virginia, un profesor de educación especial fracasó en una prueba estandarizada ocho veces, pero ganó el caso porque la prueba era discriminatoria porque no tomaba en cuenta su lentitud para entender la información escrita.

( Charles J. Sykes, A nation of victims, Pag. 123-134 )

November 08, 2008

 

Cita: Socialismo práctico


“Al caminar hacia el restaurante ví a un pordiosero con una pancarta que decía “Vote a Obama, necesito dinero”. El mesero del restaurante llevaba una corbata con “Obama 08”.

Cuando llegó la cuenta, le dije al mesero que le iba a dar la propina al pordiosero porque la necesitaba más que él, y que estaba explorando el concepto de redistribución de la riqueza de Obama. El mesero desapareció hecho una furia. Una vez fuera, le dí los 10 dólares al pordiosero.

Este último estaba contento por el dinero que no se ganó; el mesero estaba furioso porque le di el dinero que el se ganó a alguien que lo necesitaba más. La conclusión que saqué es que la distribución de la riqueza es un concepto que se traga mejor en la teoría que en la práctica”.

( Fuente : J. J. Ray )

 

Diccionario personal: Culiparlantes


Diputados que nunca presentan ningún proyecto de ley importante ni aportan nada sustancial en los debates. Su contribución consiste en calentar el sillón con aquella parte de la anatomía donde la espalda pierde su honesto nombre.

 

Humor: Fanatismo


1. Un fanático es alguien que se aferra a sus armas estén o no cargadas ( Franklin P. Jones )

2. Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y que no va a cambiar el tema ( Winston Churchill )

3. El peor vicio del fanático es su sinceridad ( Oscar Wilde )

4. El fanatismo consiste en redoblar los esfuerzos cuando uno ha olvidado su objetivo ( George Santayana )


( Fuente : Peter’s Quotations )

November 07, 2008

 

El pequeño crimen de Alan Greenspan


Parece ser que Greenspan confesó, ante una comisión del Senado, que se equivocó al no regular los Credit Default Swaps (CDS). Un CDS es un contrato que transfiere el riesgo de crédito de bonos de deuda o títulos hipotecarios ( mortgage-backed securities ) entre dos partes. Es semejante a un seguro ya que ofrece al comprador del contrato una protección contra la falta de pago, la reducción de la calificación de crédito, y otros eventos negativos. El vendedor asume el riesgo del crédito a cambio de una comisión periódica parecida a la prima de una póliza de seguros.

El mercado de los CDS es enorme, ya que los compradores no guardan necesariamente los contratos hasta su vencimiento.

Pero mi objetivo no es discutir sobre los CDS sino sobre Greenspan. La impresión que me dejó el episodio es la de alguien que tiene dos crímenes, uno grande y otro pequeño, y que confiesa el pequeño para ver si logra salvarse del grande.

No tengo que explicarles que el gran crimen de Greenspan fue haber lanzado la política de dinero fácil que acabó inexorablemente en la crisis. No conozco suficientemente el mercado de los CDS para poder opinar si necesitaban a no más regulaciones. En cualquier caso, los CDS constituyen el último eslabón en la cadena de la crisis.

Lo que hizo Greenspan fue sencillo. Por un lado, le prendió fuego a la casa. Por el otro, reconoció humildemente que no reguló suficientemente la defensa contra los incendios. ¿No hubiera sido más sencillo no quemar la casa y así no tendríamos que discutir sobre las dichosas regulaciones?

November 06, 2008

 

"1984" y la policía del pensamiento


Al comentar sobre su novela poco después de su publicación en 1949, George Orwell escribió que había querido enfatizar que el totalitarismo, si no es combatido, puede triunfar en cualquier parte.

Según Tammy Bruce, los Estados Unidos en el siglo XXI se están pareciendo cada vez más al mundo descrito en la novela de Orwell. Y esto principalmente a causa de la llamada “corrección política”.

La CP, que comenzó a inicios de la década de 1980, se ha convertido en un programa de control del pensamiento y de la palabra. La CP introdujo la idea de que ciertas cosas no pueden decirse, o pensarse, y que hay ciertos grupos que pueden decidir lo que es o no apropiado.

Ciertamente, la policía del pensamiento no tiene gulags ni campos de la muerte, pero tienen poderosos medios para castigar a los disidentes. El primero es el de los insultos : racista, sexista, homófobo, y demás. Si el disidente se mantiene en sus trece, entonces se presiona y boicotea a los medios de comunicación que le dan cabida.

Normalmente, los medios siempre ceden porque el negocio está de por medio. Pero en las escasas excepciones se pasa al siguiente nivel, el de las manifestaciones intimidatorias, con agresión incluida. Pocas personas son capaces de soportar todo esto.

Los efectos de esta nueva intolerancia se sienten en los medios de comunicación, las artes, las universidades, e incluso en las empresas. El mensaje es claro : “No hables de ciertos temas, porque serás despedido, o demandado, o insultado”.

En la teoría del feminismo o de los derechos civiles no hay nada que exija que la gente deje de pensar como quiera. Por el contrario, los derechos civiles se basan en la libertad de expresión. El derrumbe proviene del rechazo de los derechos de cada persona en favor de los derechos del grupo.

Los códigos de expresión parecen la solución perfecta para los grupos de interés. Controlar lo que la gente puede decir, da la apariencia de que ciertos grupos, como feministas, negros, u homosexuales tienen un gran poder. El silencio da la impresión de que están logrando progresos. No hay ninguno, pero la ilusión del progreso ayuda al objetivo de largo plazo de la izquierda, que es mantenerse en el negocio.

( Tammy Bruce, The new thought police, Pag. 1-33 )

November 04, 2008

 

Elecciones USA 2008

Llegó el día de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos de América. Todo el mundo estará pendiente. El candidato Demócrata, Barack Obama, tiene el respaldo abrumador en el resto del mundo, donde el odio a los Estados Unidos es de curso obligatorio. Faltará ver si los americanos deciden elegirlo también. Si así resulta, que Dios nos agarre confesados.

November 03, 2008

 

Crisis y regulaciones


Uno de los argumentos de los intervencionistas es que la crisis financiera se originó por falta de regulaciones. Curiosamente no se dignan explicar detalladamente qué regulaciones concretas son las que faltaron.

En principio, este tipo de argumentos no me impresiona precisamente porque se formulan después de los hechos. Es como cuando un equipo de futbol pierde un partido y los “entendidos” critican las tácticas del entrenador. Otra cosa sería si alguien hubiera predicho la crisis hace cinco o seis años con base en la ausencia de alguna regulación específica. Entonces estaría dispuesto a escucharle.

En contraste, una buena cantidad de economistas y estudiosos ligados al Mises Institute predijeron la crisis basados en la teoría austriaca del ciclo. Por ejemplo, Ron Paul escribió en 2003 : “Como todas las burbujas creadas artificialmente, el boom de las viviendas no puede durar; los tenedores de deuda hipotecaria perderán y los propietarios de vivienda también; la inyección de liquidez no puede evitar la caída del mercado, sólo puede posponerla”. Es obvio que alguien como Paul se ha ganado el derecho a ser escuchado con atención.

Con respecto a las regulaciones, Mark Thornton, que fue Assistant Superintendent of Banking en Alabama dice que en los mercados financieros todo está regulado y que no ha podido encontrar ningún aspecto de la crisis en la que faltase regulación. En EU hay nada menos que 12,000 personas dedicadas a idear regulaciones para el mercado financiero.

El caso de Fannie y Freddie es para morirse de risa. En 1992 se creó OFHEO, cuya única tarea era supervisar a ambas. Eran 200 empleados con un presupuesto anual de 65 millones para supervisar a dos compañías. Todos los informes que emitían decían que todo estaba bien.

Un problema de las regulaciones que se establecen en tiempos de crisis es que suelen tener consecuencias imprevistas en la crisis siguiente, que siempre es diferente a la anterior. Veamos dos ejemplos.

El primero es el de los bancos de inversión. Durante la gran depresión de los años 30 se prohibió que los bancos se dedicaran a la vez a la banca tradicional y a la de inversiones. Así que aparecieron los de inversión como entidades independientes. Pues bien, en la crisis actual este ha sido el grupo al que le ha ido peor. La ironía suprema es que se ha obligado a Goldman Sachs y Morgan Stanley a convertirse en bancos comerciales y de inversión, o sea, a volver al modelo que fue prohibido hace setenta años. Termino el tema con una anécdota.Un comentarista local, que parece creerse poco menos que omnisciente, dijo que en esta crisis JP Morgan había desaparecido de la noche a la mañana. El pobre diablo no sabe que fue adquirido por el Chase en el 2001.

El segundo ejemplo se refiere a los Savings & Loans Associations. Las regulaciones de las crisis pasadas les exigían tener portafolios casi exclusivamente de hipotecas de tasa fija a 30 años. Cuando la inflación de los años 70, derivada de la política expansiva del Fed, aumentó las tasas de interés, los S&L tenían que pagar por los depósitos tasas más altas que las que tenían las viejas hipotecas. Total, que el asunto terminó en 260 billones, en dólares actuales, del bolsillo de los contribuyentes.

Se dice que los generales siempre saben cómo ganar la última guerra pasada. Yo creo que los reguladores también saben cómo regular la última crisis . El problema es que la próxima va a ser diferente.

November 02, 2008

 

Un falso argumento para el victimismo


En 1965 Daniel P. Moynihan escribió The Negro Family. Allí defendió que los problemas de los negros se debían en buena parte a la desintegración familiar. Esto es obvio hoy día, pero no fue aceptado en su momento.

En 1971 William Ryan contraatacó con el libro Blaming the Victim. Su tesis principal era que las víctimas no debían ser responsabilizadas por su conducta. Más aún, cualquier intento de cambiar la conducta de la víctima no era más que una prueba más de victimización.

Ryan argumentó que no se debía exigir ningún tipo de estándar a los niños negros en las escuelas. No había que mejorar a los niños sino transformar la atmósfera de las escuelas.

Por otro lado, Ryan insistió en que la desintegración de la familia negra se explicaba por la pobreza y la discriminación. Además, minimizó la importancia del crimen en los barrios negros, para lo cual no dudó en negar la validez de todas las estadísticas.

En realidad, las ideas de Ryan no eran extrañas en su época, e incluso podían pasar como sabiduría convencional. Por supuesto, muchos se opusieron. Por ejemplo, Midge Decter ridiculizó la idea de que no se podía juzgar a los pobres como racista, ya que implicaba una condición especial para ellos.

El auge del victimismo fue acompañado por un crecimiento exponencial del Estado “benefactor”, es decir, la burocracia de la compasión. Cada vez más la sociedad favoreció soluciones públicas a los que siempre se habían considerado como problemas privados.

Los críticos se oponen a establecer estándares altos en las escuelas porque penalizan a los negros. No quieren disciplina porque va contra la sensibilidad de las culturas minoritarias. El objetivo de la educación, según la cultura terapéutica, no es promover el pensamiento sino la autoestima.

El profesor Jaime Escalante dice que las escuelas miran a los estudiantes de las minorías como si fueran incapaces. Esto no solamente es falso, sino que condena a las minorías a permanecer eternamente en su estado actual.

En conclusión, en los años 60 y 70 la estatura moral y política de la víctima se transformó y se hizo atractiva para una gran cantidad de grupos que trataron de conseguir una parte del pastel de los privilegios.

( Charles J. Sykes, A nation of victims, Pag. 103-120 )

November 01, 2008

 

Cita: Keynes el inflacionista


“Esto no se ha reconocido claramente porque nunca explicó, paso por paso, las consecuencias de su remedio para el desempleo y la depresión, que era el gasto deficitario del gobierno. El reconoció que si el gasto se financiaba con impuestos no se añadía poder de compra.

Pero no explicó la siguiente etapa. El déficit tenía que financiarse con deuda o con dinero creado de la nada. Si se hacía lo primero, el remedio fallaba porque había que pagarla. La única solución era la inflación.

Las lecciones sobre la inflación se olvidan rápidamente y deben ser reaprendidas en cada generación”.

( Henry Hazlitt )

 

Humor: Murphología de viajes


1. Ley de Wolter : Cuando tiene tiempo no tiene dinero; cuando tiene dinero no tiene tiempo.

2. Ley de Parson : Nadie es tan feo como la foto de su pasaporte.

3. Ley de Rogers : Apenas la azafata comienza a servir algo, empiezan las turbulencias.

4. Principio sobre las maletas : Sea cual sea el carrusel en que usted espera, sus maletas aparecerán en otro.

5. Principio de Stitzer : Cuando esté empacando para sus vacaciones, ponga la mitad de ropa y el doble de dinero.

( Arthur Bloch, Murphy’s Law )

 

Diccionario Personal: Multiculturalismo


Doctrina que defiende que todas las culturas tienen el mismo valor, excepto la occidental, que es obviamente inferior.

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